"El rehén alemán y los cuatro rehenes afganos que dijimos haber matado siguen con vida", rectificó Jussuf Ahmadi, portavoz talibán, en una conversación telefónica con la agencia de noticias AFP. Durante todo el fin de semana, Ahmadi sostuvo que los dos ingenieros germanos secuestrados habían sido asesinados en respuesta a la negativa del Gobierno de Berlín a negociar una salida de sus tropas de Afganistán.

El cuerpo de uno de los ingenieros fue hallado sin vida en la provincia de Maidan Wardak, y ha sido ya repatriado. "En un primer análisis, los funcionarios alemanes pudieron detectar señales de disparos", declaró el portavoz del ministerio alemán de Exteriores, Martin Jäger. Pero la hipótesis de que haya sido un infarto lo que le provocó la muerte no queda con ello descartada. "Por ahora no se puede determinar con seguridad la causa del fallecimiento", señaló Jager, por lo que habrá que esperar a los resultados de la autopsia.

Negociando la liberación

Junto a los dos alemanes fueron secuestrados cinco afganos, de los cuales uno se encuentra en libertad. Fue este hombre quien aseguró que el ingeniero alemán muerto, de 44 años, había sufrido un colapso durante una marcha a pie por la montaña a la que les sometieron sus captores, y que fue entonces cuando dispararon contra él.

El afgano ha asegurado también que el segundo alemán y sus cuatro compatriotas se encuentran con vida, provocando la confirmación posterior del portavoz talibán. Los medios de comunicación alemanes aseguran que durante el fin de semana se produjo el primer contacto entre los secuestradores y un mediador, y la cadena de televisión pública ARD informa entretanto que el Gobierno alemán conoce incluso el lugar en el que se encuentran los rehenes.

Así, Berlín espera poder lograr una pronta salida a la crisis y una rápida liberación de los aún capturados, para lo que los talibanes ya cuentan con nuevas exigencias. Por primera vez, los rebeldes se dirigen directamente al Parlamento alemán: dado que el Gobierno rechazó replegar a sus soldados de Afganistán, piden ahora la liberación de 10 combatientes talibán presos en cárceles afganas.

Pese a todo, la posibilidad de que el secuestro no tenga más que una motivación criminal, lo que facilitaría las negociaciones, sigue considerándose. En realidad, existen serias dudas respecto a que los rehenes estén, o hayan estado en algún momento, en poder de los talibanes. Los expertos barajan más bien que el secuestro tenga relación con un conflicto tribal, manipulado desde el principio a favor de fines propagandísticos talibanes.

También con vida

Quines también se encuentran todavía con vida son los otros 23 surcoreanos secuestrados en el país. Según los insurgentes talibanes que los mantienen presos, los rehenes gozan de buena salud y cualquier intento de rescatarlos por la fuerza pondrá en riesgo sus vidas.

Los captores extendieron el domingo el plazo límite dado al Gobierno de Corea del Sur para que retire sus tropas de Afganistán y al Gobierno de Kabul para que libere a prisioneros talibanes hasta las 14:30 GMT del lunes, siendo ampliado de nuevo por otras 24 horas.

Los 23 coreanos son misioneros y pertenecen a la "Iglesia Saemmul" de Bundang, una ciudad en las afueras de la capital surcoreana. La mayoría de ellos tiene entre 20 y 30 años, y el grupo incluye a enfermeras y profesores de inglés.