Entre jugadores, aficionados y periodistas surge una sensación hasta ahora ajena al estadio: el miedo. ¿Se convertirá la cancha en blanco del terrorismo, y la asistencia al estadio en un acto de valentía?
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El balompié es sin duda uno de los espectáculos deportivos más populares de la modernidad. Parece que el terrorismo lo ha elegido como uno de sus objetivos por el impacto mediático que genera. Y así, de la noche a la mañana, asistir a un partido de fútbol se ha convertido en un acto de valor.
Después del ataque terrorista contra el BVB este martes 11 de abril se desató en Alemania un debate entre aquellos que están convencidos de que no haber pospuesto el juego entre el Dortmund y el Mónaco representa una victoria sobre "aquellos que pretenden amenazar nuestro estilo de vida", y aquellos que califican de irresponsables a las autoridades que decidieron no reubicar los encuentros, pese a la incertidumbre e inseguridad de la amenaza latente de un posible ataque que pudiera cobrar muchas vidas.
Fiesta y violencia
En los siete años de mi carrera como periodista deportivo he asistido a multitud de encuentros en casi todos los estadios de Alemania y Holanda, así como en campos italianos, griegos, turcos y suizos. Pero nunca antes experimenté la sensación que viví durante el encuentro de la Liga de Campeones de este miércoles 12 de abril en Dortmund.
El fútbol debería ser una fiesta y sabemos que no está exenta de violencia. Este espectáculo es una válvula a través de la cual algunos liberan frustraciones. El fútbol es, probablemente, el deporte en el que se registran más incidentes, incluso mortales, a causa de enfrentamientos entre aficionados. En mi carrera por lo menos en cinco ocasiones estuvo amenazada mi integridad física por parte de hinchas. Pero como periodista deportivo uno asume que este tipo de incidentes son gajes del oficio.
La confesión
Y aún así hasta este miércoles jamás me había confrontado con la sensación de miedo: en Dortmund por primera vez sentí miedo. Sin tener la certeza de que se tratase realmente de un acto terrorista, tuve que luchar con no dejarme condicionar por el terrorismo. ¿Pondría alguien en riesgo la seguridad de todos los asistentes al estadio? La duda no me soltó durante toda la jornada.
El encuentro terminó sin incidentes. Después del partido un grupo de aficionados de Dortmund nos agredió verbalmente a mí y al camarógrafo al recopilar algunas opiniones sobre la jornada. "Maldita televisión, no tienen nada qué buscar aquí".
Sería absurdo calificar al periodismo deportivo como actividad de riesgo, y más absurdo vivir con miedo. Pero lamentablemente algo que hace un año me habría parecido inimaginable, se vuelve realidad: el miedo ha llegado a la cancha de fútbol. Existe una posibilidad latente de que el fútbol esté en la mira de los terroristas.
Atentado contra Dortmund, atentado contra el fútbol
Sucedió de camino al estadio. Tres explosivos detonaron y sacudieron el bus del Borussia Dortmund. Las ventanas laterales del vehículo estallaron. Un jugador y un policía resultaron heridos.
Imagen: Getty Images/M. Hitij
Tres detonaciones, dos heridos
Faltaban pocos kilómetros para llegar al estadio cuando detonaron tres explosivos escondidos entre los arbustos en el arcén, Sobre todo se sintió en la parte anterior del autobús. Un jugador y un policía resultaron heridos. El partido de fútbol se suspendió.
Imagen: picture-alliance/AP Images/M. Meissner
Marc, con suerte en la desgracia
Estaba previsto que jugara desde el principio en el encuentro, pero el defensa español Marc Bartra pasó la noche en el hospital. Lo que al principio diagnosticaron como unas heridas leves acabó en una intervención quirúrgica en un brazo por esquirlas de vidrios.
Imagen: picture-alliance
Viajaron para ver el partido
Cuando explotaron los artefactos, miles de hinchas estaban ya en el estadio Signal Iduna Arena de Dortmund. A través de las pantallas supieron lo que había sucedido. El partido se pospuso para este miércoles a las 18.45 (hora alemana). La UEFA determinó que el encuentro tendría lugar 22 horas más tarde, decisión que no todos aplauden.
Imagen: Getty Images/Bongarts/D. Mouhtaropoulos
Esperando en la calle
La pregunta es si los jugadores son capaces de digerir lo sucedido con rapidez. El gerente del Dortmund, Hans Joachim Watzke, cree en la solidaridad del equipo. El lema para esta noche podría ser: "Para Marc".
Imagen: picture-alliance/dpa/I. Fassbender
Hospitalidad en Dortmund
Los seguidores del AS Mónaco llegaron a Dortmund para apoyar a su equipo. Ahora se quedarán en la ciudad un poco más de lo planeado. En este caso, la desgracia une e inspira creatividad. Los fans del Dortmund ofrecieron sus hogares a los monegascos para que pasaran la noche. You'll never walk alone.....
Imagen: picture-alliance/Nordphoto/Kurth
El celular, indispensable
El celular, el juguete preferido de la gente, tuvo en el estadio y sus alrededores mucho trabajo. Casi en hora real, las noticias circulaban: atentado, Bartra herido, partido postergado hasta el miércoles 12.4... Al menos los seguidores del Mónaco pueden contar con Bed & Breakfast.
Imagen: picture-alliance/Nordphoto/Kurth
Gradas vacías en vez de fans y griterío
Primero en estado de shock y después de reflexión. La noche no pasó en vano para Michael "Susi" Zorc. El mánager del club y antiguo jugador de culto del BVB es, debido a su cargo, muy cercano al equipo y tiene que comunicar hacia el exterior cómo reacciona el BVB tras lo sucedido.
Imagen: picture-alliance/Nordphoto/Kurth
Una carta, una dirección y un caso para la fiscalía
Ya está claro: fue un ataque que tenía como objetivo el bus del equipo. El autor o autores podrían pertenecer al entorno islamista. La fiscalía es ahora la encargada de llevar a cabo las investigaciones. Por otro lado, el Bayern Múnich comprueba sus medidas de seguridad para el encuentro de la Champions contra el Real Madrid.