El Instituto Goethe aprovecha su 70 cumpleaños para mirar hacia atrás y publicar una "autobiografía" de su labor. No somos un "sabelotodo global", dice la presidenta del Goethe, Carola Lentz, en entrevista con DW.
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Una mirada autocrítica hacia el pasado, llena de experiencia en la enseñanza del alemán y como embajador de la imagen de la Alemania contemporánea en el mundo. Así puede resumirse la biografía del instituto publicada por la editorial Klett-Cotta-Verlag de Maguncia. La presidenta del Instituto Goethe, Carola Lentz, recién nombrada el año pasado, lo escribió junto con la etnóloga Marie-Christin Gabriel. Y no como una típica publicación de aniversario: más bien, Lentz y Gabriel echan un vistazo crítico y analítico a una historia, como subraya Carola Lentz en una entrevista con DW, de "reinvención permanente".
Comienza en la Alemania de la posguerra, en 1951, cuando se inaugura el Instituto Goethe en Múnich, seis años después del cierre forzoso de su predecesor. La "Academia Alemana", fundada en 1925, se había convertido en una herramienta del Estado nazi. Al final de la guerra los estadounidenses disolvieron lo que consideraban el "centro de propaganda y espionaje de los nazis en toda Europa". La refundación del Instituto Goethe marcó un nuevo comienzo político.
Nuevo comienzo con cursos de alemán
Al principio, el Instituto Goethe traía a Alemania a profesores de alemán de todo el mundo para formarlos. Sin embargo, pronto se centró en la enseñanza de idiomas en el extranjero. Para ello se fundan institutos en el extranjero, el primero en Atenas en 1952. Para1961, se habían fundado 53 institutos más, y hoy hay 158 en 98 países.
Entre 1958 y 1963, África se convierte en el centro de atención del Instituto Goethe, y pronto una red de sucursales cubre el continente africano. Las figuras culturales alemanas son enviadas de gira a las bases Goethe de todo el mundo: el músico de jazz Albert Mangelsdorf, por ejemplo, inspira a partes de Asia con su cuarteto y la música psicodélica electrónica de Alemania se escucha en Kabul.
Uno de los capítulos más apasionantes de la historia del Instituto se desarrolla en la Guerra Fría. Los bloques políticos de Oriente y Occidente se enfrentan armados hasta los dientes. En el ámbito de la política cultural exterior, la Alemania dividida también luchó por el poder y la influencia, pero no solo desde Múnich: la RDA abre en el extranjero Institutos Herder -también fundado en Leipzig en 1951- que también ofrecen cursos de alemán. La competencia entre Alemania Oriental y Occidental continúa hasta la caída del Muro en 1989.
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Reto de los regímenes autoritarios
Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 también modifican la labor del Instituto Goethe: el diálogo y el entendimiento intercultural pasan ahora a ocupar un lugar destacado en la agenda. El Goethe cambia su enfoque hacia el fortalecimiento de las sociedades civiles y la prevención de conflictos. "En el trabajo cultural", cuenta la presidenta del Goethe, Carola Lentz, "nuestro mayor reto es lo que en inglés se llama "shrinking spaces", es decir, el auge de las tendencias antiliberales, de los regímenes autoritarios que intentan cada vez más restringir y controlar los espacios para las actividades artísticas e intelectuales." Para el Goethe esto significa averiguar dónde se puede seguir trabajando y dónde no, como ocurre actualmente en Bielorrusia. Según Lentz, sigue siendo importante "desarrollar formatos que, no obstante, permitan el intercambio y el encuentro".
Lentz, que vive en Maguncia y nació en 1954, es etnóloga y experta en África, una erudita hasta la médula. Desde hace exactamente un año está al frente del Instituto Goethe, que lleva al mundo lo que ella llama una "imagen muy diversa, diferenciada y polifacética de Alemania", "caracterizada por el recogimiento y la escucha". "No somos los sabelotodo globales", subraya la presidenta del Goethe.
Se trata de desarrollar respuestas comunes a cuestiones globales junto con los socios. "Con los diversos y enormemente emocionantes proyectos literarios, musicales, pictóricos, artísticos, que naturalmente también nos gusta mostrar, queremos entrar dialogar con personas de otras sociedades".
El programa del aniversario en Berlín es muy variado: tras un evento digital el 22 de noviembre, el 29 de noviembre se inaugura en la Hamburger Bahnhof de Berlín la exposición multimedia " Take Me to the River ", con respuestas artísticas al cambio medioambiental global. La exposición " Nation, Narration, Narcosis" explora el papel de los museos en la cultura de la memoria. Por último, la instalación interactiva "Muro que desaparece" ("Verschwindende Wand") convierte la diversidad europea en una experiencia sensorial en el edificio del Reichstag.
