El nuevo rumbo del Beethovenfest
17 de octubre de 2014DW: ¿Cree usted que Bonn utiliza a cabalidad el potencial que tiene como ciudad natal de Beethoven?
Nike Wagner: En 1845 la ciudad le rindió al compositor su primer homenaje. Ese año arribó a Bonn parte de la escena musical europea de entonces –entre ellos Franz Liszt— a celebrar el cumpleaños número 75 del “gran hijo” de la ciudad, erigiendo una estatua y construyendo, a gran velocidad, una primera sala de conciertos en su nombre (Beethovenhalle). Esta sala, hecha en madera, tuvo que ser destruida después de las celebraciones por peligro de incendio. En las décadas próximas, la unión entre Beethoven y la ciudad quedó descuidada. Sólo fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad se convirtió en capital de la República Federal de Alemania, que Bonn necesitó redefinir su imagen, utilizando exitosamente, hasta nuestros días, a Beethoven como su símbolo cultural.
El Beethovenfest tiene un repertorio más bien convencional dentro del mundo de la música clásica ¿Cree que esto debe ser así?
El Beethovenfest debe profundizar en el programa y diseñarlo con mucho detenimiento. En especial porque la música de Beethoven es interpretada en todo el mundo, lo que nos obliga a deliberar en qué manera lo podemos realzar en nuestro festival. La programación debe incluir piezas de diferentes épocas y compositores, las cuales estén relacionadas todas entre si. Es interesante ofrecer “otros” sonidos en la música de Beethoven. Esto quiere decir, tocar su música con los instrumentos originales de la época. Un pianoforte no es lo mismo que un Steinway; da mucho gusto, poder escuchar el (casi) auténtico sonido de Beethoven.
Usted es una mujer llena de ideas. La mayoría de cosas que vimos en el Beethovenfest de 2014 estaban ya planeadas por su predecesora, por lo que no hemos tenido la oportunidad de ver aún su sello personal ¿Cómo se sintió con esto?
Para mí fue muy interesante experimentar otro sistema dentro de un festival. Claro, cada festival está construido de manera similar. No obstante, el Beethovenfest se diferencia mucho del Kunstfest de Weimar, el cual dirigía antes de venir a Bonn. Por ejemplo, la publicidad y la difusión son prioridad, lo que me pareció igual emocionante y gratificante.
¿Podría darnos usted un adelanto del próximo festival?
Antes de hablar del programa hay que hacer una aclaración: a pesar de que Alemania se define como una nación cultural, cada vez es más difícil organizar festivales de música clásica. El apoyo estatal es cada vez menor. El sistema alemán se está asemejando más al sistema estadounidense, donde se financia, en su mayoría, a través de recursos privados. Mantener la calidad en los festivales y traer a las figuras importantes de la música no es tarea fácil.
El tema del próximo festival es “la variación”: que toma como base las Variaciones Diabelli de Beethoven. Mucho del programa va a circundar sobre esta idea. Gran parte de las orquestas y artistas presentes el próximo año han incluido variaciones dentro del repertorio: la Orquesta Estatal de Berlín, bajo la dirección de Daniel Baremboim, la Orquesta del Festival de Budapest, bajo la dirección de Ivan Fischer, y la violoncellista Sol Gabetta, son algunos de los conciertos a escuchar.