Parlamentarios conservadores británicos sopesan si darle o no un voto de confianza a Theresa May. Si se decide que dimita a la jefatura del Gobierno, el Reino Unido y su proceso para abandonar la UE se verían golpeados.
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El pulso político del Reino Unido se ha visto acelerado por la convocatoria de Graham Brady: el parlamentario conservador británico –presidente del llamado “Comité 1922”, al que pertenecen los legisladores sin cargos gubernamentales– invitó a los tories a sopesar este miércoles (12.12.2018) si la primera ministra Theresa May merece o no un voto de confianza para continuar en la jefatura del Gobierno.
La aprobación previa de 48 tories de la Cámara de los Comunes –que representan el 15 por ciento de la fracción conservadora en el Parlamento– hizo posible esa moción. Se espera que 315 tories participen en la votación, cuyos resultados se darán a conocer este mismo 12 de diciembre.
Si May gana…
Theresa May necesitaría 158 votos a su favor para permanecer en su cargo. Si la mayoría de sus partidarios la apoya, otro llamado a medir la confianza en la mandataria sólo podría repetirse dentro de un año. Ese resultado podría fortalecer la posición de May de cara al proceso del Reino Unido para abandonar la Unión Europea, que debería consumarse a finales de marzo de 2019.
Si May pierde…
Si May perdiera el respaldo de la mayoría absoluta de los tories, empezaría de inmediato el forcejeo entre los conservadores por designar a su sucesora. La propia May llegó al poder en 2016 tras vencer a su predecesor, David Cameron, en un concurso no muy diferente de los castings que hoy saturan la programación de las televisoras comerciales. El duelo final es entre los dos rivales restantes.
Elecciones anticipadas
La convocatoria de este 12 de diciembre es un asunto interno del gobernante Partido Conservador. No obstante, también los opositores en la Cámara de los Comunes pueden solicitar que la confianza en la primera ministra sea sometida a votación. En ese caso, los 650 legisladores de la cámara baja del Parlamento podrían participar. Eso pondría sobre la mesa otros escenarios.
Si la mayoría rechaza al Gobierno, uno nuevo debe formarse en los siguientes catorce días. Si ese plazo se vence sin que un nuevo Ejecutivo haya recibido el voto de confianza de la Cámara de los Comunes, el Parlamento procederá a disolverse a sí mismo y May –al frente del Gobierno de manera comisaria– deberá proponerle a la reina Isabel II una fecha para comicios adelantados.
El Parlamento también puede allanar el camino para elecciones anticipadas sin someter a votación la confianza en el Gobierno: una mayoría de dos tercios en su seno puede pronunciarse a favor de terminar el período legislativo tempranamente. Quien potencialmente sucediera a May podría hacerle ese planteamiento al Parlamento con miras a resolver la actual crisis de liderazgo que sacude al país.
¿Qué sería del “brexit”?
Anticipando una posible derrota, la propia May ha dicho que su sucesor o sucesora “no tendría tiempo para renegociar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea ni para presentar las leyes pertinentes ante el Parlamento de aquí al 29 de marzo de 2019”. Así, el llamado “brexit” tendría que ser prorrogado o abolido. Lo más probable es que ese argumento incida sobre la votación de este 12 de diciembre.
Si May se ve obligada a dimitir, la continuación del “brexit” quedará en manos de quien le suceda. Y, en este instante, nadie intuye quién será. Por cierto, hipotéticamente, también el próximo Gobierno podría intentar obtener apoyo mayoritario en el Parlamento británico para el acuerdo de separación negociado por May con la Unión Europea, llamar a elecciones adelantadas e incluso convocar a un segundo referendo en torno al “brexit”. Esta semana, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenció que Gran Bretaña puede detener el “brexit” unilateralmente sin ningún problema.
(erc/el)
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
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El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
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El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
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Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
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El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
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El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
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El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
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Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
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El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.