Claus Weitbrecht era la promesa alemana. En todo concurso en el que había participado hasta ahora, desde Hamburgo, pasando por Bordeaux hasta Budapest, sus creaciones culinarias fueron siempre las mejores. Viajó a Lyon después de semanas de preparación para convertirse en el primer alemán en recibir este preciado trofeo entre los jefes de cocina. Pero .... no lo logró.

El "Boef de Tradition Bouchère" y las "Truites des Fjords de Norvege" del noruego Charles Tjessem fueron elegidos por un jurado internacional, como los platillos más suculentos. Fue él quien se llevó el preciado Bocuse d `Or, en esta novena edición del concurso internacional de cocina. Una ventaja lógica, después de todo "Truites des Fjords de Norvege" suena y es un platillo Noruego.

Delicioso contra excelso

También los franceses lograron salvar el honor. El segundo lugar, premiado con el Bocouse de plata fue para Franck Putelat, jefe de cocina francés. Y aún cuando no se llevó el primer premio como acostumbrara, el alemán, se llevó el Bocuse de bronce.

En esta edición concursaron 23 países entre ellos también representantes de Argentina y España. También Gran Bretaña y Estados Unidos mandaron a sus mejores cocineros a Lyon. Durante dos días, bajo la supervisión de una jurado integrado por los mejores jefes de cocina del mundo y lo más importante contra reloj, se dedicaron a crear los platillos más exquisitos. Los ingredientes principales fueron los mismos, pero los aderezos y la guarnición dieron el toque único y personal. Las creaciones originales y profesionales y el resultado obviamente, delicioso.

La Guía Michelin se queda sin "Talblick"

El jefe de cocina alemán, oriundo de Wildberg an der Nagold, un pequeño pueblo en plena Selva Negra , con menos de 10.000 habitantes, no podrá aún soñar con que su restaurante "Talblick", el negocio familiar desde hace generaciones, sea mencionado en breve en la Guía Michelin. Aún así un Bocuse de plata es garantía de que en "Talblick" los comensales podrán seguir degustando la tradicional cocina típica del lugar y también los platillos más selectos de la cocina internacional, preparados por el "Spitzenkoch" o "chef de cuisine" en su moderna cocina valorada en unos 600.000 euros.