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El fracaso de la zanahoria

21 de diciembre de 2010

Los editorialistas comentan hoy las elecciones en Bielorrusia y la represión ejercida contra la oposición.

Alexander LukashenkoImagen: AP

"Hábil manipulador"

Gazeta Wyborcza, Varsovia: “El dictador bielorruso Alexander Lukashenko le ha mostrado nuevamente al mundo que no tiene por qué tener en cuenta a nadie ni a nada. El hábil manipulador, que oscila entre Bruselas y Moscú tanto como entre Varsovia y Vilnius, sabía que no iba a ser castigado. La política de la Unión Europea de la zanahoria y el látigo –postergar sanciones y proporcionar incentivos en forma de asistencia financiera– ha fracasado en toda la línea. El látigo se ha roto y Lukashenko se ha comido la zanahoria”.

Engaño a Bielorrusia

Le Dauphiné Libéré, Grenoble: “No va a tocar los tres mil millones de euros que la Unión Europea le prometió en caso de ‚’elecciones libres y democráticas’. Dejándose reelegir con más del 80 por ciento de los votos, Alexander Lukashenko ha engañado a Bielorrusia. Según los observadores, el recuento de los votos ha sido una farsa. De tales dimensiones, que los candidatos y seguidores de la oposición han osado protestar. Pero de inmediato sintieron los palos de la represión y luego la detención, para ser acusados de inmediato de “agitar a las masas”, un delito penado con 15 años de cárcel. Y eso es el mal menor, ya que en el país continúa existiendo la pena de muerte”.

Dictador en ejercicio

EL PAÍS, Madrid: “Minsk se ha vuelto hacia Europa como fuente financiera alternativa, una Europa que ha manifestado su disposición a ayudar a la fronteriza Bielorrusia a cambio de democratización, transparencia y libertades. Si el juicio de la OSCE sobre la farsa electoral del domingo y su violencia es un elemento crucial a la hora de adoptar una decisión, la UE debe mantener cerrada la puerta a Lukashenko“.

Memoria rusa

DIE PRESSE, Viena: “No puede sorprender que los observadores electorales rusos no hayan visto la orgía de golpes proporcionados por la policía a los manifestantes el domingo: es que se hallaban celebrando la renacida amistad entre Moscú y Minsk. Olvidados quedaron los tiempos en los que Lukashenko era calificado de ’psicópata’, olvidada la amenaza de no reconocer las elecciones: pérdida de memoria a la rusa”.

dpa
Editor: Pablo Kummetz

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