Sabine Rossi, del WDR (VT/DZC)29 de noviembre de 2015
El grupo terrorista Estado Islámico se financia, entre otras cosas, a través de la venta de rehenes. Medios alemanes investigaron cómo la milicia yihadista y los familiares de las víctimas negocian el pago del rescate.
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La organización terrorista Estado Islámico (EI) es considerada una de las más ricas del mundo. Sus principales fuentes de ingreso son impuestos, aranceles y multas, que los yihadistas recaudan entre los habitantes de las regiones bajo su control. Asimismo, el pago de rescate para conseguir la liberación de rehenes es una lucrativa fuente de financiación. Los medio alemanes NDR y SWR documentaron la venta de yazidíes por parte del EI.
Desde hace un año, Abu Mithal -su verdadero nombre ha sido omitido- ayuda a yazidíes a pagar el rescate para liberar a sus familiares en manos de los yihadistas. “A veces negociamos directamente con el EI. Negocio con ellos por medio de Whatsapp, así es como acordamos el precio”, cuenta Mithal.
“Mercado online” de compra-venta de yazidíes
En 2014, cuando el EI asaltó la ciudad de Sinyar, en el norte de Irak, decenas de miles de yazidíes se refugiaron en las montañas de la zona. No obstante, cientos de hombres, mujeres y niños de la minoría religiosa, que no lograron huir a tiempo, fueron asesinados o secuestrados por los terroristas. Hoy día, existe una suerte de “mercado online” de compra-venta de los rehenes.
Las fotos de las víctimas son compartidas a través de servicios de mensajería como Whatsapp. Tanto combatientes del EI como los familiares desesperados de los rehenes pueden comprarlos. Abu Mithal viajó a Turquía para negociar, por ejemplo, el rescate de la yazidí Samia y de sus hijos. A través de Whatsapp una persona de contacto del EI lo citó en una oficina en Gaziantep, una ciudad en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria.
15.000 dólares por mujer con hijos
Allí la persona de contacto le informó que el EI había pedido 15.000 dólares por el rescate de Samia y sus hijos. Mithal ya había negociado la liberación de varios rehenes yazidíes. En total, explica, ha pagado cerca de 2,5 millones de dólares al grupo terrorista. La oficina en Gaziantep se comunicó directamente por teléfono con las personas de contacto del EI, recibió el depósito de Abu Mithal y le cobró 40 dólares por la transferencia del dinero a Siria.
Después, Mithal tuvo que esperar a que el vendedor se pusiera en contacto con él. “Me ha contestado que ha recibido el dinero y ha dicho que no me preocupe. Estoy contento. Estoy seguro que este hombre no me traicionará. Cumplirá su promesa, y espero que pronto los rehenes puedan regresar sanos y salvos hacia nosotros”, cuenta más tarde.
En la entrega de rehenes, Mithal tuvo que pagar el resto del dinero del rescate. Hoy día, Samia y sus hijos están a salvo. No obstante, su liberación duró casi un mes.
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.