El Mar Negro: ¿otra ruta peligrosa para llegar a Europa?
Robert Schwartz
21 de agosto de 2017
Rumania se mostró dispuesta a acoger a 2.000 refugiados procedentes de Italia y Grecia. Este país teme la afluencia de inmigrantes ilegales a través del Mar Negro.
Publicidad
En otoño de 2015, la Unión Europea (UE) aprobó la reubicación de 160.000 refugiados procedentes de Italia y Grecia. Rumania, al igual que el Grupo Visegrád, formado por Hungría, Polonia, Eslovaquia y la República Checa, rechazó un sistema de cuotas fijo para después aceptarlo, pero teniendo en cuenta la capacidad de acogida del país. En un principio se trató de 6.300 refugiados, y ahora son 2.000. Así lo anunció recientemente el ministro de Exteriores de Rumania, Teodor Melescanu, en una entrevista televisiva, en la que añadió que se pondrán 5,3 millones de euros a disposición de los países vecinos de Siria para ayuda humanitaria.
Hasta ahora, Rumania ha acogido a 710 inmigrantes. El país forma parte de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de los Estados miembros de la Unión, Frontex. No es el destino deseado por los refugiados ni tampoco una de las rutas principales de inmigración ilegal hacia el occidente europeo.
En las últimas dos semanas ya hubo dos intentos por acceder a Rumania desde Turquía y a través del Mar Negro. Se interceptaron en la costa rumana un bote con 50 inmigrantes a bordo y otro con 69 iraquíes. De estos, 29 eran menores de edad.
Hace exactamente un año, el presidente rumano, Klaus Iohannis, declaró en una entrevista que Rumania acogería a un determinado número de inmigrantes y que protegería sus fronteras con éxito: "Hubo intentos de grupos de refugiados por entrar a Rumania desde Serbia y luego seguir hacia otros países, pero pudimos evitarlo. Así lo haremos también si alguien quiere entrar a Rumania a través del Mar Negro”. El mandatario añadió que cree improbable que la gente lo intente por mar, porque "es más difícil el acceso que, por ejemplo, en el Mar Mediterráneo”.
Sin embargo, la situación parece haber cambiado. La gente desesperada está dispuesta a asumir más riesgos y aceptar rutas más largas, sobre todo, desde que se bloquearon las rutas del Mar Egeo, los Balcanes y del Mediterráneo. Para los traficantes de inmigrantes ilegales, entre tanto, Turquía parece ser una alternativa para transportar a los inmigrantes a través del Mar Negro hacia Europa. En Rumania esta tendencia se observa con preocupación y antes de las vacaciones veraniegas el Consejo Superior de Defensa rumano se reunió para tratar el tema de las posibles medidas contra la inmigración ilegal.
Bulgaria también se preocupa
Si el Mar Negro llega a convertirse en una nueva ruta migratoria, no solo Rumania sino también Bulgaria tienen que contar con una afluencia de inmigrantes en sus costas. En la península búlgara, en la frontera con Turquía, el país ya ha tomado medidas contra la migración ilegal: una alambrada acordona prácticamente casi todo el tramo de la frontera con Turquía. Además, el Ejército estará más presente en la zona: 600 soldados, patrullas especiales y drones, dijo el vicepresidente Krassimir Karakatschanov al diario alemán DieWelt.
Se desconocen los planes concretos de ambos países para proteger sus costas de la inmigración ilegal. Sin embargo, se espera que esta ruta se bloquee también con rapidez. Los traficantes ilegales de personas tendrán que seguir buscando otras rutas para seguir poniendo en peligro la vida de personas que quieren llegar a Europa.
Autor: Robert Schwartz (RMR/VT)
El destino de los refugiados: huir hacia una vida incierta
Las imágenes de las grandes masas de refugiados de camino hacia Europa en 2015 y 2016 dieron la vuelta al mundo. Nunca se había documentado de forma tan amplia el sufrimiento que implica el proceso de la huida.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Messinis
El objetivo principal: sobrevivir
Un viaje vinculado a las penurias y a los peligros para el cuerpo y el alma: huyendo de la guerra y la miseria, más de un millón de personas, sobre todo de Siria, se pusieron en camino en 2015 y 2016 hacia Turquía y Grecia. En las islas de Lesbos, Quíos y Samos todavía aguantan más de 10.000 personas en los campamentos. Desde enero hasta mayo de 2017, llegaron más de 6.000 nuevos refugiados.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Messinis
A pie hacia Europa
Millones de personas intentaron llegar en 2015 y 2016 a Europa Occidental desde Grecia o Turquía siguiendo a pie la ruta de los Balcanes a través de Macedonia, Serbia y Hungría. Las masas de gente disminuyeron cuando se canceló oficialmente esta ruta y muchos países cerraron sus fronteras. Hoy, la mayoría de los refugiados llega a través de otra ruta muy peligrosa, de Libia a Europa por mar.
