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Alemania discute el "gol fantasma"

Daniel Martínez21 de octubre de 2013

En Alemania no saben qué hacer ante el gol fantasma de Stefan Kießling del Leverkusen contra Hoffenheim y lo único claro, por ahora, es que repetir el partido es poco probable, y acusar de tramposo al jugador es injusto.

Así se remendó el hueco de la red por el cual entró el gol fantasma de Stefan Kießling para Leverkusen.
Así se remendó el hueco de la red por el cual entró el gol fantasma de Stefan Kießling para Leverkusen.Imagen: picture-alliance/dpa

Técnicamente, para conceder un gol no es suficiente que el balón esté dentro del arco, pero para avalar su legalidad, o su existencia, como en el caso que ocupa actualmente con tanto fervor a la Bundesliga, basta una decisión arbitral, así esta sea equivocada.

El fútbol alemán, dos días después de haber acontecido el curioso e insólito hecho, ya no discute sobre si hubo o no gol, pues en torno a su inexistencia hay unanimidad. Ahora el debate que ocupa al país se traslada al campo jurídico y moral: ¿se debe repetir el partido?, ¿qué pasa con la autoridad del árbitro?, ¿dónde queda el fair play?

Una solución improbable

Para muchos observadores, ordenar la repetición del partido sería una decisión salomónica de la Federación Alemana de Fútbol, DFB, para ponerle fin al problema. Las cosas, sin embargo, no se pueden arreglar con tanta facilidad, pues ello le abriría la puerta a la posibilidad futura de que todos los errores arbitrales que se puedan documentar con imágenes de video den pie a una reclamación que conlleve a jugar de nuevo cada vez.

Este es por lo menos el argumento central de la posición de la FIFA en estos casos. Para la organización rectora del fútbol las decisiones de los árbitros son sagradas, incluso cuando son injustas y erradas. El vicepresidente de la DFB, Reiner Koch, ha explicado este principio a la opinión pública alemana, a la que le recordó que ya en 1997 la Bundesliga tuvo su caso precedente.

En aquella oportunidad el árbitro del partido entre 1860 Múnich y el Karlsruhe le concedió al primer equipo un gol que no fue. La protesta fue desestimada por la FIFA, que determinó que las decisiones de los árbitros son inapelables. “Y no hay que olvidar: la FIFA es el máximo guardián de las reglas del fútbol, la última palabra es la suya”, recordó Koch.

Desde esta perspectiva son pocas las posibilidades de que el Hoffenheim triunfe con su petición de volver a jugar el partido contra Leverkusen. Este club, por su parte, anunció que aceptará hacerlo si así lo decide el tribunal deportivo. Eso sí, bajo la condición de que sólo se repitan los últimos 20 minutos, y se arranque con un marcador de 1-0 a su favor.

Kießling, el chivo expiatorio

Y mientras el tribunal deportivo de la DFB se pone cita para estudiar el caso, lo que no sucederá antes de la próxima semana, la afición del fútbol discute sobre quién es el principal culpable de lo sucedido en Hoffenheim.

Hay voces que critican al autor del gol fantasma, Stefan Kießling, y no faltan algunas que lo acusan de tramposo. Entre ellas está la del exentrenador Ralf Ragnick, quien llevó al Hoffenheim a la primera división: “Kießling perdió una gran oportunidad de hacer algo grande por el fair play. Su lenguaje corporal mostró claramente que él sabía que no hubo gol, que el balón no había entrado correctamente”.

El autor del gol fantasma, Stefan Kießling, conversa con el director deportivo del Leverkusen, Rudi Völler.Imagen: picture alliance / dpa

El gerente del sindicato de jugadores profesionales de Alemania, Ulf Baranowsky, lamentó que al futbolista se le esté adjudicando el papel de chivo expiatorio. “El jugador no es el culpable de lo que está pasando, la responsabilidad es de quienes montaron la red del arco, y de una desafortunada cadena de acontecimientos que se derivaron a continuación.

Stefan Kießling goza del respeto y el apoyo de la familia futbolística alemana, y para él, como para el sindicato del cual es miembro, fair play es un concepto que se escribe con letras mayúsculas”, declaró Baranowsky en diálogo con la Deutsche Welle.

El gran ganador

Ante errores humanos como el cometido por el árbitro Felix Brych, quien concedió el gol fantasma, el gran ganador es la tecnología. “Nuestro sistema hubiera evitado esa equivocación, pues habría avisado que el balón no entró al arco atravesando esa cortina invisible que tenemos instalada sobre la línea de meta”, contó al periódico Welt am Sonntag Dirk Broichhausen, gerente de la firma GoalControl que cuenta con la confianza de la FIFA y ya aplicó la ayuda tecnológica en uno de sus grandes torneos, la Copa Confederaciones de Brasil 2013.

Para el sindicato de futbolistas alemanes la tecnología es también la mejor solución a problemas como los que se han generado con el gol fantasma de Stefan Kießling. Al respecto Ulf Baranowski indicó: “nosotros apoyamos la introducción de esa ayuda en la Bundesliga, y aunque los errores arbítrales hacen parte de la atracción del fútbol, creo que en Alemania contaremos pronto con ella como consecuencia de lo que está pasando”.

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