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El método Pilates: movimiento y voluntad

Carola Rondinella4 de octubre de 2004

Con su método, Pilates aspiró a una armonía y coordinación conscientes entre cuerpo y mente, músculos y articulaciones sanas. Actualmente sus principios alcanzan altos niveles de aceptación científica.

Un entrenamiento con aparatos diseñados por J. PilatesImagen: Das Fotoarchiv


Joseph Humbertus Pilates nació en las cercanías de Düsseldorf, en 1880. Su contextura débil y sus problemas asmáticos lo llevaron desde muy joven al estudio del cuerpo humano de manera integral. Para ello se sumerge en la investigación de las técnicas de rehabilitación física de la época.

Intentando ir más allá de lo que éstas ofrecían, se acerca a las disciplinas orientales como el yoga (de donde tomaría sus conceptos de “posturas” y “control corporal”) y a prácticas más occidentales como la natación, el boxeo, la gimnasia y la acrobacia. Combinando y descartando elementos de ambas perspectivas, comienza a elaborar un método para aumentar la vitalidad de su cuerpo y fortalecer su sistema inmunológico.

La construcción del mito

Las crónicas de la época relatan que en los albores de la Primera Guerra Mundial Pilates se encontraba recorriendo Inglaterra, empleado por un circo en calidad de acróbata. Al llegar a Lancashire, fue tomado prisionero a causa de su nacionalidad.

Allí, en su pabellón de reclusión, crea ejercicios para él y sus compañeros recluidos. Para que heridos y enfermos postrados en sus lechos también pudieran realizarlos, adosa a los cabezales de sus camas unos elásticos para permitir la movilidad de sus articulaciones, agilizar la circulación sanguínea y tonificar la fuerza muscular.

Gracias a la invención de estos extraños aparatos consigue ser nombrado para el servicio sanitario inglés. Se dice además que cuando la gran epidemia de gripe de 1918 azotó su campamento, ninguno de sus “pacientes” cayó enfermo o murió.

Su exilio

Al parecer, al regresar a Alemania, su éxito atrajo la atención de Adolf Hitler, que le encomendó el entrenamiento de la policía secreta alemana. Es entonces cuando Pilates decide emigrar a Estados Unidos, donde comienza casi encubiertamente a enseñar su método a atletas, actores y bailarines como George Balanchine y Martha Graham.

La famosa bailarina Martha Graham asistió al Drago Studio.Imagen: AP
El coreógrafo George Balanchine se entrenó con J. PilatesImagen: AP

Junto a su esposa crea el mítico Drago Studio y afianza su técnica, a la cual llama “contrología”: “la ciencia y el arte del desarrollo coordinado de la mente, el cuerpo y el espíritu, a través de movimientos naturales, bajo el estricto control de la voluntad”.

Desde allí continúa hasta su muerte investigando y desarrollando más de 500 ejercicios y una gama de aparatos y equipos originales para practicarlos correctamente.


Sus principios


Concentración: para coordinar el cuerpo y la mente con eficacia en cada ejercicio. Control: el movimiento controlado y coordinado desde el centro mejora la relación de este con el resto del cuerpo. Precisión: Cada ejercicio tiene premisas de movimiento concretas que deben involucrar al cuerpo en cada acción como una totalidad. Fortalecimiento del centro del cuerpo (según Pilates “powerhouse”): se define al centro de gravedad de nuestro organismo como el creador de la energía y abarca la zona de los músculos abdominales, la zona lumbar de la columna vertebral y los glúteos, funcionando como soporte para la columna y los órganos internos. Fluidez: debe ser respetado el ritmo propio de cada ejercicio y así serán realizados con continuidad. Respiración: se debe atender a una respiración específica en cada rutina, que permita una mejor oxigenación de la sangre.

Para quién y cómo

El método Pilates toma posturas del yoga.Imagen: AP

Es indicado para personas de cualquier edad, sexo y condición física. Permite aumentar la fuerza y la elasticidad sin aumentar la masa muscular, prevenir lesiones y ejercitarse a pesar de lesiones existentes, equilibrando el cuerpo a través de un fortalecimiento de la musculatura débil y poco elástica.

Una de las claves científicas del método es que los músculos pequeños sirven para la sujeción de las articulaciones y permite que los músculos grandes trabajen mejor. Gracias al fortalecimiento de los músculos pequeños se logra un equilibrio y una postura mejores.

Las clases son dadas por un entrenador, individualmente o en grupos. Se recomienda que éstos no sean mayores de cinco personas. En Alemania cuestan entre 17 y 55 euros por día, dependiendo del número de participantes.

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