El próximo 4 de enero una corte británica decide si extradita o no a Estados Unidos al cofundador de WikiLeaks y periodista australiano, Julian Assange. Políticos alemanes piden sacarlo del aislamiento.
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La presión es grande: una celda en la prisión de alta seguridad de Belmarsh en Londres. Nils Melzer, Relator especial de la ONU sobre la Tortura, le dice a DW que Assange es mantenido bajo confinamiento solitario. Tras siete años de asilo en la embajada de Ecuador y ante la amenaza de pasar el resto de su vida detrás de los muros de una prisión estadounidense, Melzer considera esto como una "tortura". Durante 10 años, el australiano Julian Assange ha sido perseguido por las autoridades de EE. UU. como un enemigo de Estado. El 4 de enero, la jueza Vanessa Baraitser en Londres anunciará su decisión sobre si el periodista de investigación será extraditado o no a Estados Unidos.
Para Margit Stumpp, parlamentaria de los Verdes, este juicio es una "prueba de fuego para Occidente y sus valores". Ella es fundadora del grupo parlamentario "Libertad para Julian Assange", compuesto por representantes de diversos partidos alemanes. Según la política alemana, "en el curso de los procedimientos de extradición se está violando el Estado de derecho", dice a DW. Esto comienza con la negación al acceso al juicio como observadora. "Ni en Turquía, en donde he estado varias veces, tuve problemas para entrar a los tribunales", afirma. Una comparación poco halagüeña con Inglaterra.
Los dictadores se alegran
Los dictadores ya lo saben: la credibilidad del mundo occidental como defensor de los derechos humanos ha sido socavada por el enjuiciamiento de Julian Assange. ¿Un ejemplo? A principios de noviembre, la corresponsal de la BBC, Orla Guerin, se enfrentó al Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, con preguntas críticas sobre la libertad de prensa en su país. Aliyev respondió diciendo que, en vista del tratamiento de Assange, Inglaterra no tenía derecho a reprochar a otros estados en materia de derechos humanos y libertad de prensa.
Nils Melzer no solo es Representante Especial de la ONU para la Tortura. También enseña derecho internacional en la Universidad de Glasgow y está familiarizado con el derecho británico. Su veredicto sobre el manejo de Julian Assange es certero: "El proceso viola claramente las normas básicas de los derechos humanos, el debido proceso y el Estado de derecho". Además, dadas las revelaciones de Assange sobre los "crímenes de guerra, corrupción y otros crímenes graves" cometidos por las tropas estadounidenses, la motivación es obvia para Melzer: "EE. UU. está tratando de criminalizar el periodismo de investigación en Europa. Y el sistema británico, desafortunadamente, está siguiendo la pauta de Washington". El 21 de diciembre, Melzer apeló al presidente de EE. UU., Donald Trump, para que perdonara a Assange en sus últimos días en la Casa Blanca, algo que hasta ahora no ocurrió.
Defensores de derechos humanos conmocionados
Reporteros sin Fronteras (RSF) ha seguido el proceso de cerca bajo "lamentables circunstancias", revela Christian Mihr a DW. El director ejecutivo de RSF en Alemania estuvo en Londres durante el juicio y acusa a las autoridades británicas de "tratar de bloquear sistemáticamente a los observadores internacionales". Incluso el acceso a las grabaciones del proceso en video, inicialmente garantizado, fue retirado con poca antelación. A los pocos observadores no se les permitió entrar en la propia sala; tuvieron que seguir una mala transmisión de vídeo en una sala separada, en condiciones extremadamente incómodas, con frías temperaturas. Al final, Reporteros sin Fronteras fue la única ONG presente en el tribunal en cada día del juicio.
En cuanto a los testimonios de los testigos -la mayoría de los cuales fueron llamados por la defensa-. Mihr dice que no solo quedó claro que "esto es una cuestión de libertad de prensa". También ha quedado claro que "es una cuestión de vida o muerte para Julian Assange". Psicólogos y psicoterapeutas, e incluso un psiquiatra de la fiscalía, expusieron el preocupante estado de salud de Assange. "Existe un riesgo agudo de suicidio en las condiciones de confinamiento solitario", dijo Mihr.
En cuanto al veredicto del 4 de enero, Mihr tiene pocas esperanzas: "Siempre he dicho que este es un juicio político, con una inmensa presión política. Así que no me sorprendería que el tribunal accediera a extraditarlo".
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Apelación ante Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Cualquiera que sea el veredicto, ambas partes tienen la opción de apelar. Después de dos posibles instancias en el Reino Unido, el procedimiento de extradición podría acabar en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Así que la pregunta de si Julian Assange será extraditado a EE. UU. podría seguir pendiente por años.
