El barómetro mensual de confianza empresarial del Instituto alemán de Investigación Económica (Ifo) se parece cada vez más al oráculo de Delfos. La encuesta realizada entre 7.000 empresas germanas a las que se consulta sobre producción, pedidos, precios y empleos le sirve tanto al gobierno como a la oposición como municiones en la discusión sobre las reformas pendientes de este país.

El índice Ifo mantuvo en julio su tendencia ascendente, tal como lo esperaban los analistas, lo que se puede interpretar como señal de que el proceso de recuperación económica está a la puerta. Sin embargo, la llegada de la recuperación ya se esta esperando desde hace años como la llegada de Godot. Además, la confianza de las empresas en el futuro no subió tanto como esperaban los analistas.

De todos modos, ya es el tercer mes consecutivo que mejora este importante dato sobre la confianza en las actividades empresariales en Alemania. "Por experiencia, un aumento consecutivo de tres meses refleja una próxima recuperación coyuntural", comentó el presidente del instituto Ifo, Hans-Werner Sinn, subrayando que la reactivación se manifestó en todos los sectores con excepción de la construcción.

Esperanzas

El Gobierno alemán no tardó en calificar la subida del índice a 89,2 puntos como una "señal positiva". Por medio de una declaración, se indicó que el incremento del índice de clima empresarial impulsaba las esperanzas de una recuperación en la economía más grande de Europa. "Visto en conjunto con otros indicios económicos mundiales, crea esperanzas de que las cosas van hacia arriba", dijo un portavoz del gobierno en Berlín.

El presidente de la Confederación Alemana de la Industria (BDI) también se unió al coro de los optimistas. "Hay indicios de que las empresas han tocado fondo. Al parecer vuelve la confianza", dijo Michael Rogowski a través de un comunicado.

Dudas

Rogowski cree, sin embargo, que la recuperación económica no se hará patente hasta el próximo año, ya que la evolución de la cartera de pedidos durante este año ha sido demasiado débil como para que haya un cambio notable. Gernot Nerb, economista del Ifo, tampoco cree en milagros. Advirtió que no se puede deducir en base a la mejora del índice Ifo la velocidad con que se producirá la recuperación económica en Alemania, puesto que ésta depende de las medidas políticas que se tomen, aludiendo a la amplia reforma tributaria planeada por el gobierno de Schröder para el 2004.

De nuevo, los barómetros del Instituto Ifo proporciona una buena base para toda clase de augurios. Mientras tanto, Alemania sigue esperando la reactivación de la economía mundial como catalizador, la recuperación coyuntural por propia fuerza, las reformas de Schröder o cualquier otro milagro. Posiblemente a Godot.