Más de 25 años después de la reunificación alemana, la venta de trozos del Muro de Berlín sigue siendo negocio. Muchos lo consideran un símbolo de la libertad, aunque no todo lo que se vende es auténtico.
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“Un trozo palpable de historia”, dice Sarah, mientras dirige la mirada hacia un trozo colorido del Muro de Berlín expuesto en el escaparate de una tienda de recuerdos de Berlín. Para la turista de origen sueco, que pasea con su madre por la capital alemana, poder llevarse un trozo de muro a casa es algo “cool”. Los precios de los pedazos de muro oscilan entre los 9,99 y los 23,99 euros.
Muro para todos los bolsillos
La venta de trozos de Muro funciona bien y, junto a imanes para frigoríficos, son los artículos más vendidos de las tiendas de souvenirs. “Uno de cada cinco compra algo del Muro”, explica el vendedor. Una opinión que también comparte Wieland Giebel, director de Berlín Story, una librería online especializada en temas en torno a la capital alemana. Con sus cuatro tiendas de la ciudad y su tienda de internet, su empresa factura varios cientos de miles de euros, explica a DW. La demanda es constante desde hace años.
Un kilómetro de muro
Giebel se considera a sí mismo como el “mayor comerciante de trozos de muro en todo el mundo”. Además de los pequeños trozos, también vende segmentos enteros por un valor de entre los 7.000 y 12.000 euros. Sobre todo, dirigidos a empresas y grandes instituciones.
Según las investigaciones de la Fundación para el Esclarecimiento de la Dictadura Socialista, en Alemania se habrían vendido más de 360 segmentos de muro. Es decir, una longitud de alrededor de un kilómetro, aclara la experta de la Fundación, Anna Kaminsky. Teóricamente, quedan 154 km disponibles. Pero muchos de sus segmentos fueron derribados y se vendieron como materiales de construcción o se tiraron a la basura. En total, según la fundación hay 241 segmentos de muro en 146 lugares del mundo. 57 de ellos en Estados Unidos.
Arte y grafiti en el muro
A menudo, se trata de regalos representativos, como los segmentos expuestos en el jardín de la ONU en Nueva York. Hace poco se enviaron otros cinco segmentos a Corea del Sur, explica Elmar Prost, de la empresa berlinesa de construcción Klöster. Dicha firma compró hace años 164 segmentos y los puso a disposición de artistas y pintores amateurs. Por ejemplo, de ahí surgió la serie de los premios Nobel realizada por el español Victor Landeta. Sin embargo, las piezas del español no cotizan tanto como las que vende Berlin Story. Con un peso de 2.800 kg y una altura de 3,60 metros, lo segmentos necesitan sitio para poder ser expuestos. Por eso este negocio no tiene tanto éxito, explica Anna Kaminsky, a la vez que recuerda que el último Gobierno de la RDA aspiraba a conseguir 100.000 euros por cada segmento de muro. “El mercado real es el de los turistas y las piezas pequeñas. Así se hace dinero”, explica. Aunque debido a que la venta está descentralizada, no existen cifras fiables sobre la venta.
Cuestión de fe
Cuanto más tiempo pase desde su desaparición, más urgente será abordar la autenticidad de los trozos de muro. “Es cuestión de confianza”, dice el experto de Berlín Ronny Heidenreich. Nadie puede determinar la autenticada de los trozos y es como un mercado de reliquias, donde todo es cuestión de fe. También Gerhard Sälter, del Memorial del Muro de Berlín, lo ve de forma similar. Sobre todo, desconfía de la autenticidad de piezas pintadas que tienen más salida que los trozos grises, a pesar de que algunas podrían haber sido pintadas a posteriori.
Wilbert Giebel, de Berlin Story, reacciona calmado ante las dudas sobre la autenticidad. “Nunca he oído que se hayan vendido trozos falsos”, explica, “además, nadie obliga a comprarlos”. Pero la gente sigue comprado y, por ejemplo, el interés nunca ha caído en Estados Unidos por ser “algo que representa el deseo de libertad de los alemanes”, explica Giebel. “Me alegro, porque eso también es Berlín. Aquí el deseo de libertad siempre está más presente que en otros sitios”, concluye el experto.
