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"Fuerte Europa cerró sus puertas"

1 de abril de 2011

La prensa comenta la actitud de Italia ante la llegada de refugiados a Lampedusa, el rol de Berlusconi y los sucesos en Costa de Marfil, donde el presidente, Laurent Gbagbo, se niega a dejar el poder.

Balsa se acerca a la costa italiana.Imagen: AP


The Independent, de Fráncfort del Meno: “El ‘Fuerte Europa' ha cerrado sus portales. Esta semana se prohibió la entrada a Trípoli de una balsa con 1800 personas a bordo. En vista de las protestas en el norte de África, el Gobierno italiano advirtió sobre una ola inmigratoria de ‘dimensiones bíblicas'. Desde enero han llegado unas 9000 personas a Lampedusa, una cantidad nada problemática. Si Italia necesita ayuda para acoger refugiados, la Unión Europea debería proveérsela. La propuesta de los países del sur de la UE de crear un fondo de solidaridad es muy sensata. Tanto Francia como Alemania y Gran Bretaña deben aportar su ayuda, y todos juntos debemos hacernos cargo de los costos de nuestros deberes humanitarios.”

Berlusconi, de villano a héroe

Der Standard, de Viena: “Gracias a una inteligente estrategia de imagen, Silvio Berlusconi ya no es el villano sino el héroe, como ya había sucedido durante la crisis de la basura en Nápoles y después del terremoto en L'Aquila. Berlusconi intenta navegar sobre esa ola de tranquilidad, al menos durante los primeros días del ‘Proceso Ruby', que comienza la semana próxima. Su estrategia es presentarse como el imprescindible hombre de acción y dejar a sus enemigos como pequeños y frustrados intrigantes. Y Lampedusa le vino como anillo al dedo. Y ahora aprueba una ley para los procesos que ya están en marcha que acorta los plazos de prescripción. Si es necesario, se la introducirá por la fuerza en al Parlamento.”

“Chantaje con la guerra civil”

Diario de Noticias, de Portugal: “Era evidente que iba a producirse una escalada de violencia y de las tensiones étnicas, así como de sus consecuencias en la población civil. Hasta que, en menos de una semana, Gbagbo acabó solo en una capital que ya no controla, y la mayor parte de Costa de Marfil pasó a manos de sus adversarios. El dictador está a punto de ser depuesto. Gbagbo intentó hacer chantaje con el fantasma de una guerra civil. Olvidó que es posible ganar una batalla sin disparar una bala. A pesar de que esa sea una frase en sentido figurado, los resultados son reales y positivos para África.”

“Un resto de sentido común puede evitar un infierno”

El País, de Madrid: “Un resto de sentido común y una presión exterior renovada pueden evitar todavía que el conflicto de Costa de Marfil -muchos centenares de muertos y más de un millón de huidos, relegado por el rosario de acontecimientos árabes- acabe en un infierno de guerrilla urbana en Abiyán, pese a la presencia en el país de 12.000 cascos azules. O, lo que sería peor, implicando a vecinos -Liberia, Guinea, Sierra Leona, como en el pasado- en una de las zonas más conflictivas de África. El único desenlace admisible es la renuncia del usurpador Gbagbo, cuyas fuerzas parecen desmoronarse por momentos, que ha rechazado sucesivas propuestas para una salida honorable.”

CP/dpa
Editor: Enrique López Magallón

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