El maratón femenino abre el medallero del Mundial de Doha
28 de septiembre de 2019"Había entrenado para este clima, corriendo por la tarde con sol. No es fácil correr en estas condiciones, pero me entregué al máximo y lo conseguí", celebró la ganadora al término de la prueba. La atleta keniata Ruth Chepngetich, tercera en el ránking mundial de todos los tiempos, conquistó en la caldera de la bahía de Doha el maratón de la supervivencia y se colgó de madrugada del sábado (28.09.2019) la primera medalla de oro de los XVII Mundiales de Atletismo, los primeros que se celebran en Oriente Medio. En una carrera marcada por las altas temperaturas, la elevada humedad y los desfallecimientos, la consiguió una marca de 2:32'43".
La plata fue para la bareiní de origen keniano Rose Chelimo, que pasó la meta un minuto y tres segundos después, y el bronce para la namibia Helalia Johannes (2:34'15"). Chepngetich era la gran favorita, como autora del mejor tiempo de 2019 (2h17:08), que logró en Dubái en junio y que es el tercer mejor crono de la historia en esta mítica distancia. Pero más allá del primer podio de esta edición, la prueba será recordada por sus condiciones extremas, que brindaron imágenes de enfermeros a la carrera, sillas de ruedas y competidoras agotadas.
Sillas de ruedas al terminar la carrera
Voluntarios cada 200 metros del circuito de 7 kilómetros, puntos de agua repartidos por todo el recorrido e incluso una decena de competidoras que aceptaron ingerir píldoras que permitían seguir en tiempo real su temperatura corporal. Todo estaba preparado para mitigar los efectos del calor, pero la fuerza de la realidad se impuso. "¡Pura vida! ¡Pura vida!", así fue recibida la última de las cuarenta mujeres que acabaron la prueba, la costarricense Gabriela Traña, que a sus 39 años consiguió acabar con 3 horas, 19 minutos y 13 centésimas. Fue conducida directamente a la clínica móvil en silla de ruedas para ser controlada.
También pasó por la enfermería la ecuatoriana Rosa Chacha, que abandonó hacia el kilómetro 21. "Hacía mucho calor, ha sido muy duro, más de lo que pensaba", explicaba Chacha al salir tras ser atendida. La mejor latinoamericana en este maratón fue la brasileña Valdilene Dos Santos Silva, que acabó en el 30º puesto (2:59'00"). "Ha sido el maratón más duro de mi vida, sin duda. Terminar aquí para mí ya era un triunfo", explicó a la AFP al término de la prueba.
También pudo acabar la prueba su compatriota Andreia Hessel, 36ª (3h06:13). La española Marta Galimany obtuvo el decimosexto puesto (2h47:45). Fue otra de las competidoras que pasó directa de la meta a la enfermería, también en silla de ruedas.
No fue la única prueba dura de la jornada
Jonathan Busby, corredor de Aruba, visiblemente agotado y al borde del desmayo en la última vuelta de su serie de primera ronda de 5.000 metros, terminó la carrera sostenido por un rival, mientras el público los ovacionaba, este viernes en el Mundial de Doha. Braima Suncar Dabo, de Guinea Bisáu, sostuvo a su oponente en los últimos 250 metros de la prueba, después de constatar que no iba a poder terminar sin su ayuda.
"Sólo quería ayudarle a terminar la carrera", declaró Dabo, de 26 años, con ayuda de un traductor ante el interés de la prensa internacional. "Quería ayudarle a cruzar la línea. Creo que cualquiera en esa situación hubiera hecho lo mismo", añadió este estudiante, que vive en Portugal. Los dos, únicos representantes de sus países en este Mundial, acabaron con más de 18 minutos, un tiempo anecdótico, pero se ganaron la ovación del día por su gesto de juego limpio.
lgc (afp/efe)
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