El nuevo gabinete obtiene el respaldo del Parlamento peruano
20 de agosto de 2016
Fernando Zavala dirigirá el primer gobierno bajo la presidencia de Kuczynski. Tras dos días de sesiones, obtiene el apoyo de los principales grupos de la oposición.
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El Congreso del Perú le dio este viernes el voto de confianza al Consejo de Ministros presidido por Fernando Zavala tras dos días de sesiones. La aprobación se decidió por 121 votos a favor, dos en contra y una abstención, en una cámara en el que el partido opositor Fuerza Popular (FP) tiene mayoría absoluta. El deseo de casi todos los congresistas de tomar la palabra alargó las sesiones, que empezaron el jueves, hasta la noche del viernes (19.08.2016).
El panorama para Zavala y sus 18 ministros se aclaró poco antes de la votación, cuando el portavoz de FP, Luis Galarreta, dijo que los 73 parlamentarios de ese partido derechista le daría el sí al gabinete del nuevo presidente Pedro Pablo Kuczynski. Según la Constitución, si el Congreso hubiera rechazado al Gabinete, Kuczynski habría quedado obligado a cambiarlo. Pero, según las encuestas, una negativa sería interpretada como una oposición obstruccionista y negativa. Los 20 escaños de la bancada socialista del Frente Amplio anunciaron desde el principio que darían su voto, a pesar de las críticas respecto al modelo económico.
Con el voto de confianza, que un Gabinete debe obtener un mes antes de entrar en funciones, queda allanado el camino para el equipo de Zavala. "Estamos listos para empezar a trabajar por nuestro querido Perú. Agradecemos la confianza dada por el Congreso de la República y asumimos los grandes retos que tiene el país porque tenemos un plan para llevar adelante las grandes metas de cambio", señaló este en declaraciones recogidas por la prensa local.
LGC (dpa / Perú21)
Indígenas amazónicos amenazados por la exploración petrolífera
La petrolera colombo-canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos "no contactados" en Perú y Brasil. El proyecto amenaza la vida indígena, denuncia Survival International.
Imagen: Christopher Pillitz
El "pueblo del jaguar"
Cerca de 2.500 indígenas matsés (llamados “mayorunas” en Brasil) viven en la ribera del río Yaquerana, en la frontera entre Brasil y Perú. Junto con el pueblo indígena matis –al que los une un cercano parentesco, así como el modo en que decoran sus rostros evocando los bigotes y dientes de un gran felino– se les conoce como “el pueblo del jaguar”.
Imagen: Christopher Pillitz
Sin fronteras, con vecinos ''aislados''
Para los matsés, la frontera peruano-brasileña no existe: sus arroyos, planicies aluviales y selvas de arena blanca conforman un solo territorio ancestral. En él viven también pueblos indígenas en situación de “aislamiento voluntario”, tanto en Perú como Brasil.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Cazadores y recolectores
Son expertos en el uso de arcos y flechas para la caza de monos araña, pecaríes o puercos almizcleros de hocico blanco, tapires, monos lanudos y armadillos. Decoran las varillas de sus flechas de caña con hilo de algodón y un tipo de hierba dorada. En la estación seca, recolectan huevos de tortugas fluviales.
Imagen: Christopher Pillitz
''No comemos alimentos de la fábrica''
Los matsés cultivan además una amplia variedad de vegetales en sus huertos, entre ellos, alimentos esenciales en su dieta como plátanos y yuca. “No comemos alimentos de la fábrica (…), por eso necesitamos espacio para cultivar nuestra propia comida”, explica Antonina Duni, una mujer matsés, a los visitantes de Survival International.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Elíxir... de plátano
Las mujeres matsés se encargan de preparar el chapo, una bebida dulce de plátano. La fruta madura siempre está hirviendo en el hogar de los matsés. Luego, su masa se exprime a través de un colador hecho con hojas de palma. La bebida resultante se sirve caliente, junto al fuego. Muchos la beben mientras se mecen sobre una hamaca.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Pescadores precavidos
Para proteger sus tierras, evitan agotar el suelo y las poblaciones de animales y peces alternando los lugares donde cazan y pescan.
Imagen: Alison Wright
Fuerza de rana
Para provocar un sentimiento de claridad, visión y fuerza que puede durar varios días, los matsés se aplican veneno de rana antes de sus partidas de caza. Recogen el fluido de una rana verde conocida como "acate" frotando la piel del animal con un palo y se lo aplican luego a sí mismos en pequeños agujeros quemados en la piel.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Energía de tabaco
Los hombres matsés soplan también tabaco, o polvo de “nënë”, por la nariz de otros hombres para darles mayor fuerza y energía.
Imagen: James Vybiral/Survival International
Contacto y enfrentamiento
Los matsés fueron contactados por primera vez en 1969 por un grupo misionero estadounidense, que llegó a la región tras enfrentamientos violentos entre los indígenas y colonos locales que pretendían construir una carretera a través de este territorio. Desde el primer contacto, muchos matsés han muerto por enfermedades como malaria, tuberculosis, desnutrición y hepatitis.
Imagen: Rebecca Spooner/Survival International
Amenaza para la supervivencia
Desde 2012, la petrolera canadiense Pacific Rubiales explora tierras habitadas por los matsés y sus vecinos no contactados. La construcción de cientos de líneas sísmicas y la excavación de pozos a través de 700 kilómetros cuadrados de selva amenazará las cabeceras de tres ríos esenciales para la supervivencia de los matsés y sus vecinos, denuncia la organización Survival International.