El frustrado plan de convertir a Guatemala en "país seguro"
Martin Reischke
19 de julio de 2019
Ante el fracaso del controvertido plan de convertir a Guatemala en tercer país seguro, el gobierno de Donald Trump adopta nuevas medidas antimigratorias.
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Iba a ser un convenio sin precedentes: según diferentes medios internacionales como The New Yorker, el lunes de esta semana (15.7.), el presidente guatemalteco Jimmy Morales iba a viajar a EE.UU. para reunirse con el presidente Donald Trump y firmar un controvertido acuerdo que habría convertido a Guatemala en tercer país seguro. En pocas palabras, habría significado que los migrantes centroamericanos, en lugar de poder pedir asilo en EE.UU., serían mandados de regreso a Guatemala, ya que sería considerado como tercer país seguro.
Sin embargo, diferentes personas interpusieron un amparo ante la Corte de Constitucionalidad para evitar que el presidente Morales firmara el controvertido acuerdo. Uno de ellos fue Manfredo Marroquín. "Firmar el convenio hubiera sido un suicidio para el país", explica el ex-candidato presidencial del partido Encuentro por Guatemala. "Hubiera significado meternos en una situación que iba a agravar toda la crisis nacional porque estamos hablando de traer a miles de personas al año, y el Estado se iba a obligar a atenderlas con salud, educación y empleo; algo que ni les da a los guatemaltecos."
El domingo recién pasado, la Corte de la Constitucionalidad otorgó un amparo provisional. La resolución obliga al presidente a buscar el apoyo del Congreso guatemalteco para poder firmar el convenio. Con este fallo, la iniciativa del presidente está prácticamente muerta. "El Congreso difícilmente se sume a aprobar una iniciativa con poco apoyo popular, que va en contra de los intereses nacionales", opina Jordán Rodas, Procurador de los Derechos Humanos en Guatemala.
Ante los amparos interpuestos, el gobierno de Guatemala suspendió el viaje de presidente Morales a Washington, sosteniendo que "en ningún momento se contempla firmar un acuerdo para convertir a Guatemala en un tercer país seguro", según un comunicado oficial. Sin embargo, las investigaciones de medios como The New Yorker cuentan otra historia. "Lo único que busca Jimmy Morales es quedar bien con el presidente estadounidense", opina el ex-candidato presidencial Manfredo Marroquín, "porque Morales cree que así va a gozar de inmunidad y no lo van a perseguir." Morales ha sido acusado de financiamiento ilícito electoral y otros actos de corrupción. Sin embargo, las investigaciones no han fructificado, ya que el Congreso guatemalteco no le ha quitado la inmunidad al presidente.
Ante el fracaso del plan de convertir a Guatemala en tercer país seguro, el Gobierno de EE.UU. ha adoptado una llamada regla final provisional (IFR, según sus cifras en inglés). Dicha regla contempla que todos los migrantes que llegan a la frontera sur de EE.UU. para pedir asilo deben haberlo pedido antes, sin éxito, en un país de paso fuera de su lugar de origen. Para los centroamericanos, significa que tendrían que haber hecho un trámite de asilo sin éxito, por ejemplo en México, antes de poder pedir asilo en EE.UU., convirtiéndose México en un tercer país seguro de facto. Esta nueva regla vuelve casi imposible la solicitud de asilo en EE.UU. para migrantes centroamericanos. TTrump opta por esta decisión drástica y poca humanitaria", dice Jordán Rodas. "Como Procurador de los Derechos Humanos veo con preocupación la estrategia de su gobierno, que olvida la historia de EE.UU., un país conformado por migrantes."
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Migrantes de Centroamérica: parturientas y varadas en la frontera entre México y Estados Unidos
Alvin Jr. nació en México mientras sus padres huían de Honduras con la esperanza de encontrar refugio en Estados Unidos. A pie llegaron a la frontera con Estados Unidos y allí perseveran con el bebé en brazos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Erly Marcial y su hijo, Alvin Jr.
La hondureña Erly Marcial, de 21 años, tuvo a su tercer hijo mientras huía de su país con su esposo con la esperanza de obtener autorización para entrar a Estados Unidos. El pequeño Alvin Jr. llegó con seis semanas de adelanto en un hospital de Puebla, México.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
México, a pie
Marcial tenía ocho meses de embarazo cuando ella y su esposo, Alvin Reyes, decidieron escapar de la violencia que azota a su ciudad, Sabá, llevando en coche a sus otros dos hijos: María (6) y David (2). Eso hizo que el viaje fuera muy lento. Honduras no es sólo uno de los países más peligrosos del mundo, sino también uno de los más pobres en Centroamérica.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Descanso, a duras penas
La familia se vio forzada a dormir en la calle, con los niños a buen resguardo entre los padres. La breve pausa sobre el asfalto en la ciudad mexicana de Tapanatepec no fue descanso suficiente para Marcial. Pese a la abundancia de personas dispuestas a ayudar a los migrantes en su camino hacia el norte, los hondureños encontraron muy pocos lugares en México para abastecerse y relajarse realmente.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Un momento de solaz
Un riachuelo en el sur de México, cerca deTapanatepec, les ofreció a los viajeros una de las pocas oportunidades para bañarse tranquilos. Ellos tampoco tuvieron acceso regular a asistencia médica. La suya es una odisea en el estricto sentido de la palabra.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Hacinamiento e incertidumbre
La familia pudo cubrir un trecho de su viaje hacia el norte a bordo de un camión. El vehículo iba repleto de migrantes que, como ellos, sueñan con un futuro más auspicioso en un país más próspero que el suyo. El recorrido con el camión les permitió ahorrar energías, pero tuvo sus riesgos: Amnistía Internacional advierte que más de un vehículo cargado de migrantes se ha volteado por el camino.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Camino al hospital
Cuando Marcial llegó a Puebla con su familia comenzaron las dolorosas contracciones que avisaban la llegada de Alvin Jr. La Cruz Roja Mexicana se encargaron de llevarla al hospital. Una red de voluntarios numerosa se asegura de que los migrantes cenntroamericanos reciban la ayuda más urgente que necesitan a su paso por México. Los lugareños suelen ofrecer alojamiento y donar alimentos y ropa.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
El día después
La alegría de la pequeña María fue grande cuando sus padres la dejaron tomar a su hermano recién nacido en sus brazos. Con la cooperación de la embajada hondureña en México, el hospital de Puebla le entregó a Marcial la partida de nacimiento de Alvin Jr. Eso era lo único que necesitaban para poder continuar su viaje hacia Tijuana, en la frontera mexicano-estadounidense.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Varados en Tijuana
Marcial, su esposo y sus hijos quedaron represados en Tijuana como miles de migrantes centroamericanos más. Ellos esperan que esta no sea la última parada de su viaje, pero la frontera mexicano-estadounidense no es fácil de cruzar para solicitar asilo. Desde luego, si no consiguen entrar a Estados Unidos, la familia procurará construir su futuro en México. De regreso a Honduras, ni en sueños.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Biografía movida desde el principio
Cuando sea grande, Alvin Jr. podrá contar las incidencias que rodearon su nacimiento como si de una aventura se tratara.