El golpe de Trump a los remedios importados: quiénes pierden
29 de septiembre de 2025
La noticia llegó de la misma manera que otros anuncios arancelarios del presidente estadounidense: de repente, a través de las redes sociales y con muchas incógnitas.
En un mensaje publicado el jueves (25.09.2025) por la noche en su plataforma Truth Social, Donald Trump anunció nuevos y fuertes aranceles sobre las importaciones farmacéuticas a Estados Unidos.
"A partir del 1º de octubre de 2025, aplicaremos un arancel del 100% a cualquier producto farmacéutico de marca o patentado, salvo que la empresa esté construyendo una planta de producción en Estados Unidos”, escribió.
Hasta ahora, los productos farmacéuticos habían estado exentos de los llamados aranceles recíprocos que Trump anunció en abril.
La razón principal era que, a comienzos de este año, el Gobierno había iniciado una investigación en materia de seguridad nacional sobre la posibilidad de aplicar aranceles a estos productos.
¿Qué significa para las farmacéuticas?
En su mensaje, Trump mencionó dos posibles excepciones. La primera: los aranceles no se aplicarán a los llamados medicamentos genéricos, aparentemente refiriéndose a fármacos que contienen los mismos ingredientes y se utilizan de la misma manera que los medicamentos de marca ya existentes, originalmente protegidos por patentes químicas.
Sin embargo, la distinción no está bien delimitada. “En teoría, hay una gran diferencia entre unos y otros, pero en la práctica existen muchos genéricos de marca. Todo eso quedó mezclado en el anuncio de Trump. Aún no sabemos cómo se aplicará”, explicó a DW Deborah Elms, directora de política comercial de la Fundación Hinrich en Singapur.
La segunda excepción: las compañías que ya produzcan en Estados Unidos o que estén construyendo fábricas en el país no pagarán los nuevos aranceles. Trump aclaró que "is building" ("en construcción”) se definirá como "en etapa de inicio" y/o "en construcción". Por lo tanto, "no habrá aranceles para estos productos farmacéuticos si la construcción ha comenzado", agregó.
Elms advirtió que esta cláusula puede resultar significativa, pero remarcó que, por ahora, todo se basa en un simple posteo en redes sociales. "Si fuera ejecutiva de una farmacéutica, ya estaría comprando una pala y cavando un hoyo para decir que estoy preparando la construcción de una planta”, ironizó.
Neil Shearing, economista jefe del grupo Capital Economics, coincide en que el impacto real podría ser menor de lo que parece a primera vista, ya que la exención para quienes producen en EE. UU. es "más relevante”. "Muchas de las mayores farmacéuticas del mundo ya tienen producción en el país o han anunciado planes para construir en el corto plazo. Eso las dejaría exentas de los nuevos aranceles”, escribió en una nota a clientes.
¿Qué países serían los más afectados?
De acuerdo con la base de datos Comtrade de Naciones Unidas, Estados Unidos importó en 2024 alrededor de 213.000 millones de dólares en productos farmacéuticos.
El Observatorio de Complejidad Económica del MIT identificó a Irlanda, Alemania, Suiza, Singapur e India como los cinco principales exportadores de medicamentos a EE. UU. en julio de 2025. La Unión Europea representa cerca del 60 % de todas esas importaciones.
No obstante, aún no está claro cómo se verán impactadas las farmacéuticas radicadas en Irlanda, Alemania u otros países europeos. En agosto, cuando se conocieron los detalles del acuerdo comercial entre EE. UU. y la UE, se estipuló que los aranceles sobre productos farmacéuticos se limitarían a un 15 %, en línea con la mayoría de las demás mercancías incluidas en el pacto.
El ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Irlanda, Simon Harris, afirmó que evaluará el impacto del anuncio, pero recordó que el acuerdo de agosto estableció un tope del 15 % para esos aranceles. "Eso sigue vigente”, aseguró en un comunicado.
Ken Peng, jefe de estrategia de inversión en Asia de Citi Wealth, sostuvo que la exención para los genéricos beneficiaría a países como India y China, que en general no exportan medicamentos de marca al mercado estadounidense.
En tanto, Nathalie Moll, directora general de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas, advirtió que las nuevas medidas "aumentarán los costos, alterarán las cadenas de suministro e impedirán que pacientes accedan a tratamientos que salvan vidas”.
¿Y los consumidores en EE. UU.?
Trump ha sostenido reiteradamente que los aranceles favorecen a los consumidores estadounidenses. Pero Elms considera que esta vez ocurrirá lo contrario: "Los pacientes van a pagar mucho más por los medicamentos”.
La especialista admite que, a largo plazo, podría haber beneficios, como asegurar la producción local. Sin embargo, recordó que los costos de fabricación en Estados Unidos son muy altos y que, en muchos casos, resulta más eficiente producir en otros países.
En consecuencia, anticipa precios más elevados y menor disponibilidad de medicamentos importados. "En muchas ocasiones, esos productos no llegarán a los pacientes en Estados Unidos. Entonces también se trata de un problema de acceso. ¿Cuál es el beneficio para el consumidor? Casi ninguno”, concluyó.
(md/cp)