El nivel del mar podría subir más de un metro en 2100
25 de septiembre de 2019
Según un informe de la ONU, sobre todo las grandes ciudades costeras y pequeñas islas deberían sufrir hacia 2050 fenómenos meteorológicos extremos. Algunas islas incluso corren el riesgo de convertirse en "inhabitables”.
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El nivel del mar podría subir más de un metro de aquí al año 2100 si se mantiene el actual aumento de las temperaturas, avanzó este miércoles (24.09.2019) un informe de la ONU, que advierte de que eso podría obligar a desplazar a millones de personas.
Las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) no dejan lugar a dudas: la subida del mar podría situarse en entre 30 y 60 centímetros aun si las emisiones de gases con efecto invernadero se reducen fuertemente y el calentamiento climático se limita a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.
Pero, en comparación con finales del siglo XX, podría llegar hasta los 110 centímetros si continúa la tendencia actual en el aumento de las temperaturas.
Además, según la ONU, los ciclones, huracanes y tifones serán más potentes, incluso en un mundo con +2 ºC, y provocarán más daños en las costas. La "intensidad media" de los ciclones tropicales y la proporción de ciclones de categoría 4 y 5, que ya habría crecido estos últimos años, "deberían aumentar", aunque los ciclones, en términos generales, no deberían ser más frecuentes.
"Muchas" grandes ciudades costeras y pequeñas islas deberían sufrir hacia 2050 fenómenos meteorológicos extremos de forma anual, incluso si el mundo reduce sus emisiones de gases de efecto invernadero. Para ese entonces, más de mil millones de personas vivirán en zonas costeras poco elevadas, particularmente vulnerables a los impactos del cambio climático. Algunos Estados insulares corren el riesgo de convertirse en "inhabitables", afirma el texto.
MM/CP (efe, afp, dpa)
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El océano, nuestra fuente de vida
Los océanos cubren la mayor parte de la superficie del planeta y ayudan a regular el clima. Estas masas de agua ya están sufriendo los efectos del cambio climático, pero siguen siendo un misterio para los científicos.
Nuestro planeta azul
Los océanos cubren hasta el 71% de la superficie de la Tierra y el 90% de la biosfera. Son una parte integral de la vida y proporcionan entre el 50 y el 80% del oxígeno del planeta, siendo algo fundamental para el ciclo del carbono. El origen de los océanos es un misterio, pero se cree que se formaron hace 4.4oo millones de años, desempeñando un papel catalizador para el surgimiento de la vida.
Imagen: NASA
Los misterios de las profundidades
A pesar de su gran tamaño, sabemos muy poco sobre los océanos. De hecho, más del 80% del reino submarino aún no ha sido mapeado o explorado. Los científicos están trabajando para desvelar sus misterios, lo que ayudaría a comprender de mejor manera el cambio ambiental y cómo gestionar los recursos oceánicos.
Imagen: Colourbox/S. Dmytro
El regulador del clima
Los océanos juegan un papel muy importante en cuanto a la regulación del clima, ya que absorben las radiaciones solares, distribuyen el calor, e influyen en los patrones climáticos. Pero el cambio climático está alterando este balance, afectando la capacidad de los océanos para realizar sus tareas claves, como el almacenamiento de carbono y la generación de oxígeno.
Lleno de vida
El océano es el hogar de al menos 230.000 especies conocidas. Los arrecifes de coral, en el fondo del mar, son un refugio para invertebrados como los cangrejos, las estrellas de mar y los moluscos, y así como los coloridos peces de arrecife. La vida vegetal florece a poca profundidad, mientras que criaturas más grandes, como los tiburones, las ballenas y los delfines nadan en aguas profundas.
Imagen: picture-alliance/blickwinkel
Criaturas raras y maravillosas
Como era de esperar, los científicos creen que hasta dos tercios de todas las especies oceánicas no han sido descubiertas. Pero, todos los años los investigadores descubren nuevas especies, muchas de ellas son muy diferentes a las ya encontradas, como el gusano calamar (foto) que fue hallado en el mar de Célebes en 2007.
Imagen: Laurence Madin, WHOI
Una advertencia
El océano está bajo presión. Uno de los ejemplos más notables es el blanqueamiento de los corales en el mundo. Debido al aumento de las temperaturas y a la contaminación, los corales se estresan y expulsan una especie de algas que les permiten crecer y reproducirse. Algunos corales se pueden salvar, pero cuando esta situación se prolonga aumentan las posibilidades de un desenlace mortal.
Imagen: XL Catlin Seaview Survey
Sin un refugio
Las especies marinas también están sufriendo las consecuencias. Las investigaciones recientes muestran que las poblaciones locales de peces, moluscos y cangrejos están desapareciendo a una velocidad dos veces mayor que las especies terrestres. Las altas temperaturas son las responsables, ya que es difícil encontrar un refugio y la mayoría de las especies no logran adaptarse.
El gran deshielo
El calentamiento está causando el deshielo de los glaciares y del hielo en la criósfera , partes de la superficie de la Tierra en donde el agua se encuentra en estado sólido, incluyendo hielo y nieve. Este proceso está contribuyendo al aumento del nivel del mal global y podría provocar el incremento de acidificación de los océanos, debido al metano liberado del permafrost en el océano Ártico.
Imagen: Getty Images/M. Tama
Una gran conexión
Los humanos están indisolublemente unidos al océano. Durante miles de años las comunidades han habitado a lo largo de la costa, para conseguir alimentos y medios de subsistencia. Hoy en día, más de mil millones de personas viven en las regiones costeras, que probablemente se verán afectadas por el aumento del nivel del mar.
Imagen: imago
La naturaleza desaparece
Pero esta conexión ha costado caro. Sólo el 13% de los océanos del mundo están completamente libres de las actividades humanas como la pesca, y casi no quedan especies naturales a lo largo de las zonas costeras. Incluso los confines más lejanos del océano Ártico no están intactos, por los avances tecnológicos. Proteger la vida silvestre será un reto para las generaciones futuras.