El M5S rechaza Gobierno tecnócrata y renueva su propuesta
7 de mayo de 2018
El líder del M5S, Luigi di Maio, afirmó hoy que su partido no apoyará un Gobierno tecnócrata y renovó su propuesta a la Liga Norte de Matteo Salvini de elegir a una "tercera persona".
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La propuesta de Luigi di Maio de elegir a una tercera persona, al margen de él y Salvini, para dirigir un Ejecutivo en Italia, se produjo tras la reunión de di Maio con con el jefe de Estado, Sergio Mattarella, este lunes (7.05.2018). Mattarella comenzó hoy una última ronda de consultas con los partidos políticos para acabar con la parálisis que vive el país debido a la falta de una mayoría parlamentaria tras las elecciones del pasado 4 de marzo.
Di Maio reiteró al jefe de Estado que su partido no está dispuesto a apoyar un Gobierno que no sea político y que si no se llega a un acuerdo con la Liga Norte se debería volver a votar.
"Personalmente y como partido no estamos dispuestos a votar la confianza a gobiernos técnicos, no queremos acabar como en 2011", agregó Di Maio, en referencia al Gobierno tecnócrata que encabezó el ex comisario europeo Mario Monti.
Defendió que su partido "ha hecho de todo en estos dos meses para formar un Gobierno proponiendo un acuerdo basado en el modelo alemán partiendo del presupuesto que el M5S es la primera fuerza del país".
Di Maio acusó a las dos fuerzas que han perdido las elecciones, en referencia a Forza Italia de Silvio Berlusconi y al Partido Demócrata, de "hacer de todo para que el M5S no gobierne".
Reiteró que su deseo de ser primer ministro no ha sido nunca una imposición en las negociaciones y por tanto reafirmó su disponibilidad "a elegir a una tercera persona que pueda representar el acuerdo de Gobierno que han pensado".
Este consiste en abolir la reforma de las pensiones, en aprobar una ley anticorrupción e introducir la renta de ciudadanía, un ayuda mensual a quienes no tengan trabajo.
CP (efe, dpa)
Primero vino el trabajo, luego la muerte
Se suponía que la fábrica de acero de ILVA en Taranto iba a impulsar el económicamente deprimido sur de Italia. Pero década tras década contaminó el medio ambiente y provocó muchas muertes.
Imagen: Isabell Zipfel
Oscuridad al margen del pueblo
Los habitantes de Taranto, en la región de Apulia, en el sur de Italia, solían ganarse la vida con la pesca. Eso cambió cuando una de las acerías más grandes de Europa, ILVA, comenzó a operar ahí en 1965. ILVA emplea ahora a 14.000 trabajadores y representa el 70% de la producción económica de Taranto. Pero la planta no solo ha traído empleos, sino también contaminación y muerte.
Imagen: Isabell Zipfel
"Acero o vida”
Eso dice un graffiti en Taranto. Las dioxinas y otras sustancias nocivas de la fábrica de acero han causado tasas de cáncer en humanos muy superiores a la media: diez veces el promedio nacional. Se dice que alrededor de 400 personas han muerto prematuramente debido a la contaminación excesiva de la fábrica.
Imagen: Isabell Zipfel
Pastor sin rebaño
Justo al lado de la fábrica de acero está la granja de Vincenzo Fornaro. Solía tener 600 ovejas y hacer queso, como su padre y su abuelo antes que él. Pero tuvo que matar a su rebaño después de que el suelo se contaminara. Los animales ya no se pueden criar en un radio de 20 kilómetros (12,4 millas). El costo personal para Fornaro ha sido devastador: su madre murió de cáncer y él perdió un riñón.
Imagen: Isabell Zipfel
Armado para una batalla legal
Vincenzo Fornaro es uno de los demandantes en un juicio en curso contra los antiguos propietarios de la fábrica, quienes son acusados de haber burlado sistemáticamente los estándares ambientales. Algunos de los principales políticos, incluido el presidente de la región de Apulia, están también en el banquillo de los acusados.
Imagen: Isabell Zipfel
Un viento enfermizo
La urbanización Paolo VI se encuentra también cerca de la fábrica de acero. Los apartamentos habían atraído a muchas personas desde el viejo centro de la ciudad. Sin embargo, cuando hay fuertes vientos se aconseja a las personas que permanezcan en sus casas y las escuelas permanecen cerradas debido a los desechos tóxicos y el polvo de hierro depositados en las instalaciones de la planta.
Imagen: Isabell Zipfel
No es la única culpable
La fábrica de acero puede que sea la mayor contaminadora de la ciudad, pero no es la única en la región. El gigante energético ENI opera una refinería ahí y también hay una gran base naval italiana en el golfo de Taranto. Su presencia hace más difícil decir quién es exactamente el culpable del daño ambiental en la región.
Imagen: Isabell Zipfel
Exilio en el casco antiguo
El casco antiguo de Taranto tiene muchas casas derruidas que podrían derrumbarse en cualquier momento. A pesar de la fábrica de acero, la ciudad está deprimida económicamente y tiene una alta tasa de desempleo. Los pocos que no le han dado la espalda al viejo centro de la ciudad se ganan la vida a duras penas pescando o criando mejillones.
Imagen: Isabell Zipfel
Acabar con una industria vital
Los mejillones han sido parte de la economía de Taranto durante siglos. El "cozze alla tarantina" ha puesto a la ciudad en el mapa. Pero el antiguo negocio ha estado en crisis desde que se supo que los mejillones están también contaminados por la dioxina.
Imagen: Isabell Zipfel
En estado de gracia y desgracia
La industrialización trajo al principio esperanza a la gente de Taranto. En la imagen, tomada en la iglesia local Gesu Divin Lavoratore, Jesús bendice las chimeneas de la fábrica de acero y a los trabajadores. La iglesia se benefició directamente de la fábrica: se dice que la familia propietaria financió la renovación de la iglesia, entre otras cosas.
Imagen: Isabell Zipfel
Un futuro incierto
La acería fue puesta bajo administración estatal tras sus pecados ambientales, para ser luego vendida por 1.800 millones de euros a mediados de 2017 a un consorcio liderado por ArcelorMittal, la empresa siderúrgica más grande del mundo. Los nuevos propietarios pretenden eliminar 4.000 puestos de trabajo y antes de la compra aseguraron garantías de que no serían sancionados por contaminación.