Este jueves (21.12.2017), en el marco del tradicional mensaje navideño dirigido al Gobierno de la Santa Sede, el papa Francisco advirtió que los “traidores de la confianza” representaban un peligro para la Curia Romana.
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El jefe del Estado vaticano, Jorge Mario Bergoglio, criticó severamente a los "traidores de la confianza” en el seno de la Curia Romana y reivindicó su liderazgo al frente de la Iglesia católica en su tradicional discurso navideño dirigido a los diferentes órganos del Gobierno de la Santa Sede. El pontífice argentino alertó sobre el peligro que representan para la institución "las personas que han sido seleccionadas con cuidado para dar mayor vigor al cuerpo y a la reforma, pero, al no comprender la importancia de sus responsabilidades, se dejan corromper por la ambición o la vanagloria”.
Bergoglio agregó que cuando las personas aludidas "son delicadamente apartadas, se autoproclaman equivocadamente ‘mártires del sistema', del ‘Papa desinformado', de la ‘vieja guardia', en vez de entonar el ‘mea culpa' ”. A lo largo del año 2017, varios excolaboradores de la Curia aseguraron que se estaba tejiendo una red de insidias en el Vaticano. Al respecto, Francisco dijo que es muy importante "superar la desequilibrada y degenerada lógica de las intrigas o de los pequeños grupos que en realidad representan, a pesar de sus justificaciones y buenas intenciones, un cáncer”.
Los trabajadores de la Curia deben servir como "antenas sensibles” para "transmitir fielmente la voluntad del Papa y de los Superiores”, explicó Bergoglio, quien ya en años anteriores había aprovechado su discurso navideño ante numerosos cardenales para orear duras críticas a los órganos de Gobierno del Vaticano. Por ejemplo, el argentino diagnosticó quince "enfermedades” en la Curia, entre ellas el "alzhéimer espiritual”, la megalomanía, la beatería y la verborrea. Su discurso de este año se centró en realidad en la importancia de las relaciones diplomáticas del Vaticano y la relación con otras religiones.
Sin embargo, el mensaje quedó algo eclipsado por los reproches que le hizo a la Curia. Al hablar de sus planes de reforma, Bergoglio citó al Monsignor Frédéric-François-Xavier De Mérode: "Hacer la reforma en Roma es como limpiar la Esfinge de Egipto con un cepillo de dientes”. Dentro y fuera del Vaticano los opositores de la vía reformista de Francisco se hacen escuchar. Cuatro cardenales le exigieron explicaciones en una carta abierta por su exhortación apostólica Amoris Laetitia, en la que el pontífice abrió la Iglesia a los divorciados que se vuelvan a casar.
Además, se creó una red mundial que acusa al papa de herejía. Asimismo, se denuncia que con la reforma de la Curia no se está procediendo de forma suficientemente rápida y organizada, aunque Bergoglio cumplirá cinco años en el cargo en marzo de 2018.
ERC ( dpa / EFE )
La Iglesia en Alemania: ¿el ocaso de la fe?
Tanto la Iglesia Católica como la Protestante se está quedando sin miembros en Alemania, y cada vez son menos los estudiantes de Teología en las facultades. ¿Se trata de una verdadera y profunda crisis de fe?
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¿El ocaso de la fe?
Las comunidades cristianas se ven cada vez más confrontadas con cómo se puede adecuar la Iglesia al mundo actual, una cuestión vital para su supervivencia. ¿Qué tiene aún para ofrecer a los fieles? Algunos hablan de una “fase de cambio”, y otros hasta de una “crisis de fe”.
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Templos vacíos
Las cifras hablan por sí mismas: solo la Iglesia Católica perdió en Alemania cerca de 180.000 miembros en 2013, es decir, un 50 por ciento más que en 2012. El número de los que abandonan su pertenencia a la Iglesia, que en Alemania cobra impuestos, es en la Iglesia Católica más alto que en la Iglesia Protestante. Ésta, sin embargo, también lucha contra la pérdida de fieles.
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Menos ingresos para la Iglesia
Si sus miembros desaparecen, la Iglesia recibe menos aportes, ya que, en Alemania, quien se registra como perteneciente a ella paga impuestos eclesiásticos, unos cientos de euros por año para un asalariado promedio. Para algunos que ya ven con ojos críticos a esas instituciones, ese suele ser el argumento decisivo.
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Conmoción por escándalos
Verdaderas oleadas de egresos se debieron a los numerosos escándalos de abuso sexual a menores por parte de sacerdotes y empleados de organizaciones eclesiásticas. En el centro del huracán está, sobre todo, la Iglesia Católica, y los casos aún no han sido esclarecidos del todo.
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El "obispo de lujo"
Otro punto álgido en la crisis de la Iglesia fue la revelación de los altísimos costos de la residencia del obispo de Limburgo, Franz-Peter Tebartz van Elst, en 2013, que superaron los 30 millones de euros. Van Elst solicitó su retiro al Vaticano, pero la desconfianza en los gastos y la pompa eclesiástica aún perduran.
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Faltan aspirantes a sacerdote
Las dos grandes Iglesias de Alemania están ante un dilema: el número de estudiantes de Teología va en baja, y cada vez menos se deciden por el sacerdocio. La Iglesia Católica, por ejemplo, da empleo a un 25 por ciento menos de sacerdotes que en 1995.
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Futuro incierto
En Alemania, cada vez más comunidades parroquiales se unen para paliar la falta de fondos. Las iglesias católica y protestante suman cerca de 45.000 iglesias. La iglesia católica de Santa Gertrudis, en Colonia, se fusionó con otras tres parroquias. A pesar de esa medida, decenas de iglesias debieron cerrar sus puertas.
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Restaurante en lugar de iglesia
La mantención de los templos cuesta mucho dinero, en especial las modernizaciones. Según expertos, hasta un 10 por ciento de las Iglesias deberían ponerse a la venta. La antigua iglesia Martini, en Bielefeld, es desde 2005 un restaurante de moda: “GlückundGlückseligkeit” (Felicidad y Buenaventura).
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Un parque espiritual
Una iniciativa logró transformar esta iglesia en Gelsenkirchen en una iglesia para jóvenes. Allí se vive la religión de una manera totalmente nueva, con deportes, por ejemplo, como en este parque de escalada. Un lugar para renovar la fe.
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¿La fe pasó de moda?
Dos tercios de los alemanes dicen creer en Dios. En el este hay menos creyentes que en el oeste de Alemania, debido a la historia de la RDA. Sin embargo, no todos los que creen en Dios son miembros de una Iglesia. Algunos practican su fe en grupos fuera de la Iglesia, y también en casa. El silencio necesario para la oración se puede encontrar en todas partes.