25 años del Muro de Berlín
El Muro de Berlín dividió Alemania y el mundo entre el 13 de agosto de 1961 y el 9 de noviembre de 1989. 25 años después de la caída, la capital alemana conmemoró el regreso a la libertad.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Pedersen
Festejos de los 25 años
Alemania festejó los 25 años de la caída del Muro. La emoción y el recuerdo reinaron el domingo ante la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la unidad alemana.
Imagen: Reuters/Fabrizio Bensch
Símbolo de la libertad
Los globos son liberados de la instalación "Frontera lumínica", en cuyas paredes está pintada la icónica imagen del ex líder ruso Leónidas Brezhnev besando a su homólogo alemán Erich Honecker. Este acto supuso el fin de fiesta del 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín.
Imagen: Reuters/Axel Schmidt
Desate de los globos
A las 19:00h, las distintas autoridades asistentes al acto se encargaron de soltar los primeros de los casi 7.000 globos que, durante unos días, iluminaron la noche de Berlín. El propio Mijaíl Gorbachov y su por aquel entonces homólogo Lach Walesa fueron los encargados de liberar los globos de helio.
Imagen: Adam Berry/Getty Images
Recuerdo para aquellos que se dejaron la vida
Suenan timbales en la Puerta de Brandemburgo. Berlín recuerda a los hombres y mujeres que perdieron la vida tratando de saltar un muro de hormigón que los separeba de su libertad. Aunque no hay cifras oficiales, un estudio llevado a cabo en el año 2009 calcula que entre 136 y 245 perdieron la vida tratando de alcanzar la libertad.
Imagen: REUTERS/F. Bensch
Peter Gabriel "llena" la Puerta de Brandemburgo
Miles de personas abarrotaron las avenidas aledañas a la Puerta de Brandemburgo en un concierto que, junto al desate de los globos de helio, pondrá punto y final a las celebraciones del 25 aniversario de la caída del Muro. Heroes, de Peter Gabriel, fue uno de los temas más aplaudidos por el público.
Imagen: REUTERS/F. Bensch
Buen día para venir al mundo
Hoy cualquier cosa es motivo de celebración en Berlín. En este caso, y para este joven padre, la razón no podía ser mejor: su hijo acaba de nacer. Para festejarlo, sus amigos le han regalado un oso de peluche que pasea cargado de orgullo junto a los globos lumínicos instalados en el lugar en el que antiguamente se erigía el muro.
Imagen: REUTERS/H. Hanschke
El Konzerthaus, puesto en pie
Tremenda ovación la que se llevaron los ex líderes comunistas Mijaíl Gorbachov y Lach Walesa en la sala Konzerthaus de Berlín. Estuvieron acompañados por la canciller alemana, Angela Merkel, el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y su mujer, Daniela Schadt, el presidente de Alemania, Joachim Gauck, y el ex presidente húngaro, Miklós Németh.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Michael
Abrazos por la libertad
Esta escultura simboliza lo que sintió la mayoría de alemanes el día que por fin cayó el Muro. Hartos de estar separados y alejados de los suyos, y de vivir sin libertad en el caso de los habitantes de la RDA, el 9 de noviembre de 1989 todos vieron la luz al final de túnel. La conmemoración del fin de la Alemania dividida tiene que servir para no volver a cometer los errores del pasado.
Imagen: DW/E. Usi
Espacio para el recuerdo
"Es un día de alegría y esperanza para Alemania, Europa y el mundo. Pero también un día en el que recordamos a las víctimas del Muro", señaló Axel Klausmeier, director de la Fundación del Muro de Berlín, al inaugurar el acto central del aniversario.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Stache
Un discurso cargado de esperanza
Durante su discurso en la ceremonia de apertura de los actos conmemorativos, la canciller Angela Merkel habló delante de un mural con una imagen de la emblemática Bernauer Strasse en noviembre de 1989. "La caída del Muro nos mostró que los sueños pueden hacerse realidad. Nada tiene que mantenerse como es. Ésta es la experiencia que queremos compartir hoy", aseguró Merkel durante su discurso.
Imagen: Reuters/F. Bensch
Música por la libertad
Wolf Biermann y su banda animaron la fría noche berlinesa con un concierto multitudinario. En el escenario le acompañaron, además de su mujer, Pamela Biermann, los integrantes de la emblemática banda de jazz de la DDR Zentralquarttet: Uli Art Gumpert, Günter Baby Sommer, Ernst Luden Petrowsky y Conny Bauer.