La última vez que quiso viajar a Estados Unidos, en 2004, Yusuf Islam fue retenido allí durante 24 horas en el aeropuerto y forzado a regresar a Gran Bretaña. Dos años más tarde, cabe suponer que se le brindará una bienvenida más grata, porque Yusuf está de gira para promocionar su último CD. Se trata del primer álbum que saca desde hace 28 años, es decir, desde que dejó de ser Cat Stevens. La otrora superestrella de la música pop se convirtió al Islam en 1977, comenzó a fundar escuelas de Corán y varias veces cayó bajo la sospecha de respaldar tendencias fundamentalistas islámicas.

Partidario del diálogo

Ahora está de regreso. Este fin de semana acudió incluso a uno de los programas de televisión más populares de Alemania. Si bien no era el marco adecuado para hablar de política, el cantautor aprovechó la oportunidad para presentarse como un pacífico y conciliador partidario del diálogo.

Lo mismo hizo en una entrevista concedida a la cadena de radioemisoras del norte de Alemania (NDR), en la que señaló: "No regreso realmente al negocio del espectáculo. Me siento más bien en una especie de misión, dirigida a tender puentes y reducir la brecha entre las comunidades y las culturas. Eso se acerca más a lo que yo hago. Tiene menos que ver con el negocio del espectáculo y más con la conciencia social".

El poder de la música

Yusuf se manifiesta claramente contra cualquier intento de provocar una "guerra de las culturas" o de las religiones. A su juicio, sólo las diversas interpretaciones de la religión producen tensiones. "Si seguimos la palabra de Dios, veremos que Moisés divulgó la palabra de Dios, Jesús divulgó la palabra de Dios, y también Mahoma divulgó la palabra de Dios. Los profetas no hablaron nunca de sí mismos y por eso nunca se pelearon. ¿Por qué pelean sus seguidores?", indica el cantante.

La música une a la gente y transporta "significados metafóricos y pensamientos que quizá no logramos expresar en la vida cotidiana", señala el compositor que la mayoría aún conoce como Cat Stevens. Por eso ha vuelto a tocar la guitarra y a presentarse en público. El dinero así obtenido lo destina a financiar proyectos humanitarios -desde Bosnia hasta Darfur- y las escuelas islámicas que apoya en Londres, aunque también reconoce que algo queda para él.

Críticas a la violencia fundamentalista

En el pasado se le acusó de haber apoyado la Fatwa del ayatollah Jomeini contra el escritor Salman Rushdie y de estar a favor de los atentados suicidas. Yusuf Islam lo niega. Afirma que los medios de comunicación tergiversaron las cosas y explica: "Esa forma de malinterpretar el Islam es una grave ofensa para la mayoría. Pregunte a cualquier musulmán qué piensa al respecto y todos le responderán lo mismo. El problema radica en que algunos extremistas han desarrollado su propia idea de cómo arreglar el mundo y el resultado está a la vista: el mundo se vuelve peor". Igualmente, subraya: "El Corán prohibe el suicidio. ¿Cómo se puede decir que está permitido? (...) Me temo que algunos musulmanes desgraciadamente han olvidado que la palabra 'Islam' viene de la raíz 'Salam' (paz) y han politizado profundamente el mensaje".

En opinión de Yusuf, el Islam es pacífico, como debería serlo cualquier religión. Ese es el mensaje que el cantante quiere difundir ahora nuevamente en los escenarios.