Imagen: Getty Images/J. Mitchell
Conmoción mundial
La imagen del niño de tres años, Aylan Kurdi, muerto en una playa turca dio la vuelta al mundo, causando una gran conmoción. Las imágenes de dicha tragedia se hicieron virales y se convierton en el símbolo de la crisis de los refugiados sirios. Europa no debe mirar hacia otro lado, era el mensaje que aparecía en las redes sociales.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/DHA
Caos y desesperación
Avalancha en el último minuto. Muchos sabían que su única vía de escape a través de Europa ya no estaba abierta, así que miles de personas intentaron desesperadas tomar trenes y buses abarrotados en Croacia. Unos días más tarde, Hungría también cerró sus fronteras. Al mismo tiempo, adecuaron contenedores, para que los refugiados pudieran quedarse hasta que llevasen a cabo su proceso de asilo.
Imagen: Getty Images/J. J. Mitchell
Ataques contra los refugiados
La irritación de la opinión pública fue enorme cuando una camarógrafa húngara puso una zancadilla a un hombre con su hijo en brazos, que intentaba cruzar un bloqueo principal en Röszke, Hungría, cerca de la frontera. En uno de los momentos más críticos de la crisis de los refugiados, en Alemania también aumentaron los altercados y ataques contra los refugiados.
Imagen: Reuters/M. Djurica
Fronteras cerradas
Cuando se cerró la ruta de los Balcanes en marzo de 2016, se produjeron muchos tumultos en las zonas froterizas. Miles de refugiados se quedaron atascados y la policía reaccionó de forma ruda. Muchos intentaron, como estos refugiados cerca de la frontera entre Grecia y Macedonia, evitar las fronteras, que se habían cerrado hacía poco tiempo.
Un niño bañado en polvo y sangre. La foto de Omran en Alepo, de cinco años de edad, dejó a la opinión pública en estado de shock y se convirtió en el símbolo de la crueldad de la guerra civil siria y la miseria del pueblo sirio. Un año más tarde, la red mostró nuevas fotos del menor en buen estado de salud. Los seguidores de Al Assad criticaron entonces que la imagen se usó como propaganda.
Imagen: picture-alliance/dpa/Aleppo Media Center
Incertidumbre en la nueva patria
Un hombre sirio carga a su hija, bajo la lluvia, en la frontera griego-macedonia, cerca de Idomeni. Espera encontrar seguridad para su familia en Europa. Según el Reglamento de Dublín, las solicitudes de asilo se deben procesar en el país de llegada de la UE. Muchos tuvieron que regresar al país de llegada. Grecia e Italia están sobre todo superados por la cantidad de solicitudes de asilo.
Imagen: Reuters/Y. Behrakis
Esperando el apoyo de Alemania
Alemania es el país de destino número uno de los refugiados, aunque su política de refugiados y de asilo se haya vuelto más restrictiva debido al gran flujo de inmigrantes. En Europa, ningún país ha acogido a tantos refugiados como Alemania: 1,2 millones. La canciller Angela Merkel se convirtió en un ícono para muchos de ellos.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Hoppe
Estado de emergencia en los campamentos de acogida
El campamento de acogida de refugiados en el norte de Francia, en Calais, fue desalojado. El lugar se incendió y las cerca de 6.500 personas tuvieron que ser evacuadas y ubicadas en otros centros. Medio año más tarde, los informes de organizaciones humanitarias aseguran que muchos menores siguen merodeando y viviendo en los alrededores de Calais.
Imagen: picture-alliance/dpa/E. Laurent
Ahogados en el Mar Mediterráneo
Las embarcaciones de salvamento marítimo civiles y estatales no paran. A pesar del peligro extremo que pueden correr sus vidas, muchos refugiados huyen de la pobreza o de la guerra en sus países con la esperanza de tener un futuro mejor en Europa. Solo en 2017, 1.800 personas han perecido en el viaje. En 2016, 5.000.
Imagen: picture alliance/AP Photo/E. Morenatti
Sin ley en Libia
Cientos de miles de refugiados del África subsahariana y de Oriente Próximo esperan en los campamentos de Libia para poder cruzar a Europa por mar. La situación en dichos campamentos es catastrófica, advierten las organizaciones humanitarias. Hay testigos que hablan de esclavitud y prostitución forzada. Y a pesar de todo, no dejan de soñar con Europa.
Imagen: Narciso Contreras, courtesy by Fondation Carmignac