Las cifras que se manejan son exorbitantes, comenzando por los subsidios: Japón y Corea del Sur reciben, cada uno, la misma suma entregada cuatro años atrás a los franceses: 108 millones de euros, que equivalen a 100 millones de dólares. La Fifa ha tenido que desembolsar, además, 50 millones de euros para reforzar las medidas de seguridad, lo cual se convirtió en un imperativo después del 11 de septiembre.

Pese a todo, la federación internacional cuenta con ganar millones con el mundial. Los comités de los países organizadores, en cambio, ven con preocupación como los gastos superan todas las previsiones. La asociación de fútbol nipona ya ha admitido públicamente sus apuros financieros y ha pedido más apoyo económico a la Fifa. Sin éxito.

Construcciones millonarias

Más allá de lo previsto han trepado, sobre todo, los costos de las construcciones erigidas para el torneo en Asia. Corea del Sur, por ejemplo, ha invertido 2 mil millones de euros en la edificación de 10 estadios de impresionante arquitectura. Japón, por su parte, destinó 3 mil millones a la construcción de 7 campos de juego y la remodelación de otros 3.

A ello se suman cuantiosos gastos en infraestructura, como calles de acceso y estacionamientos. El monto de los gastos realizados tan solo en Japón supera tres veces los de Francia en el 98.

Pero no sólo los costos han aumentado sideralmente, sino también el monto de los premios. Las 32 selecciones participantes se repartirán un total de 173 millones de euros: un 51% más que en el mundial galo. El ganador se llevará la módica suma de 13,3 millones de euros a casa. Aún así, esta aventura también conlleva riesgos financieros para la mayoría de los equipos competidores, sobre todo si no han escatimado en gastos para lograr el mejor resultado.

Los dividendos esperados

La Fifa financia sus costos principalmente a través de la venta de los derechos de transmisión de los partidos por televisión. La cifra que se negoció como garantía asciende a 960 millones de euros. A ella se suman 222 millones de euros por concepto de derechos de marketing.

También Japón y Corea del Sur esperan obtener suculentos dividendos del mundial. Desde luego, se espera del campeonato un considerable impulso en el campo deportivo y económico. En Seúl se calcula que el país obtendrá ingresos adicionales del orden de 3,4 mil millones de euros.

En Japón los cálculos son incluso mucho más optimistas. Pero habrá que esperar a ver el balance con las cuentas en la mano. Las esperanzas podrían desvanecerse, por ejemplo, si no llegan los 800 millones de visitantes esperados.

Hasta ahora, en Inglaterra se han vendido únicamente 10 mil entradas. Y ese es el país europeo con mayor cantidad de hinchas dispuestos a presenciar el mundial en Asia. En Alemania los boletos vendidos sólo llegan a tres mil.