Corriere della Sera, Milán: “En la lucha por los símbolos religiosos es hoy difícil mantener separados el miedo y la necesidad, así como definir normas y procedimientos sensatos y sobre todo aplicables prácticamente. Por otro lado, parece ser también difícil establecer la necesidad práctica de llevar un velo, ya sea de cuerpo entero (burka) o sólo de rostro (nikab). Mientras la religión global nos bombardea hoy con símbolos y conflictos en relación con los mismos, sólo nos queda una cosa: reaccionar hoy y aquí. Dentro de sus fronteras y en el marco de sus tradiciones, eso es lo que intentan hacer los franceses.”

Sospechosa tenacidad

Libération, París: “La mayoría de gobierno ha insistido con sospechosa tenacidad en agregar la degradación pública. Para los paranoicos de la identidad francesa es necesario amonestar en público a las mujeres, que son más víctimas que culpables. ¿No tiene la policía nada mejor que hacer? ¿Y cómo van a interpretar los musulmanes, que en su gran mayoría desean vivir en paz bajo la protección de las leyes, ese aumento de la fiebre sino como un gesto de intolerancia? El UMP está enfermo. Es tiempo de que vaya al médico.”

Frustración general

La République du Centre, Orléans: “La prohibición del velo completo en lugares públicos, tal como lo recomienda la comisión, se transformará en una ley a medias que no conformará a nadie. Para los unos es demasiado permisible y, para los otros, estigmatiza sin razón. (...) ¿Qué queda entonces del debate sobe la identidad nacional y la prohibición del velo completo? No mucho, salvo una frustración general.”

PK/dpa

Editora: Luna Bolívar Manaut