Es por eso que el 8 de diciembre, el experto en tortura de la ONU Nils Melzer pidió a las autoridades británicas sacar inmediatamente a Assange de la prisión. Mientras duren los procedimientos de extradición, las autoridades británicas podrían ponerlo bajo arresto domiciliario. Melzer insistió en que Assange no era un delincuente condenado, sino que estaba detenido únicamente como medida preventiva hasta que se determinara el resultado de los procedimientos de extradición.
Hay ejemplos destacados de arresto domiciliario en tales casos. Al dictador chileno Augusto Pinochet, por ejemplo, se le permitió esperar su procedimiento de extradición en la comodidad de una mansión en las afueras de Londres en los años 90. En Navidad, al criminal de lesa humanidad se le permitió incluso pedir un sacerdote que voló exclusivamente a Londres.
(jov/ju)
Julian Assange: una vida en contravía
Tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., el fundador de WikiLeaks deja atrás años de cárcel y lucha judicial para evitar ser extraditado desde Londres. Una mirada a la azarosa vida de Julian Assange.
Imagen: Wikileaks/PA Wire/dpa/picture alliance
Assange, rumbo a la libertad
Tras más de 5 años en una cárcel de Londres, donde fue recluido después de que Ecuador le retirara el asilo político y lo entregara a la policía británica, Julian Assange abandonó la prisión, para cumplir el último capítulo de su odisea judicial en las Islas Marianas, territorio estadounidense de ultramar. Un recuento de la azarosa historia del fundador de WikiLeaks.
Imagen: Wikileaks/PA Wire/dpa/picture alliance
Un australiano itinerante
Julian (Paul) Assange nació en Townsville, Queensland el 3 de julio de 1971. Sus padres tenían una compañía teatral itinerante, por lo que asistió a 37 escuelas y 6 universidades en Australia. Ha sido programador, ciberactivista, periodista se hizo famoso por ser cofundador, editor y portavoz de WikiLeaks. Nunca terminó sus estudios de física y matemáticas.
Imagen: picture alliance/dpa
Un "programador" de secretos
Assange cooperó en la escritura del libro “Underground” (1977), de Suelette Dreyfus, como hacker de “Subversivos Internacionales”, por lo que en 1991 la Policía allanó su casa de Melbourne. Assange habría accedido a varias computadoras "para detectar errores de seguridad". Se declaró culpable de 24 delitos informáticos y fue liberado tras pagar multa de 2.100 dólares australianos.
Imagen: AP
Un hacker "de película"
Assange vivió luego como programador y promotor de software libre, convirtiéndose en experto y creador de lenguajes y programas cifrados. Entre estos, uno para proteger la identidad y los datos de activistas de derechos humanos. Assange alcanzó rápida fama como hacker, tanto que su vida fue filmada en 2013. Aquí una imagen de "El quinto poder", un drama protagonizado por estrellas del cine alemán.
Imagen: picture-alliance/dpa/Constantin Film Verleih
Un político frustrado
El 12 de diciembre de 2012 Assange anunció a través de Twitter la fundación del Partido WikiLeaks y su candidatura al Senado de Australia. No logró los votos suficientes.
Imagen: picture alliance/AP Photo
2006: la fundación de Wikileaks
WikiLeaks (del inglés leak, “fuga”, “goteo”, “filtración [de información]”) es una ONG sin ánimo de lucro, que publica informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes. Su base de datos creció a 1,2 millones de documentos. Julian Assange fue su principal fundador y está gestionado por The Sunshine Press.
Imagen: Reuters/A. Schmidt
Un delator de secretos
La organización se ofreció a recibir filtraciones que desvelaran comportamientos no éticos ni ortodoxos de gobiernos y regímenes totalitarios, pero también en asuntos relacionados con religiones y empresas de todo el mundo. Las acciones más destacadas de WikiLeaks se centraron en la actividad exterior de Estados Unidos, especialmente en relación con las guerras de Irak y de Afganistán.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
Assange, ¿un depredador sexual?
En agosto de 2010 la fiscal general de Suecia, Marianne Ny, emitió orden de arresto contra Assange, sindicado de abusos sexuales y violación durante una visita a Estocolmo. Assange habla de una campaña difamatoria. El 19 de mayo de 2017, la fiscalía sueca anunció que optaba por ponerle fin al caso, salvo que Assange volviera a Suecia antes de que el delito prescriba en agosto de 2020.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Sandberg
2010: Assange y el "Diario de la Guerra"
En octubre, Wikileaks publicó 400.000 documentos secretos en el "Diario de la Guerra de Irak". En diciembre, Assange se entregó a la Policía británica, pagó fianza, fue controlado por pulsera electrónica y entró en proceso de extradición por la orden de arresto emitida por Suecia.
Imagen: Reuters/N. Hall
Un "perseguido" en Londres
Después de fracasar su apelación, el 19 de junio de 2012, Assange se refugió en la Embajada ecuatoriana en Londres, donde pidió asilo político. Las autoridades británicas amenazaron con arrestarlo si abandonaba la sede diplomática. Ecuador accedió a estudiar la petición de asilo, que finalmente le otorgó en agosto de ese año. EE.UU. estaría detrás de la "persecución".
