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El futuro ha comenzado

Christina Bergmann (chp)26 de junio de 2007

La evolución del Internet avanza a pasos agigantados. Como todas las nuevas tecnologías cuenta con adeptos y con críticos. Lo único seguro es que no hay vuelta atrás.

El cerebro del mundo.

El Web 2.0 se ha convertido en una realidad. Millones de personas consumen parte de su tiempo escribiendo artículos para Wikipedia, reseñando libros para Amazon, calificando productos para ebay, publicando fotografías en flickr o presentándose en Facebook. Sea donde sea que se encuentran trabajan conjuntamente en un producto.

Tim O´Reilly, uno de los creadores del Web 2.0, indica: "El Internet se ha convertido en una plataforma". Existe sólo una gran computadora, todas las computadoras individuales son simplemente el acceso a un "cerebro electrónico global que creamos juntos".

Imagen: dpa

Este cerebro aprende cada vez más y cada vez más rápido. Las empresas utilizan la información que encuentran gratuitamente en la red en su búsqueda de nuevos clientes. Jeff Hammerbacher de Facebook asegura que los datos personales de los usuarios no se venden, pero explica que se negocia con anunciantes análisis adicionales en base a los detalles privados captados en las páginas de Facebook. Yahoo y Google aseguran que protegen los datos personales de sus usuarios, pero subrayan que deben respetar las leyes imperantes en los distintos países y deben cooperar con sus autoridades.

¿Información sin fronteras?

De hecho la acumulación y combinación de la información teóricamente no tiene fronteras. Si por ejemplo las señales GPS de un teléfono móvil son accesibles para todos, cualquiera podría saber dónde se encuentra una persona en un momento específico.

Según O´Reilly, no falta mucho para que un programa de software pueda tomar decisiones que hasta el momento sólo era capaz de asumir el hombre, por ejemplo en lo tocante a relaciones sociales.

Con los avances de la técnica van cambiando también las normas de la sociedad. Lo que hace cinco años nadie hubiera escrito en una tarjeta postal, puesto que estaría a la vista de todos, se publica actualmente en los blogs de Internet. Especialmente los más jóvenes no tienen empacho alguno en revelar sus intimidades y están dispuestos a aportar su porción siempre en pos de la acumulación de información colectiva.

En China se vende un millón de teléfonos móviles cada día. Los trabajadores en los poblados lejanos no cuentan con computadora, pero cuentan con un teléfono móvil y el Gobierno les hace llegar la información, por ejemplo de campañas de salud, vía móvil.

Pronto se desarrollarán nuevos aparatos con los que los usuarios podrán acceder a la información. Radios inteligentes y otro tipo de novedades que podrán adquirir incluso los más pobres. También ellos se beneficiarán de la acumulación de información global.

Sorprendente futuro

Lo mismo las empresas de Silicon Valley. El valle en California se ha recuperado de la debacle del 2001, nuevas empresas abren sus puertas aunque se han vuelto más cuidadosas.

Imagen: AP

Aún así el mercado siegue estrechándose. Se registra una tendencia a que las grandes empresas se traguen a las más pequeñas, como por ejemplo el caso de Google que ha comprado a YouTube y a flickr. Según O´Reilly, se trata de un desarrollo normal en el ámbito de las nuevas tecnologías.

Cuantos más participantes tenga una red, tanto mayor es su valor. Y los que llegaron primero se benefician más. Aunque todos saben que no hay vuelta atrás, resulta difícil predecir el futuro desarrollo y la rapidez con que llegará. En palabras de Tim O´Reilly: "Podemos esperar muchas sorpresas".