En la cumbre del G20 en el balneario mexicano de Los Cabos hubo más declaraciones de voluntad que planes concretos. Pero uno de los puntos concretos fue que las economías más poderosas del planeta decidieron dotar al Fondo Monetario Internacional (FMI) de más recursos. En total, el cortafuegos del FMI –al cual pueden recurrir todos los miembros de ese organismo en caso de emergencia- se incrementó hasta superar los 450.000 millones de dólares. Eso significa que Europa puede contar con el apoyo de los países industrializados y emergentes para paliar la dramática crisis de deuda de la eurozona. La canciller alemana, Angela Merkel, calificó este hecho de “señal de solidaridad” hacia Europa.

Al mismo tiempo, los países no europeos elevaron en México la presión sobre los países de la zona euro para que “tomen todas las medidas políticas necesarias” para solucionar la debacle financiera y asegurar de ese modo la economía mundial. Y los países de la eurozona prometieron, por su parte, solucionar la crisis. Entre otras cosas, dijeron que trabajarán codo a codo con el nuevo Gobierno griego para que Grecia permanezca en la comunidad monetaria europea. En ese contexto, el G20 solicitó que España que “aclare rápidamente” a cuánto ascenderá el monto de rescate que solicitará para su banca.

Angela Merkel no transige y pide “claridad” a España

En la cumbre se produjo un debate sin pelos en la lengua y abundaron las críticas a la política europea. La canciller Angela Merkel intentó calmar los ánimos diciendo que no solo Europa está en problemas, sino también otros bloques económicos. Y que por eso era responsabilidad de cada uno de ellos solucionarlos. En palabras de Merkel, los países de la eurozona prometieron a las restantes naciones una solución a la crisis y mostraron "su determinación común" de lograrlo. Agregó que Europa quiere combinar saneamiento de las finanzas con iniciativas de crecimiento y mejor cooperación.

"Ante el escenario de nuevas tensiones en los mercados, los miembros del área euro tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar la integridad y estabilidad del área, mejorar el funcionamiento de los mercados financieros y romper la vinculación entre el riesgo bancario y el riesgo soberano", señala el texto de cierre de la cumbre al que accedió dpa. Y también se hace un compromiso de combinar la austeridad que promueve Merkel con medidas para impulsar el crecimiento, y con ello el empleo.

Pese a la lluvia de críticas, Merkel no cedió en su posición y rechazó nuevamente alivianar la obligación de reformas que le esperan al nuevo Gobierno griego. Además, dijo que pidió a la presidenta del FMI, Christine Lagarde, que la troika formada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional viaje a Grecia lo antes posible, luego de que se haya formado el nuevo Gobierno griego.

“Crecimiento no es solo cuestión de dinero”

De acuerdo con la canciller, los países de la eurozona prometieron firmemente a las demás potencias económicas del G20 hallar una solución a la crisis. Europa aspira llevar a cabo un mix de saneamiento financiero, iniciativas para el crecimiento económico, así como una mejor cooperación en la zona euro. “Los mercados esperan que trabajemos en conjunto”, dijo. Pero para lograr una mejor cooperación, subrayó Merkel, es necesario un equilibrio mayor entre el control y las responsabilidades.

Angela Merkel dijo que esta era una “cumbre importante”, y que se había producido un debate balanceado entre temas concernientes al impulso al crecimiento de la economía en una “atmósfera de cooperación”. Según la canciller alemana, esta cumbre del G20 no representa una mayor presión de cara a la cumbre de la Unión Europea a fines de junio. Durante ese encuentro, los europeos planean crear un paquete de crecimiento. “Crecimiento no es solo cuestión de dinero”, subrayó Merkel.

Consenso a pesar de diferencias entre Merkel y Hollande

El presidente de Francia, François Hollande, busca la cooperación con la canciller alemana a pesar de todas las diferencias para hallar una salida a la crisis. Al ser las mayores economías europeas, Alemania y Francia tienen una responsabilidad especial, dijo Hollande este martes en Los Cabos. Europa necesita una respuesta adecuada a la crisis, añadió el mandatario francés, y dijo que no niega que tiene una visión diferente a la de Angela Merkel con respecto a cuestiones como el crecimiento económico, la competitividad y las reformas estructurales. Pero aseguró que eso no sería un obstáculo para un esfuerzo conjunto.

Nueva distribución del poder en el FMI

Los países del G20 aplaudieron el incremento de los recursos para el FMI y se comprometieron a llevar a cabo la reforma de la cuota para una nueva distribución del poder en el FMI a favor de los países en vías de desarrollo, que fue resuelta en 2010. Además, subrayaron la importancia del libre comercio y advirtieron acerca de un revivir del proteccionismo.

También se trataron temas como el manejo de las grandes instituciones financieras, relevantes para el sistema, y se planea elaborar nuevas normas para la quiebra ordenada de grandes bancos en dificultades, así como para empresas en quiebra. Si bien no se habló de “unión bancaria”, se perfilan algunos elementos que podrían derivar en una nueva arquitectura financiera integrada. Entre ellos, un control independiente de los bancos y una garantía para los depósitos.

Debido a que se espera un enorme crecimiento poblacional, el G20 considera que el incremento de la producción agrícola es “uno de los mayores desafíos” para el planeta. También se hizo hincapié en la lucha contra el hambre y la subalimentación, y los países del G20 remarcaron que se esforzarán por suavizar las oscilaciones excesivas en el precio de los alimentos a nivel mundial. Se resaltó la importancia de la lucha contra la pobreza, así como de “un crecimiento economico sólido, sostenible y equilibrado”.

Autora: CP/dpa
Editora: Emilia Rojas