(gg/ms)
Instituto Goethe: 70 años de diálogo cultural
El 9 de agosto de 1951 se fundó el Instituto Goethe. Este rápidamente se convirtó en un embajador del idioma y la cultura de Alemania en el mundo entero.
Imagen: Michael Friedel/Goethe-Institut
Fundación en Múnich
Pasados solo seis años del fin de la II Guerra Mundial, se fundó en Múnich el Instituto Goethe, como sucesor de la Academia Alemana (Deutsche Akademie). Al comienzo, el instituto se ocupó principalmente de la capacitación de profesores de alemán extranjeros. En la foto, estudiantes de Ghana pasean en 1969 por la localidad bávara de Murnau.
Imagen: Michael Friedel/Goethe-Institut
Imagen positiva de Alemania
En los primeros tiempos, un objetivo central era también volver a transmitir una imagen positiva de Alemania, después de la guerra. El instituto Goethe ofrecía cursos de alemán en el país y el extranjero. En 1952 se abrió su primera sede en el exterior, en Atenas. La siguieron otras en diversas ciudades, como Mumbai, en India. (Foto de 1973).
Imagen: Michael Friedel/Goethe-Institut
"Propaganda y central de espionaje"
Políticamente, fue un nuevo comienzo. El instituto Goethe fue sucesor de la "Deutsche Akademie", que, desde 1941, se había convertido cada vez más en instrumento de los nazis. Las fuerzas de ocupación estadounidenses disolvieron en 1945 la academia, que consideraron "una central de propaganda y espionaje de los nazis en Europa". En la foto, estudiantes en Schwäbisch Hall, en la década del 70.
Imagen: Goethe-Institut
Klaus Doldinger en Pakistán
Con el tiempo se abrieron cada vez más sedes del Instituto Goethe en diversos países, varios de ellos en África y Asia. El instituto y sus representantes fueron bien recibidos en todos esos lugares: por ejemplo, el músico Klaus Doldinger (dcha.) viajó en nombre del instituto a Pakistán, donde tocó jazz con músicos locales.
Imagen: Goethe-Institut
Una red mundial
Los laboratorios de idiomas, como éste de 1984 en Múnich, eran el último grito en esa época. El Instituto Goethe ya había sido para ese entonces objeto de una reestructuración: desde 1960 se incorporaron a él instituciones culturales alemanas que operaban en el exterior, configurándose una red a nivel global. En la actualidad, 157 institutos promueven la cultura y el idioma alemán en 98 países.
Imagen: Michael Friedel/Goethe-Institut
Tensiones diplomáticas
En 1987, el humorista holandés Rudi Carrell causó polémica con un sketch transmitido en la TV alemana, en el que le lanzaban prendas de ropa interior al ayatola Jomeini, líder de la revolución iraní. Teherán reaccionó expulsando a diplomáticos alemanes y cerrando el Instituto Goethe.
Imagen: Dieter Klar/dpa/picture alliance
Nuevos institutos en el este
Cuando cayó la Cortina de Hierro, el Instituto Goethe expandió su labor hacia el este. En 1992, el entonces ministro de Relaciones Exteriores germano Klaus Kinkel inauguró una sede en Moscú. Tambén se extendió la red en territorio de lo que había sido la República Democrática Alemana (RDA).
Imagen: Goethe-Institut
Diálogo intercultural
Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 también tuvieron impacto en la labor del Instituto Goethe. El diálogo intercultural pasó al tope de la agenda. El instituto orientó su trabajo al fortalecimiento de la sociedad civil y la prevención de conflictos. La foto muestra una presentación del proyecto musical "Kunstdisco", en el Instituto Goethe de Seúl, Corea del Sur.
Imagen: Goethe-Institut
Bailando con un robot
En 2016, el Instituto Goethe inauguró su Simposio Cultural Weimar. En ese foro de debate, pensadores de todo el mundo abordan desde entonces los temas más acuciantes de nuestro tiempo. En 2019, por ejemplo, se trató el tema del vertiginoso cambio tecnológico y sus consecuencias para la humanidad. En la foto, el inventor taiwanés Huang Yi baila en 2019 con el robot industrial KUKA.
Imagen: Goethe-Institut
Año de Alemania
Con regularidad, el Instituto Goethe celebra eventos especiales en los que, en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores, se busca transmitir una amplia imagen de Alemania. Más de dos millones de personas tomaron parte en 2.800 eventos del "Deutschlandjahr" celebrado en EE.UU. en 2018/19. En 2017, el "Año de Alemania" tuvo lugar en México, y acudió la canciller Angela Merkel.
Imagen: Goethe-Institut
70 años de cultura
La ola de la digitalización también se impuso en el Instituto Goethe en tiempos de la pandemia. Con Carola Lentz como presidenta y Johannes Ebert como secretario general, el Instituto Goethe se propone celebrar en grande su septuagésimo aniversario en noviembre de 2021. Una página web interactiva repasará la historia de estos intensos años.