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El ofuscamiento de la oposición venezolana

11 de septiembre de 2017

La mayor alianza de partidos opositores de Venezuela celebró elecciones primarias este 10 de septiembre para nombrar a sus candidatos de cara a los venideros comicios regionales. No todos sus seguidores están contentos.

Venezuela Krise - Wahlen
Imagen: Reuters/M. Bello

Este lunes (11.9.2017), la mayor alianza de partidos opositores de Venezuela –la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)– hizo pública una lista parcial de sus candidatos para los comicios regionales de octubre. Aunque sus elecciones primarias tuvieron lugar este domingo (10.9.2017), sólo el 85 por ciento de los votos ha sido escrutado hasta ahora. La lentitud del proceso ha sido atribuida al recuento manual de las papeletas; sin embargo, no deja de extrañar que queden por definir precisamente los aspirantes a las gobernaciones de estados claves como Aragua, Barinas, Bolívar y Zulia.

A las polémicas en torno a la participación del antichavismo en la elección de gobernadores se suma el temor a que la MUD se esté resquebrajando. “Llaman la atención las trifulcas internas que se han registrado en varios estados y la demora en el conteo de los votos, considerando que los resultados del plebiscito del 16 de julio –en el que participaron más de 7 millones de personas para frenar la elección de una Asamblea Nacional Constituyente, promovida por el oficialismo– se dieron a conocer muy rápidamente”, comenta Ivo Hernández, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Münster.

Los adversarios de Nicolás Maduro, el “hombre fuerte” de Caracas, están convencidos de que el oficialismo pospuso indefinidamente los comicios regionales –que, según la Constitución, debían realizarse en diciembre de 2016– por miedo a ser derrotado por una MUD bien cohesionada. No obstante, las circunstancias han cambiado desde entonces y las elecciones de gobernadores –fijadas sorpresivamente para diciembre de 2017 y luego adelantadas arbitrariamente para octubre– son percibidas ahora por una parte de la oposición como una trampa para una MUD debilitada.

Ceremonia de juramentación de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente. (4.8.2017).Imagen: Reuters/Miraflores Palace

Hernández: “Autosabotaje”

“La MUD decidió participar en las elecciones de gobernadores pese a que Venezuela está sumida en un estado de excepción y a que, mediante un proceso fraudulento, el Ejecutivo y los poderes bajo su control dieron pie a la creación de una Asamblea Nacional Constituyente con capacidad para anular los resultados de los venideros comicios regionales, destituir a los gobernadores después de esas elecciones e incluso redefinir la estructura geopolítica del Estado para hacer desaparecer la figura de la gobernación. La MUD no ha jerarquizado sus prioridades correctamente”, señala Hernández.

“La idea no es celebrar elecciones para restituir el Estado de derecho en el país, sino imponer el Estado de derecho para poder celebrar elecciones libres y justas. En cambio, la MUD decidió participar en elecciones regionales para las cuales ni siquiera hay fecha concreta todavía, jurándole a sus seguidores que eso le permitiría luchar contra la dictadura, cuando en realidad lo que consigue con eso es legitimar a la írrita Asamblea Nacional Constituyente y al Consejo Nacional Electoral (CNE), que ha sido acusado de fraude hasta por la empresa a cargo de su sistema electrónico de votación”, argumenta el especialista de Münster.

La MUD esperaba que el 10 por ciento del padrón electoral –alrededor de 1,5 millones de personas– participara en sus elecciones primarias; aún está por corroborarse cuántas lo hicieron. Corresponsales extranjeros constataron una afluencia exigua a las urnas este domingo (10.9.2011); lo cual es comprensible, dada la cantidad de opositores que han oreado su malestar por el cambio de postura de la MUD: en julio, su base le exigió desconocer a la Asamblea Nacional Constituyente y, poco tiempo después, la coalición opositora aceptó ir a un proceso electoral adelantado por la controvertida instancia.

Sólo dos formaciones –Vente Venezuela y Alianza Bravo Pueblo, liderados por María Corina Machado y Antonio Ledezma, respectivamente– se rehusaron a ir a las urnas bajo la actual constelación institucional. “¿Cómo es posible que el Parlamento de mayoría opositora haya estado a punto de darle jaque mate a un régimen ilegítimo, que buena parte de la comunidad internacional haya estado dispuesta a apoyarlo y que, al final, la MUD se haya autosaboteado, anunciando de un día para otro que competirían en los comicios? En el resto del mundo, eso no puede ser percibido sino como falta de seriedad”, lanza Hernández.

El mandatario venezolano, Nicolás Maduro.Imagen: Reuters/M. Bello

Mires: “Una de las pocas opciones correctas”

Fernando Mires, profesor emérito de la Universidad de Oldenburg, observa lo acontecido desde otra perspectiva: “Yo atribuyo la baja participación en las elecciones primarias de la MUD a dos factores: por un lado, a la propaganda que hizo el sector más radical y reaccionario de la oposición con miras a boicotearlas. Ese segmento del antichavismo se aprovechó del desánimo que cundió tras meses de protestas antigubernamentales. Las marchas ya habían perdido ímpetu antes del llamado a votar, pero mucha gente ve como una claudicación el hecho de que la MUD decidiera ir a las urnas”, sostiene.

“Por otra parte, la propia MUD ha defendido su estrategia electoral con demasiada timidez, como si estuviera haciendo algo pecaminoso. En realidad, participar en las elecciones regionales es una de las pocas opciones correctas que le quedan, por ser legítima y constitucional”, agrega el experto, uno de los comentaristas extranjeros más influyentes en la ágora venezolana. No obstante, a la MUD se le reprocha el haber sacrificado las movilizaciones masivas para concentrarse exclusivamente en los inminentes comicios regionales. “Pero es que hacer campaña electoral es otra forma de mantener las calles calientes”, arguye Mires.

“Además, los comicios regionales permitirán manifestar el descontento general hasta en las zonas del país donde nunca tuvieron lugar protestas multitudinarias contra el régimen”, subraya el catedrático de Oldenburg. Dos incógnitas se despejarán a corto y mediano plazo. La primera: ¿logrará la MUD entusiasmar de nuevo a sus simpatizantes para que voten masivamente en las elecciones regionales? La segunda: ¿es de esperar que la oficialista Asamblea Nacional Constituyente termine destituyendo a los gobernadores opositores elegidos en octubre? “Es muy probable que eso ocurra”, sentencia Mires.

“Pero eso será peor para el régimen que para la oposición porque sumará una nueva tropelía a su récord de infracciones contra la Constitución. Quienes critican a la MUD alegan que la alianza legitima al Ejecutivo de Maduro al participar en los comicios regionales; pero eso no es así: lo único que queda legitimado son las elecciones, que están contempladas en la Carta Magna. Nadie ha dicho que Maduro va a caer ni que el Estado de derecho será restituido automáticamente en Venezuela si la MUD compite en los comicios regionales, pero la oposición tendrá más fuerza participando en las elecciones que absteniéndose de hacerlo, como lo hizo en las elecciones legislativas de 2005”, asegura Mires.

Evan Romero-Castillo (jov)


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