EE. UU. vota a favor de la entrada de Montenegro en la OTAN
29 de marzo de 2017
Lo aprobado en la Cámara Alta depende de la firma del presidente Donald Trump para su promulgación. Tras ella, sólo falta la aprobación de España para el ingreso del país balcánico en la Alianza.
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El Senado de Estados Unidos votó este martes (28.03.2017) a favor de la entrada de Montenegro en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una votación que se produjo a petición del presidente Donald Trump, después de una larga espera en la Cámara Alta. Los senadores apoyaron, con 97 votos a favor y 2 en contra, la admisión de Montenegro, con el único rechazo de los senadores republicanos Rand Paul y Mike Lee, del ala ultraconservadora del partido, que considera que la entrata de Montenegro supondría elevar la tensión con el gobierno de Moscú.
A pesar de su pequeño tamaño, la nación balcánica de 620.000 habitantes es importante en el plano geoestratégico como antiguo aliado de Rusia, y cobra una mayor importancia en el contexto actual, en medio de las tensiones entre Occidente y Moscú. El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, presionó al Senado en las últimas semanas para que aprobara la admisión de Montenegro antes de la cumbre de la OTAN, que se celebrará el 25 de mayo en Bruselas.
Falta la firma de Trump y el voto de España
Estados Unidos era uno de los pocos países de la alianza que quedaban por ratificar la entrada de la nación balcánica, y ahora solo resta España para completar el proceso. "Como Montenegro tiene fronteras con otros cinco países de los Balcanes, entre ellos los aliados de la OTAN, Croacia y Albania, su membresía apoyará una mayor integración, reforma democrática, comercio, seguridad y estabilidad con todos sus vecinos", escribió Tillerson en su carta a los líderes de la Cámara Alta a principios de mes.
Montenegro se convertirá en el miembro número 29 de la alianza, después de que la OTAN lo invitara a iniciar conversaciones para su entrada a finales de 2015. Rusia se opone firmemente a la expansión de la alianza militar occidental en una región que considera parte de su esfera estratégica de interés. Asimismo, el Gobierno de Trump está apremiando al resto de aliados para que compartan de manera más equitativa sus aportaciones a la organización.
LGC (EFE/AP)
La intervención de la OTAN contra Serbia
El bombardeo de Serbia por parte de la OTAN terminó con la violencia de las tropas serbias contra los albano-kosovares. Sin embargo, esa guerra, que se realizó sin el mandato de la ONU, sigue siendo controvertida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huellas de la guerra
El conflicto en Kosovo escaló a fines de 1990. Decenas de miles de personas huyeron y, cuando todas las tentativas de restablecer la paz se vieron frustradas, la OTAN inició un ataque aéreo a las bases y objetivos militares serbios, el 24 de marzo de 1999. Once semanas después, Slobodan Milosevic se rendía.
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El fracaso de la resistencia pacífica
Ya a mediados de los 80 comenzaron en Kosovo las protestas contra los intentos de Belgrado de recortar los derechos de la población albana. En los 90, las represalias aumentaron. Ibrahim Rugova, que lideraba el movimiento político en Kosovo desde 1989, creía en la resistencia pacífica y trató de convencer a Slobodan Milosevic de un cambio de rumbo, pero sin éxito.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra de guerrillas
En Kosovo comienza a formarse la resistencia armada. La autoproclamada Armada de Liberación UCK empieza una cruel guerra de guerrillas perpetrando violentos ataques contra los serbios, pero también contra los albanos, a quienes considera colaboradores. Serbia responde a los actos terroristas incendiando viviendas y saqueando tiendas. Cientos de miles personas huyen.
Imagen: picture-alliance/dpa
Expulsión sistemática
La guerra se vuelve cada vez más brutal. Para romper la resistencia de la UCK y el apoyo que le brinda la población, las fuerzas serbias atacan cada vez más a civiles. Muchas personas huyen a los bosques. Miles de kosovares son llevados en trenes y camiones a las fronteras del país, sin documentos que probaran que provenían de Kosovo.
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El último intento
En febrero de 1999, EE. UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania llaman a las partes en conflicto a una conferencia en Rambouillet para lograr un acuerdo limitado de autonomía para Kosovo. Los representantes kosovares aceptan, pero los serbios no están dispuestos a hacer concesiones, y las negociaciones fracasan.
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"Intervención humanitaria"
El 24 de marzo de 1999, la OTAN comienza a bombardear objetivos militares y estratégicos en Serbia y Kosovo para frenar la violencia contra los albanos. También Alemania participa en los ataques. La operación “Allied Force” es la primera guerra de la OTAN en 50 años que no cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia juzga severamente la intervención
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Infraestructura paralizada
Además de los ataques a instalaciones militares, la OTAN también toma como objetivo vías de abastecimiento, líneas de ferrocarril y puentes. En 79 días y noches arriban más de 37.000 misiones de la alianza, y cerca de 20.000 misiles y bombas caen sobre territorio serbio. Muchos civiles pierden la vida. “Daños colaterales”, según el lenguaje que utiliza la OTAN.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nubes tóxicas sobre Pancevo
También son atacadas las fábricas, como en Pancevo, cerca de Belgrado. Allí, las bombas de la OTAN destruyen un depósito de químicos y una fábrica de fertilizantes liberando grandes cantidades de sustancias químicas que contaminan suelos, ríos y el aire. Las consecuencias para la población son gravísimas. Serbia acusa a la OTAN de utilizar munición enriquecida con uranio, así como bombas racimo.
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Guerra contra la propaganda de guerra
Para privar a Milosevic de un importante órgano de propaganda, la OTAN ataca la televisión estatal en Belgrado. Aunque se informó con anticipación al Gobierno serbio del ataque, éste no difunde la información. En el edificio de la emisora mueren 16 personas.
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"Daños colaterales"
En Kosovo, las bombas de la OTAN caen por error sobre una caravana de refugiados albanos. Mueren cerca de 80 personas. La OTAN califica, además, de “daño colateral” el bombardeo de la embajada china en Belgrado, en el cual mueren cuatro personas. El incidente provoca una grave crisis diplomática entre Pekín y Washington.
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Balance del horror
A comienzos de junio llegan las primeras señales de Belgrado que indican que Slobodan Milosevic está dispuesto a ceder. El 19 de junio la OTAN detiene los ataques aéreos. El balance de la guerra: miles de muertos y 860.000 refugiados. La economía serbia está por los suelos, y amplios sectores de su infraestructura están destruidos. Kosovo es puesta bajo administración de la ONU.