Las reservas pesqueras de todo el mundo se han reducido dramáticamente y no pueden resistir la enorme presión que representa la explotación exagerada por parte de las flotas pesqueras del mundo entero.

Según un estudio de la Comisión Europea, hacia principios de la década de los 70, en las aguas territoriales de la Unión Europea existían hasta un 90% más de peces de lo que hay actualmente. Especial peligro corren los bancos de arenque y bacalao. Estas especies, que tienen su hábitat en el Mar del Norte se han diezmado en los últimos 20 años en más de un 60%.

No habrá más subsidios

Respondiendo a esta trágica realidad, los ministros de Pesca de la Unión Europea han presentado una propuesta que prevé entre otras cosas, reducir drásticamente las cuotas de pesca hasta en un 60 por ciento. Además cancelarán los fondos de Bruselas para la construcción de nuevos barcos pesqueros.

Por otra parte se destinarán 272 millones de euros hasta el año 2006, para el desguace de 8600 barcos, lo que representa el 9% de la flota comunitaria que navega con la bandera de un país integrante de la Unión Europea. También se ayudará a los pescadores afectados por las medidas correctivas, con un fondo de 460 millones de euros.

A pesar de que algunos países de la Unión Europea critican los nuevos lineamientos, prevalece el consenso. La Comisión se muestra convencida de que a fines de este año se habrá aprobado el paquete de reformas.

"Reformas brutales"

Alemania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Austria, el Reino Unido, Finlandia y Suecia favorecen y apoyan las propuestas generales de la Comisión Europea. Al contrario los países mediterráneos como España, Francia, Italia, Portugal y Grecia han llamado "brutal" el proyecto de reforma pesquera propuesto por Bruselas, ya que significará enormes pérdidas de puestos de trabajo.

Sin embargo y como sostienen partidos ecologistas, es inútil oponerse a estos planes, pues Europa se encuentra ante un reto enorme para lograr que sus reservas pesqueras vuelvan a recuperarse, lo que a su vez garantizaría la supervivencia de pescadores europeos y de la industria pesquera a largo plazo en el viejo continente.