El Papa Benedicto XVI aceptó la renuncia del obispo irlandés de Kildare y Leighlin, James Moriarty, quien decidió dimitir tras recibir duras críticas por ocultar casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes en la diócesis de Dublín, según comunicó hoy el Vaticano.

Un informe de la jueza Yvonne Murphy de 2009 documentaba que más de 300 niños fueron víctimas de abusos sexuales a manos de sacerdotes en esa diócesis entre los años 1975 a 2004. Los responsables ocultaron o silenciaron tales incidentes, denunciaba la jueza en el informe de las investigaciones que fue publicado el pasado noviembre.

Otro informe dio cuenta este año de que las palizas y los abusos sexuales a niños en instituciones de la Iglesia irlandesa formaban parte del día a día desde 1930. En una carta pastoral a los católicos irlandeses el pontífice había condenado hace cerca de un mes los abusos de menores en el seno de la Iglesia.

Moriarty es uno de tres obispos que presentaron su renuncia debido a los escándalos. El Papa hasta ahora sólo había aceptado la dimisión del obispo de Limerick, Donald Brendan Murray y a finales de marzo del obispo de Cloyne, monseñor John Magee. dpa