DW-WORLD: Mientras que durante los partidos de la Bundesliga van sobre todo hombres a los estadios, ahora vemos muchas mujeres en las tribunas. ¿Qué es diferente?

Nicole Selmer: Debo contradecirla. Yo misma estuve en estadios durante partidos del Mundial y he registrado que han ido menos mujeres que a los partidos de la Bundesliga. En la Bundesliga, por lo menos un cuarto de los espectadores son mujeres, ahora durante el Mundial son menos. Muchas mujeres ven los partidos en las fiestas de aficionados, las pantallas gigantes, en cervecerías y ante el televisor. En esos casos, por lo menos la mitad de los espectadores son mujeres.

¿Por qué se interesan las mujeres por el fútbol?

Que las mujeres se sienten frente al televisor y miren fútbol es algo que vienen haciendo desde hace unos 16 años. Durante el Mundial Italia 1990 ya fue así. La semifinal Alemania-Inglaterra fue vista en un cincuenta por ciento por mujeres. Lo mismo se registró en EEUU 1994, en Francia 1998 y en Corea del Sur/Japón 2002. El público era en un gran porcentaje femenino. Se notaba ya en los agudos gritos de los aficionados y ahora en Alemania sólo lo redescubrimos. Pero lo cierto es que no es un fenómeno nuevo. Sin duda, eso sí, que se interesan más mujeres por partidos entre selecciones nacionales que entre clubes de la Bundesliga, pero lo mismo pasa con los hombres.

Las mujeres quieren ver el físico de los jugadores y cuando intercambian camisetas, algún pecho masculino al descubierto. ¿Es un prejuicio?

Es sin duda un prejuicio. No obstante, cuando miran fútbol, las mujeres también pueden hablar de otra cosa, como los hombres que van a buscar una cerveza y se pierden algunas escenas del partido. Cuando la pelota sale afuera, las mujeres bien pueden hablar, por ejemplo, sobre cómo se ve un jugador y parece simpático. Son seguramente comentarios que hombres no hacen, porque no va con los clichés clásicos de lo que puede hacer un fan.

¿Miran hombres y mujeres fútbol de la misma manera?

Sé de mis muchas entrevistas con aficionadas que tienen muchas cosas en común, más que divergencias. La diferencia es que para las mujeres es otra cosa ir al estadio, que deben escuchar otros comentarios cuando van solas. Los hombres no son vistos con asombro ni tampoco deben explicar la regla del fuera de juego si son elegidos jefes de Gobierno.

Cuando hablan de fútbol, los hombres la van de expertos, que ya habrían llevado a su equipo a la senda del éxito su hubieran tenido oportunidad. ¿Hablan las mujeres igual?

Sí, en parte sí. Entre las mujeres se registra una gran gama de comportamientos. Justamente en la situación clásica en que se está mirando fútbol en una gran ronda ante el televisor. Algunas mujeres hacen a propósito un comentario como "¡oh, qué dulce es!", para enojar a sus esposos o novios. Pero otras dan opiniones netamente futbolísticas y también se las dan de expertas.

De las mujeres se dice a menudo que ni siquiera saben que es una "trampa de fuera de juego". ¿Cambia ello con las pantallas gigantes y las transmisiones por televisión?

No lo creo. En las fiestas de aficionados y las pantallas gigantes lo central no es el fútbol. No se habla de fuera de juego ni de tácticas. De lo que se trata es de pasarla bien. Creo que eso se ve muy bien en el caso de seguidores de equipos que perdieron, que no están tan tristes como se experimenta en la Bundesliga.

Desde que se juega el Mundial, también se juega al fútbol en parques y prados. ¿Aumentará también el número de mujeres que juegan al fútbol?

Sin duda. Pero creo que eso tiene que ver sobre todo con el auge del fútbol femenino que experimentamos desde que la selección femenina alemana se coronó campeona del mundo en 2003. Cada vez más niñas comienzan a jugar al fútbol de pequeñas y conocen muy bien el deporte.

¿Cómo llegó usted al fútbol?

Yo también me aproximé al fútbol mirando. En 1982, cuando tenía 12 años. No fue un Mundial muy bonito y tampoco fueron muy buenos los partidos del seleccionado alemán. Por lo tanto, lo que me atrapó fue sobre todo la emoción. Además era admiradora de Rummenigge. Desde entonces soy aficionada al fútbol.

Nicole Selmer es autora del libre "Watching de Boys Play – Las mujeres como aficionadas al fútbol", editado en 2004 por la editorial AGON Sportverlag. Es hincha del Borussia Dortmund.