El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), protagoniza una controversia con la comunidad judía de su país, tras señalar, el 29 de junio de 2022, a uno de sus miembros, crítico del gobierno, de tener un pensamiento "hitleriano". López Obrador apuntaba al comentarista de prensa Carlos Alazraki, quien, a su juicio, sigue un pensamiento ultraconservador que equipara con el del dictador nazi Adolf Hitler.

La comunidad judía de México "rechaza el uso del término hitleriano para referirse a cualquier persona" y considera "lamentable e inaceptable" cualquier comparación con el "régimen más sanguinario de la historia", replicó el Comité Central de la Comunidad Judía de México en un comunicado.

El mandatario rehusó disculparse, afirmando que, en el mundo, persisten las ideas de líderes acusados de graves crímenes contra la humanidad como Hitler, el italiano Benito Mussolini, el ruso Josef Stalin o el español Francisco Franco.

Agresión por medio de la estigmatización

El columnista José Miguel Calderón de sdp noticias pidió a la comunidad judía, en nombre de todos los mexicanos, perdonar a AMLO porque "no sabe lo que dice”. Calderón agrega que AMLO, "en su sempiterna rivalidad con los periodistas que le critican, nos sorprendió descalificando a Carlos Alazarki como "hitleriano”, en una absurda referencia al dictador nazi que condujo a la muerte a millones de personas en Europa durante la II Guerra Mundial”.

El Centro Simón Wiesenthal, cuya sede en América Latina está en Buenos Aires, documenta casos de antisemitismo en el mundo, y aunque no incluye a América Latina en los llamados "Top ten”, sí registra los recientes eventos y ha pedido a los Gobiernos tomar medidas en contra.

¿No saben lo que hacen ni lo que dicen?

En América Latina las menciones, los simulacros, las parodias y los insultos contra la comunidad judía o que minimizan el Holocausto y la tragedia ocasionada por el regimen nazi de Adolfo Hitler parecen ser recurrentes. ¿Antisemitismo, ignorancia o ambas?

Uno de los casos más escandalosos de los últimos años sucedió en la ciudad de Tuluá, en el oeste de Colombia. En noviembre de 2021 una escuela regional de Policía realizó un "evento pedagógico" con esvásticas, uniformes nazis y un perro pastor alemán para "recrear" un ambiente supuestamente alemán, en cuya escena aparecía alguien disfrazado de Adolfo Hitler. "El Gobierno de Colombia, empezando por el mismo presidente, Iván Duque, condenó sin matices el evento", reseña El País de Cali.

Piden "reforzar la pedagogía en centros educativos"

Las embajadas de Alemania e Israel en Bogotá no tardaron en expresar su "total rechazo a cualquier muestra de apología al nazismo" en un comunicado conjunto."Eventos como este son indignantes y ofenden de manera directa no solo a los judíos, sino también a todas las víctimas del régimen nazi y sus criminales", manifestaron las delegaciones diplomáticas, que hicieron un llamado al Gobierno de Colombia para "reforzar la pedagogía en las instituciones oficiales y el sistema educativo sobre el Holocausto". También aprovecharon la ocasión para pedir que Bogotá se adhiera a la Alianza Internacional de Conmemoración del Holocausto.

Otro caso destacado este año es la presunta "confusión” del excandidato a la presidencia de Colombia, Rodolfo Hernández,  que dijo "admirar a Hitler”, cuando habría querido decir "Einstein”. Este es otro de los episodios vergonzantes de la minimización del dictador nazi. 

La intepretación peruana de la leyenda de las autopistas de Hitler

En abril de este a el Gobierno de Pedro Castillo tuvo que pedir disculpas. Su primer ministro, Anibal Torres, destacó la "visión" de Adolf Hitler en cuanto a la construcción de carreteras: “Italia y Alemania eran igual que nosotros. En una oportunidad, Adolfo Hitler visita el norte de Italia y Mussolini le muestra una autopista de Milán a Brescia. Hitler fue a su país y lo llenó de autopistas, de aeropuertos y convirtió Alemania en la primera potencia económica. Tenemos que esforzarnos para mejorar nuestras vías, no solo las que conducen de una ciudad a otra, sino de una chacra hasta el mercado para que el campesino pueda sacar sus productos”. El estupor trascendió las fronteras del país andino. 

Estigmatización con bendición del régimen venezolano

Durante la Cumbre de las Américas de Panamá en 2015, el Centro Simon Wiesenthal llamó públicamente al Gobierno de Venezuela a "no ser cómplice de los ataques a la comunidad judía venezolana".

Los antecedentes antisemitas en Venezuela venían siendo denunciados desde 2013, tras crónicas difamatorias sobre los judíos publicadas por medios pro-chavistas como "Kikiriki" y "aporrea.org”. Dichas publicaciones retomaban leyendas que asocian a los judíos con la codicia y la riqueza y vinculaban al líder opositor Henrique Capriles a "supuestas conexiones sospechosas con líderes judíos venezolanos”.

Por último, rechazando la conducta del presidente de México, el Comité Central y de la Tribuna Israelita, expresó: "Toda comparación con el régimen más sanguinario de la historia es lamentable e inaceptable”.

(ms)