El Muro de Berlín y el espionaje de la RDA
11 de agosto de 2021Los berlineses contemplaron atónitos lo que ocurría a primeras horas de la mañana de aquel 13 de agosto de 1961. Fuerzas de seguridad de la República Democrática Alemana (RDA) acordonaron la frontera entre los sectores de las fuerzas de ocupación. Policías y miembros de grupos de combate arrancaron adoquines y comenzaron a formar barricadas y a montar cercos con alambre de púas. Solo pocos puntos de control permanecieron abiertos, casi todas las líneas del ferrocarril urbano quedaron cortadas. Berlín se dividió, y permanecería así por 28 años. La RDA amuralló a sus ciudadanos.
Para el servicio de inteligencia germano oriental, conocido como Stasi, fue una suerte. A esa conclusión llegan Daniel y Jürgen Ast, al igual que Hans-Hermann Hertle, autores de un documental de la cadena de TV alemana ARD, en el que también participó DW. El Muro de Berlín fue para la Stasi un "garante de poder”. Indican que entre el 13 de agosto de 1961 y el 9 de noviembre de 1989, decenas de miles de agentes del servicio de inteligencia germano oriental tuvieron una sola meta: conseguir que el muro fuera inexpugnable.
Vigilancia total
Con ese fin espiaron a la gente, abrieron las cartas personales y vigilaron incluso a amigos y cónyuges. El documental relata los mecanismos de la RDA y la importancia creciente del Ministerio de Seguridad del Estado (MfS), marco institucional de la Stasi. "Con el muro, el MfS ganó importancia", dice en el film el ex teniente coronel Harald Jäger, quien afirma que "la vigilancia se volvió cada vez más omnipresente”. El jefe de la Stasi, Erich Mielke, afirmó que "la situación tras el 13 de agosto demostró que erigir un muro protector antifascista para los ciudadanos de la RDA fue bueno y correcto. La clase obrera conquistó el poder para nunca volver a entregarlo”.
La frontera interna se volvió cada vez más impermeable, sobre todo gracias al trabajo desembozado o sutil de la maquinaria de control de Mielke. Personas que intentaron escapar murieron bajo la lluvia de balazos de los policías fronterizos. "Para nosotros eran traidores… Da igual cuales fueran los motivos, políticos o económicos, nada justificaba una huida”, dice en el documental Jäger, que fue un hombre de la Stasi.
Quienes querían huir eran detenidos, terminaban en la cárcel o eran canjeados por divisas occidentales. Cuando se descubrían intentos de fuga, se controlaba a viajeros en la frontera o se reclutaba a ”colaboradores extraoficiales”, siempre estaban involucrados los especialistas del espionaje de la Stasi.
Ironías de la historia
Solo dos meses antes del inicio de las obras, el gobernante de la RDA Walter Ulbricht había asegurado que nadie tenía la intención de construir un muro. Muchos historiadores piensan que, en realidad, quería cerrar la frontera en Berlín ya mucho antes. El documental de TV ofrece una visión de lo que ocurría en el interior de la RDA. Hablan antiguos responsables de la Stasi y comentan grabaciones originales históricas que rara vez se han mostrado.
En los últimos días de la RDA, cuando el presidente soviético Mijail Gorbachov apostó por la glasnost y la perestroika, también el régimen germano oriental se vio bajo presión. "Todo lo que tuviera que ver con distensión era para nosotros extremadamente peligroso”, recuerda exoficial de la Stasi Günther Enterlein.
Entre 1961 y 1989, al menos 140 personas fueron asesinadas en el Muro de Berlín o murieron por causas vinculadas con el régimen fronterizo de la RDA. Una ironía de la historia: fue un hombre de la Stasi el que, el 9 de noviembre de 1989, abrió la barrera de la calle Bornholm y, con ello, el Muro de Berlín.
(er/cp)