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Información que también fue procesada en Berlín, en el Centro Aeroespacial Alemán. Uno de los resultados más sorprendentes es la prueba de que existe agua congelada en el lado expuesto al sol, a pesar de las altas temperaturas. Los hielos se encuentran en la profundidad de los cráteres polares, ahí donde la luz solar no llega. La nave espacial también detectó biomoléculas. Se trata de substancias que juegan un rol importante en relación con el origen de la vida. No obstante, los científicos dudan que exista vida en el planeta debido a su cercanía con el sol. Visión Futuro presenta un resumen sobre la historia de la sonda Messenger.