La Repubblica, de Roma: "Disparos en Gaza, pero esta vez disparos de alegría que dan la bienvenida al acuerdo logrado entre Mahmud Abbas y Khaled Meschal, es decir, entre la vieja Fatah, en busca de venganza, y la joven fuerza Hamas. (...) El nuevo gobierno palestino será liderado por Ismail Hanija (...). El acuerdo es una verdadera declaración de intenciones (...), que aunque no menciona a Israel, exige al nuevo gobierno respetar el derecho internacional. (...) Las deliberaciones de La Meca han logrado un acuerdo que da esperanza a los palestinos de un futuro menos violento al que han vivido durante los últimos dos meses. Pero habrá que esperar a ver si el acuerdo logrado satisface a la comunidad internacional."

La Meca funciona

Luxemburger Wort, de Luxemburgo: "Anunciada como la reunión de la última oportunidad, la cumbre de La Meca entre los movimientos palestinos rivales era mucho más que una mera reconciliación. Ambas agrupaciones se encuentran con la espada contra la pared. Si no superan la crisis que ha costado la vida a más de 60 personas y dejado muchos inocentes heridos, ponen en peligro el futuro del Estado palestino. Mientras más se extienda el conflicto tanto menos presionará la comunidad internacional a Israel y el asedio de la autoridad autónoma se convertirá en estado permanente. Por lo mismo no sorprende que la cumbre de la reconciliación se haya efectuado en un lugar tan simbólico como La Meca. Quien espera con tal ahínco un milagro tiene que estar con el agua hasta el cuello."

Reducir la violencia

Der Standard, de Viena: "La situación era especial en esta ocasión. El escenario, La Meca, la intermediación del Rey Abdullah y el convencimiento de que era la última oportunidad para evitar que los territorios palestinos queden sumergidos en el caos completo. Por lo menos entre los líderes la situación durante las últimas dos semanas parecida a una guerra civil puede haber sido un impulso (...). El presidente palestino, Mahmud Abbas sabe que es lo que demanda tanto Estados Unidos como la Unión Europea, pero sabe también que es lo que cabe esperarse de Israel: un acuerdo que pueda interpretarse como un reconocimiento indirecto y pero que no haga perder credibilidad a Hamas. Para algunos será muy poco, aún cuando Hamas reconozca los acuerdos con Israel."