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El incendio en Cuba y la precariedad de sus infraestructuras

8 de agosto de 2022

El incendio provocado por el impacto de un rayo en un tanque de almacenamiento de combustible en la ciudad cubana de Matanzas abre de nuevo el debate sobre el estado de las infraestructuras en Cuba.

Un rayo cayó sobre un tanque de almacenamiento de crudo en Matanzas, provocando un incendio que desencadenó varias explosiones.
Un rayo cayó sobre un tanque de almacenamiento de crudo en Matanzas, provocando un incendio que desencadenó varias explosiones.Imagen: Ramon Espinosa/AP Photo/picture alliance

La tragedia comenzó el viernes (5.8.2022), cuando un relámpago cayó sobre un tanque que forma parte de una planta almacenadora de combustible, con un total de ocho enormes depósitos. Poco después de que las aterradoras imágenes de Matanzas dieran la vuelta al mundo, las interpretaciones, las teorías conspirativas y las culpas políticas se extendieron por Internet. ¿Quién era responsable de la tragedia que ha dejado al menos un muerto, 16 desaparecidos y un centenar de heridos?

"Nunca se pueden descartar accidentes de este tipo en ninguna parte del mundo", afirma el politólogo alemán Bert Hoffmann en entrevista con DW. Sin embargo, cuando es necesario ahorrar en mantenimiento, aumenta la probabilidad de defectos técnicos, añade Hoffmann, director de la oficina de Berlín del Instituto alemán de Estudios Regionales GIGA, con sede en Hamburgo.

Según se sabe hasta el momento, en Matanzas falló el sistema de pararrayos, lo que indica una posible falta de mantenimiento. "Durante muchos años, la inversión en el mantenimiento de las infraestructuras de todo tipo ha sido insuficiente. Las divisas son escasas y se utilizan para otras cosas además del mantenimiento. Esto se puede ver en los edificios deteriorados de La Habana, pero también en todo el sector productivo. Con el tiempo, la infraestructura se debilita y es más susceptible de sufrir defectos", constata Bert Hoffmann.

Más que un accidente casual

"Se trata de un accidente trágico. Eso parece evidente", afirma Ted Henken,  profesor de sociología y estudios latinoamericanos de la Universidad de Nueva York. "Sin embargo, un rayo no debería provocar una crisis de esta magnitud, porque debería haber sistemas de protección en lugares donde se guarda el petróleo", añade Henken.

Cuba vive actualmente una profunda crisis económica y energética, con extensos apagones que desde hace meses afectan a distintas zonas de la isla -y desde agosto también a La Habana-, a veces con hasta 10 horas consecutivas sin servicio de electricidad. Los cortes eléctricos, ocasionados por fallos y roturas en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados, son cada vez más frecuentes en el país.

Descontento social en Cuba

La escasez afecta de forma notable a la vida diaria y amplifica el descontento social en Cuba. Ya el pasado año, los apagones fueron una de las razones detrás de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, a juicio de los analistas. Sin embargo, Bert Hofmann no cree que los apagones o la escasez general lleven a una nueva ola de protestas contra el régimen cubano. "Parece que hay menos ánimo de protesta que de resignación", dice.

Ted Henken traza la conexión con otros regímenes autoritarios en América Latina: "Como vemos en Venezuela, como vemos en Nicaragua y como vemos en Cuba, siempre se puede poner peor la situación sin poner en peligro la supervivencia del régimen".

Ambos expertos consultados ven agotado el potencial de resistencia entre los cubanos, por lo menos por el momento. "Los cubanos tenían esperanzas con la llegada del presidente Díaz-Canel al poder y con la apertura de Obama pero nada cambió", dice Ted Henken.

El turismo no levanta cabeza

Una fuente importante de divisas, el turismo, tampoco alcanza para aliviar la crisis económica. Antes de la pandemia, alrededor de medio millón de los aproximadamente once millones de cubanos trabajaban en la industria del turismo estatal, que representaba alrededor del diez por ciento del producto interno bruto en 2020. El turismo en Cuba ya había experimentado un descenso en 2019, en parte debido al endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos con Donald Trump.

"El turismo regresa solo de manera muy lenta a la isla y los estadounidenses tampoco son parte de ese regreso. Aunque la administración de Biden ha hecho algunas cosas para suavizar las medidas de Trump, no ha regresado a las políticas de Obama y no tiene interés en hacerlo. Lo único que quiere es evitar una crisis migratoria", analiza Ted Henken.(ms)

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