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El origen de una era de inestabilidad global

Michael Knigge (JC/EL)28 de enero de 2016

Las conclusiones del informe sobre el año 2015 para la Conferencia de Seguridad de Múnich son negativas y, para este curso, las perspectivas tampoco son muy alentadoras. 2016 será el año de las crisis.

Syrien Bombenanschläge in Homs
Imagen: Reuters/Sana

Sería injusto decir que los autores del informe anual para la Conferencia de Seguridad de Múnich no han intentado presentar un par de conclusiones positivas sobre el año pasado. El 2015, sin embargo, fue un año marcado por numerosas crisis que todavía no han sido resueltas. De hecho, muchas de ellas siguen agravándose. Los pocos logros positivos están descritos a continuación:

Menos del 10 por ciento de la población mundial vive bajo el umbral de la extrema pobreza. Si comparamos las cifras con las de hace 25 años, la reducción ha sido drástica. En aquel momento, alrededor del 40 por ciento de los habitantes de la Tierra vivían en la pobreza extrema.

En París, jefes de Estado y de Gobierno de todo el planeta firmaron un acuerdo para combatir el cambio climático.

También llegaron noticias positivas desde Oriente Próximo. Tras años de difíciles negociaciones, las principales potenciales internacionales llegaron a un acuerdo con Irán acerca de su programa nuclear.

Las relaciones entre Rusia y los países europeos no atraviesan por su mejor momento.Imagen: Getty Images/AFP/A. Stepanov

Conflictos sin fronteras

Pero, aparte de estos tres acontecimientos positivos, en 2015 se agravó la situación de varios conflictos. Lo que hace que algunos sean tan peligrosos e impredecibles es el hecho de que sigan cruzando fronteras. El mejor ejemplo de su inmensidad es, según el informe, Oriente Próximo. La guerra en Siria se ha convertido en una crisis mundial. Además, es posible que a medio plazo todas las fronteras estatales existentes en el Medio Oriente sean cuestionadas. Esto significa que la guerra seguirá expandiéndose. El conflicto de Siria se ha convertido, de hecho, en el principal motor de la crisis mundial de los refugiados. No es casualidad que 2015 fuera el año con mayor número de desplazados desde la Segunda Guerra Mundial.

Algo que ha ayudado a internacionalizar el conflicto de Siria es, sin duda, el autoproclamado grupo terrorista Estado Islámico. En aquellos Estados desestabilizados, en los que existe un vacío de poder, el grupo islamista aprovecha para expandir su influencia más allá de sus países de origen, Siria e Irak. El EI utiliza los medios de comunicación y las redes sociales más actuales, estuvo presente en los atentados de París y pretende tomar ventaja de la falta de fronteras en Europa para organizar nuevos atentados terroristas.

La principal amenaza de Europa es el terrorismo islámico, pero no es la única. La política de seguridad del continente sigue siendo incierta. El conflicto de Ucrania, por ejemplo, sigue sin resolverse, y la unidad política de Europa está siendo cuestionada por la masiva llegada de refugiados procedentes de Oriente Medio y las extremas diferencias de opinión acerca de cómo lidiar con ella, señala el informe. Para empeorar las cosas, añade, están resurgiendo los nacionalismos y la Europa sin fronteras del espacio Schengen está en peligro.

De acuerdo con el informe, crear soluciones para resolver estas crisis es difícil. Una de las razones podría ser, por un lado, la pasividad mostrada por muchos gobiernos europeos y, por el otro, el comportamiento imprudente de algunos de ellos.

El conflicto de Siria se ha convertido en el principal motor de la crisis mundial de los refugiados.Imagen: DW/D. Cupolo

¿Otro conflicto en Oriente Próximo?

Las relaciones entre Rusia y los países europeos no atraviesan por su mejor momento. En Oriente Próximo, la situación entre Irán y Arabia Saudí no podría ser peor. Según el informe, lo único que falta es una confrontación militar directa. Y eso por no hablar de la tensión existente entre Rusia y Turquía que, tras el derribo de un caza ruso por parte del ejército turco, se disparó hace unos meses. En Asia, la política exterior con fines expansivos que está desarrollando China ha causado agitación en otros Estados, algunos de los cuales reclaman que Estados Unidos interceda de forma activa. Así, el resultado del informe de seguridad y las perspectivas siguen siendo sombrías: 2016 será, probablemente, un año de crecientes riesgos, en el que no se pueden descartar confrontaciones militares. Parece que este 2016 será el comienzo de una era de inestabilidad global.



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