Los manifestantes que exigen la renuncia del presidente Jovenel Moise han convocado nuevas protestas para este domingo y lunes, antes incluso de conocer las medidas anunciadas por el primer ministro Jean-Henry Céant.
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El primer ministro de Haití, Jean-Henry Céant, anunció la noche del sábado (16.02.2019) una serie de medidas para tratar de paliar la crisis económica y luchar contra la corrupción, en un intento por apaciguar las violentas protestas que reclaman la dimisión del presidiente Jovenel Moise y que se han cobrado la vida de siete personas.
"La primera decisión es recortar el presupuesto del Primer Ministro en un 30% sugiriendo a la presidencia y al Parlamento que hagan lo mismo", dijo Céant. Entre las medidas anunciadas por Céant figuran la reducción de los precios de los alimentos, la discusión de un aumento del salario mínimo y la reducción de los gastos de la administración pública, aunque advirtió de que "sólo van a ser útiles si discutimos juntos".
"Hay que eliminar todos los privilegios innecesarios para los altos funcionarios del estado, como el gas, el teléfono, los viajes innecesarios al extranjero y la cantidad de consultores", agregó Céant durante una comparecencia de veinte minutos en criollo retransmitida en la televisión estatal. Sin esperar el discurso del primer ministro, que ya había advertido que anunciaría medidas para frenar la situación, algunos grupos de oposición ya habían lanzado varias convocatorias de manifestaciones en la capital para el domingo y del lunes.
Las manifestaciones se iniciaron el 7 de febrero, fecha del segundo aniversario de la llegada al poder de Moise, en medio de una severa crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por la crisis de electricidad derivada de la escasez de combustibles. El presiente había mantenido silencio hasta el jueves. Este sábado se vivió una jornada más calmada, que los manifestantes aprovecharon para avituallarse.
lgc (efe/afp)
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Asentamientos informales en Latinoamérica
La falta de techo digno es un problema extendido en América Latina. Es por esta razón que la ONG Techo existe: la organización solidaria ayuda a miles de familias a mejorar situaciones precarias de vivienda.
Imagen: Techo.org
Desigualdad y pobreza
Los asentamientos informales son grupos de ocho o más familias que viven en un terreno que posee una situación irregular en términos legales y que al menos tienen la falta de acceso formal a un servicio básico como electricidad, agua o alcantarillado. Muchas veces las viviendas están construidas con materiales de desecho. La ONG Techo busca erradicar estos asentamientos de América Latina.
Imagen: Techo.org
Cruzada de acción e ideas
Más de 104 millones de personas viven en asentamientos irregulares en zonas urbanas de América Latina, según cifras de Techo. La organización apoya a comunidades en toda la región para salir de la extrema pobreza con programas de vivienda, infraestructura, educación y trabajo. Este proyecto comunitario en Costa Rica (foto) es un ejemplo.
Imagen: Techo.org
Todo comenzó en Chile
El proyecto nació en el país sudamericano en 1997 cuando un grupo de universitarios, junto al jesuita Felipe Berríos, lanzó una campaña para erradicar los asentamientos informales. Un Techo para Chile proponía dedicar un fin de semana o las vacaciones para construir viviendas de emergencia en conjunto con familias que vivían en condiciones inaceptables.
Imagen: Techo.org
Un Techo para Latinoamérica
A Chile le siguió primero El Salvador, luego Perú y el resto de la región con el nombre de “Un techo para mi país”. Hoy, la ONG está presente en 19 países de América Latina y el Caribe y se conoce globalmente como Techo. Con 900.000 voluntarios, es la mayor organización solidaria de la región. La participación de los vecinos, como en esta reunión en Haití, es clave.
Imagen: Techo.org
Trabajo en cooperación
El proyecto de construcción en conjunto entre voluntarios y las propias familias necesitadas ha permitido acercar a personas que, en una misma ciudad o país, viven en condiciones muy desiguales. Los voluntarios de Uruguay (foto), al igual que en el resto de América Latina, trabajan por una sociedad más justa e inclusiva.
Imagen: Techo.org
Líderes por el desarrollo comunitario
Los voluntarios han ayudado a construir más de 112.000 viviendas de emergencia y más de 6.700 familias han accedido a soluciones permanentes. Techo promueve el desarrollo comunitario, la participación de los pobladores y la formación de liderazgos, como ocurre en esta comunidad en Guatemala.
Imagen: Techo.org
Caminos compartidos
Problemas como vías deficientes, basurales o falta de acceso a los servicios básicos son dificultades habituales que enfrentan los pobladores de asentamientos irregulares en América Latina. El trabajo de los líderes locales permite identificar las necesidades y buscar soluciones conjuntas. En este barrio en Panamá, voluntarios y vecinos construyen un camino pavimentado.
Imagen: Techo.org
Techo llega a Alemania
Jóvenes alemanes que hicieron prácticas en Techo o han conocido la realidad de la pobreza en América Latina formaron, hace dos años, una asociación que busca recaudar fondos, sumar voluntarios y promover esta causa. Con la bandera de Techo, Timo Kolbenschlag y Thilo Hagedorn corrieron la maratón de Mannheim en 2014.
Imagen: Techo- Alemania
Techo-Alemania: campaña por Haití
El año 2016 los jóvenes voluntarios alemanes han recaudado 10 mil euros, con lo que ayudaron a la reconstrucción en Ecuador tras el terremoto. La actual campaña de Techo-Alemania busca reunir fondos para la reconstrucción en Haití. El proyecto inicial de Techo, de construir viviendas, es de especial relevancia ante embates de la naturaleza como el paso del huracán Matthew por la isla caribeña.