El guatemalteco César Díaz gana la Cámara de Oro en Cannes
25 de mayo de 2019
"Nuestras madres" se centra en la búsqueda de los desaparecidos en las masacres de poblaciones mayas.
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El cineasta guatemalteco César Díaz ganó este sábado el premio Cámara de Oro a la mejor ópera prima de la 72 edición del Festival de Cannes por "Nuestras madres".
Su película compitió en la Semana de la Crítica, sección paralela del certamen cinematográfico francés, y habla de las más de 200.000 víctimas y 45.000 desaparecidos que dejó el conflicto interno de su país, y de los familiares que sobrevivieron.
Un emocionado Díaz dedicó el premio a todo su equipo pero, sobre todo, a esas víctimas y "a las mujeres que siguen de pie y que nos dan una lección de vida".
"Nuestras madres" se llevó ya el miércoles el premio de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos (SACD) de la Semana de la Crítica.
Con la Cámara de Oro, Cannes distingue a la mejor ópera prima presentada en la selección oficial o en las paralelas Semana de la Crítica y Quincena de Realizadores.
Su jurado estuvo presidido por el cineasta camboyano Rithy Panh, que entre los 26 filmes aspirantes tenían en su criba, entre otras, "Sem seu sangue", de la brasileña Alice Furtado; "Ceniza negra", de la argentina Sofía Quirós Ubeda, y "Canción sin nombre", de la peruana Melina León.
Por otra parte, el griego Vasilis Kekatos ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje por "The Distance Between Us and the Sky", mientras que la argentina Agustina San Martín obtuvo la mención especial del jurado por "Monstruo Dios".
En total, once proyectos aspiraban al máximo galardón de ese apartado, entre ellos el también argentino "La siesta", de Federico Luis Tachella, o "White Echo", de la estadounidense Chloë Sevigny.
eal (efe, afp)
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Audrey Hepburn: 90 cumpleaños de un ícono de Hollywood
Audrey Hepburn fue una de las mujeres más fotografiadas del mundo, una de las diosas de la gran pantalla de Hollywood y un ícono para los diseñadores de moda. Este cuatro de mayo habría cumplido 90 años.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Hay mucho mundo por ver ..."
Con su papel y vestuario como Holly Golightly, en la película “Desayuno con diamantes” (1961), Audrey Hepburn se convirtió en una pionera de la moda. Mujeres de todo el mundo copiaron su estilo y el elegante “Little Black” se convirtió en un clásico. El papel de la dama de la fiesta no era tan divertido. Holly era una joven perdida en busca del amor.
Imagen: Paramount Pictures
Éxito como "Gigi"
Audrey Hepburn nació el 4 de mayo de 1929 en Bélgica y pasó de ser hija de una baronesa a ser actriz. Comenzó a actuar con 20 años de edad. Ella hubiese preferido bailar y cantar. Y pudo hacerlo directamente en Broadway, en Nueva York, con el papel principal de la versión musical de “Gigi”, de Colette, que le valió un renombrado premio de teatro en 1952.
Imagen: picture alliance / Everett Collection
Nobleza en juego
Al principio era bastante tímida e introvertida, confesó la joven Audrey Hepburn a un periodista de Hollywood. En Londres, esta hija de buena familia se formó como bailarina porque no tenía que aprenderse papeles hablados. A través de los musicales se dio rápidamente a conocer como una carismática actriz y bailarina. Hollywood comenzó a llamar a la puerta.
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La princesa y su vida a todo tren
El director de Hollywood Willian Wyler contrató a la joven de 24 años para su comedia “Vacaciones en Roma”. Audrey Hepburn obtuvo pronto el papel principal como princesa Anne, al lado de la superestrella Gregory Peck. Él hacía de reportero y la paseaba con una Vespa por las calles de Roma. Así se convirtió en una estrella internacional y recibió rápidamente su primer Oscar a la Mejor Actriz.
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Bailarina agraciada
Audrey Hepburn desarrolló una gracia inigualable en sus papeles. Su formación como bailarina de ballet, la posición política de sus padres en la Holanda ocupada por los nazis, todo influyó en sus dotes interpretativas. Aquí se la ve bailando con su compañero de reparto Mel Ferrer, en “La guerra y la paz” (1956).
Imagen: picture alliance/United Archives/IFTN
La monja más bella del mundo
En “La historia de una monja” (1959), Audrey Hepburn interpreta a una mujer con muchas dudas. Siente la vocación de monja, pero no puede seguir las estrictas reglas religiosas. Según algunos críticos, esta fue una de sus mejores actuaciones. Con sus expresiones, sus miradas y su voz pudo desarrollar al máximo su papel. El resto lo hizo el hábito.
Imagen: picture-alliance
Un gorrión en París
La película “¿Cómo robar un millón?” (1966) se rodó en París. En esta divertida cinta policial, la actriz pudo desplegar su talento como actriz de comedia. Como hija de un falsificador de arte, se enreda entre su simpático padre y un detective del que se enamora. El vestuario era obra de un amigo, el modisto Hubert de Givenchy.
Imagen: picture-alliance/dpa
Belleza a ciegas
“Espera la oscuridad” (1967) es un thriller sobre una mujer ciega expuesta a un crimen brutal. El compañero de reparto de Audrey, Alan Arkin, tuvo dificultades para actuar. No quería asustar ni atacar a la delicada mujer. Aun así, se lograron escenas muy buenas. Audrey Hepburn interpreta a la mujer asustada con su acostumbrada gracia.
Imagen: ullstein bild - United Archives
Sin “final feliz”
En “La calumnia” (1961), las maestras Karen (Audrey Hepburn) y Martha (Shirley MacLaine) se conocen en un internado para niñas. La escuela goza de excelente reputación, hasta que una colegiala difunde un rumor sobre la supuesta homosexualidad de las profesoras, lo que causa la ruina de la escuela y destruye las dos vidas. En la imagen, MacLaine y Hepburn con su compañero de reparto, James Garner.
Imagen: Imago
Con todos los galanes
Entre los compañeros de Audrey Hepburn estaban los grandes galanes de Hollywood. Gary Cooper, Gregory Peck. Humpfrey Bogart, Fred Astaire, Peter O´Toole, Burt Lancaster y Cary Grant, que le doblaba la edad. Fue su compañero de reparto en la comedia “Charada” (1963) y ambos obtuvieron por ella un Globo de Oro.
Imagen: picture-alliance/ KPA
Estrella y embajadora de UNICEF
Audrey Hepburn no se gustaba mucho a sí misma. Pensaba que tenía los dientes torcidos, y las orejas y los pies grandes. Según reconoció más tarde, nunca pensó que podría hacer carrera en la industria del cine. Al final trabajó en 30 películas y recibió casi tantos premios. Posteriormente, la actriz se dedicó a viajar como embajadora de UNICEF. Falleció el 20 de enero de 1993.