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El odio en la red

Julieta Romero Güeto23 de marzo de 2013

La incitación al odio no es un fenómeno nuevo, pero en Internet adquiere nuevas formas y alcances. ¿Cómo reaccionar?

Imagen: picture-alliance/dpa

“Inocencia de los musulmanes”, el polémico video de un estadounidense publicado en 2012 en Youtube que generó una oleada de protestas violentas en países musulmanes, es considerado un caso característico de incitación al odio en Internet, con sus incalculables consecuencias.

En ese momento las opiniones sobre cómo abordar el tema se dividieron. Youtube no censuró el video, pero bloqueó su acceso en países como Líbia, Egipto, Arabia Saudita e Indonesia. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, condenó el contenido pero prefirió no censurarlo para no atentar contra la libertad de expresión.

En Alemania, el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, se pronunció a favor de prohibir la proyección pública del video en Berlín, mientras sectores del Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes se manifestaron en contra de su prohibición.

Sin embargo, no siempre la incitación al odio en Internet alcanza los titulares de prensa ni el debate político. Muchos casos quedan en el anonimato de las redes sociales y portales de Internet.

Protestas en Lahore en contra de la película que se burlaba del profeta Mahoma.Imagen: Reuters

La incitación al odio es definida por el Comité de Ministros del Consejo de la Unión Europea como “todas las formas de expresión que inciten, promuevan o justifiquen el odio racial, la xenofobia, el antisemitismo y otras formas de odio basadas en la intolerancia”. Las formas de incitación al odio en Internet incluyen también la ciber-intimidación (cyber- bullying), que afecta principalmente a los jóvenes.

En una reciente encuesta, hecha por el departamento de Juventud del Consejo de la Unión Europea, se entrevistó a 1.274 jóvenes sobre el tema incitación al odio en Internet. La encuesta reveló que el 78% de los jóvenes la ha presenciado. Un 40% admitió que ignora el tema cuando lo encuentra, mientras un 12% lo reporta ante las autoridades.

Según la encuesta, en Europa los más acosados en Internet son los homosexuales, lesbianas y transexuales, con un 70%, seguidos de los musulmanes e inmigrantes. La mayoría de casos de incitación al odio en Internet se encuentran en redes sociales, páginas Web y foros.

Odio en las redes sociales

Se considera que las nuevas formas de comunicación online, donde no existen intermediarios entre lo que se produce y lo que se publica, han hecho más visibles los casos de incitación al odio. Así lo cree Rui Gomes, representante de la campaña “No a la incitación al odio”, que promueve el departamento de Juventud del Consejo de la Unión Europea: “las redes sociales han amplificado el problema, lo han hecho más evidente, en ese sentido es positivo, pero es más anónimo y expone a los jóvenes a situaciones en las cuales, si ellos mismo no reportan el problema, nadie se entera”, afirma Gomes.

Facebook no permite lenguaje ofensivo en su página, a menos que se trate de humor o sátira.Imagen: Screenshot Facebook

Björn Dischleit, director del foro político alemán “Politik sind wir”, uno de los más grandes del país, comenta que su página no ha estado exenta de casos de incitación al odio y que él mismo ha sido víctima de hostigamientos por Internet cuando ha intentado evitar que los usuarios utilicen el foro para difundir expresiones de odio o violencia: “cuando empezamos con el foro sucedieron con bastante frecuencia casos de incitación al odio, pero en ese momento éramos nuevos, luego empezamos a moderar más estrictamente y a formar un catálogo de reglas más específico.”

“Politik sind wir” tiene cerca de 1.000 participantes, que publican un promedio de 100 comentarios al día. Hacer monitoreo es una labor difícil. “Al comienzo es complicado reconocer a quienes sólo les interesa molestar y no discutir. Nosotros tenemos tres moderadores que revisan las quejas que los mismos participantes registran a través del botón “reportar”. Luego en comité decidimos si el participante debe recibir una sanción o no” comenta Dischleit.

Por su parte, la red social Facebook, en sus políticas de conducta, no permite la publicación de lenguaje ofensivo como “ataques a las personas por su raza, etnia, nacionalidad, religión, sexo, orientación sexual, discapacidad o enfermedad”. No obstante se permite el humor o la sátira, aunque pueda ser percibida como ataque o contenido ofensivo.

Rui Gomes considera que las medidas de protección de páginas como Facebook y Twitter no son suficientes. “Nos abstenemos de proponerles algo, porque sabemos que en este momento es una comunidad que trabaja bajo la autorregulación. En muchos casos han colaborado con nosotros, pero no estamos totalmente felices con la forma en que tratan el tema”, asegura.

La experiencia le ha dictado a Dischleit, director del foro “Politik sind wir”, que se necesita un balance de fuerzas para evitar caer en la censura o terminar promoviendo actos de odio y violencia. “Tenemos la responsabilidad por un lado de no sancionar injustamente a alguien que quiera expresarse, pero por el otro queremos garantizar que los usuarios puedan discutir sin problemas y sin acoso. Si no cuidamos de ambas cosas no viene nadie a escribir en el foro”, puntualiza.

La campaña: “No a la incitación al odio”

El 21 de marzo, Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, se lanzó oficialmente la campaña “No a la incitación al odio” (No Hate speech Movement”). La campaña va dirigida a los jóvenes y busca crear conciencia y abrir el debate sobre las consecuencias y peligros que trae la incitación al odio en Internet y cómo reaccionar ante un caso.

Logotipo de la campaña "No a la incitación al odio".

“Cuando los jóvenes son víctimas o testigos de incitación al odio es importante que ellos sepan dónde pueden preguntar y pedir ayuda. Y que sepan que lo pueden reportar ante las autoridades”, afirma Rui Gomes, representante de la campaña.

La campaña se implementa a nivel europeo y a nivel local. La iniciativa contempla con dos plataformas: el “Hate speech movement”, donde se puede encontrar información sobre el tema, y el “Hate speech watch”, donde los jóvenes pueden reportar los casos de incitación al odio.

Autor: Julieta Romero Güeto

Editora: Emilia Rojas

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