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Un hombre atrapado
El 16 de agosto del 2012, el otrora ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, anunció la concesión de asilo diplomático al fundador de Wikileaks, Julian Assange. Por lo que se esperaba que el Gobierno Británico concediera el salvo conducto para que Julian Assange puediera viajar a Ecuador. Hasta el 6 de febrero de 2018 aún permanecía atrapado en Londres
Imagen: Getty Images/AFP/D. Leal-Olivas
Un amigo de los gatos con cargo diplomático
El acompañante felino de Julian Assange es probablemente el gato mejor vestido del Reino Unido. Su función: acompañar y sugerir "normalidad". Menos amigable se mostró la administración de Donald Trump, que amenazaba con "mano dura contra filtraciones de información confidencial", como declaró recientemente Jeff Sessions, el fiscal general de Estados Unidos, cuando se le preguntó por Assange.
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Un "ecuatoriano" perdido en el limbo diplomático
El Gobierno ecuatoriano confirmó el 11 de enero de 2018 que concedió la naturalización a Julian Assange y aseguró que mantiene en la búsqueda de vías para solucionar la situación del ahora australo-ecuatoriano, una vez que el Reino Unido ha declinado acreditarlo como agente diplomático en la legación del país andino en Londres.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Augstein
Una "piedra en el zapato”
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dijo que la permanencia de Assange en la Embajada ecuatoriana de Londres es “una piedra en el zapato que heredamos”. Y propuso una “mediación", a la vez que expresó su desacuerdo con la decisión de haberle concedido a Assange estatus diplomático. Lenín Moreno indicó que Ecuador aboga por “la protección de la vida y el derecho a rehabilitarse”.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Buendia
¿Un rehén político?
La Justicia británica tenía orden de detención contra Assange "por infringir sus condiciones de libertad bajo fianza", según fallo del 6 de febrero de 2018. Los jueces rechazaron el argumento de sus abogados, que alegaban que la orden "no tenía sentido", tras la retirada en mayo de 2017 de la petición de extradición por presuntos abusos sexuales en Suecia.
Imagen: picture alliance/empics/D. Lipinski
Rumores de expulsión
En diversas oportunidades se rumoreó que el Gobierno ecuatoriano expulsaría a Assange de su sede diplomática en Londres. El propio portal WikiLeaks, anunció en su cuenta de Twitter una inminente expulsión el 5 de abril de 2019, lo cual fue desmentido por las autoridades de Quito.
Imagen: Reuters/P. Nicholls
El fin del asilo
Ecuador le retiró el asilo "por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia". La policía británica detuvo a Assange, "conforme al acuerdo de extradición entre EE.UU. y Reino Unido, debido a su implicación en una acusación federal por conspiración para infiltrarse en ordenadores al acordar sortear la clave de un ordenador del Gobierno con información clasificada".
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Assange ante el tribunal
Desde abril de 2019, Julian Assange está en una prisión de máxima seguridad en el este londinenese, en la cárcel de Belmarsh. El 7 de septiembre de 2020 compareció ante el tribunal central de Old Bailey, en Londres, donde se decidiría sobre el pedido de extradición de Estados Unidos. Allí se podría enfrentar a 175 años de prisión si es declarado culpable.
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Tribunal rechazó la extradición a EE. UU.
En la corte penal londinense de Old Bailey, la jueza Vanessa Baraitser consideró "demostrado" que Assange presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si era enviado a EE. UU., donde probablemente sería retenido en condiciones de aislamiento. La decisión, de enero de 2021, fue revocada en diciembre de ese mismo año. Se inicia una prolongada batalla judial para evitar su extradición.
Imagen: Henry Nicholls/REUTERS
Matrimonio en prisión
En marzo de 2022, Julian Assange se casa con Stella, su pareja y madre de sus dos hijos, en la cárcel de Belmarsh, en Londres. Su esposa ha luchado permanentemente por conseguir la liberación del fundador de WikiLeaks.
Imagen: Dominic Lipinski/empics/picture alliance
Cinco años en prisión londinense
En abril de 2024 se cumplieron cinco años desde que Assange fuera encarcelado en Londres. Mientras proseguía el proceso judicial, con apelaciones a la orden de extradición, manifestantes exigían su puesta en libertad y subrayaban que dar a conocer la verdad no es un crimen.
Imagen: Joao Daniel Pereira/ZUMA Press Wire/picture alliance
Assange sale de la cárcel
Julian Assange llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., para recuperar la libertad. Este contempla declararse culpable de la filtración de documentos, algunos de ellos considerados secretos. La sentencia prevista, de 62 meses de cárcel, equivale al tiempo que el fundados de WikiLeaks pasó encarcelado en Londres.