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Visita clave

16 de septiembre de 2011

Durante su visita a Alemania, el Papa Benedicto XVI pasará por el Obispado de Erfurt, la capital de Turingia, ciudad en la que estudió Martín Lutero. Un encuentro por demás significativo.

Catedral e iglesia St Severi en Erfurt.
Catedral e iglesia St Severi en Erfurt.Imagen: AP


Después de 1512, cuando Martín Lutero emprendió la Reforma de la Iglesia, probablemente ningún Papa se habría atrevido a viajar al centro de la Reforma luterana, Erfurt. El otrora monje católico Martín Lutero acercó a la gente de su época el Evangelio. Desde su punto de vista, Lutero desechó todo el lastre teológico y tradicional innecesario que distorsionaba el verdadero núcleo de la fe. El Papa de entonces llegó a calificar a Lutero de ‘Anticristo'.
 

Los tiempos cambian

Vista del obispado de Erfurt.Imagen: DW

Pero vivimos en otros tiempos. El 23 y 24 de septiembre, Benedicto XVI visitará Erfurt, donde encontrará una situación muy diferente a la del siglo XVI. Los habitantes del Este de Alemania están cada vez menos ligados a la fe cristiana debido a que se ha producido un el alejamiento masivo de la Iglesia. Lo que más influyó en esta evolución fueron los 40 años de gobierno comunista y los 12 años de ideología nacionalsocialista, que dejaron profundas huellas en este aspecto.

Sólo uno de cada cuatro alemanes del Este está vinculado a una Iglesia. Y el porcentaje de católicos en Turingia no llega al 10 por ciento. En vista de esta realidad, para el obispo de Erfurt, Joachim Wanke, “la visita del Papa no provocará ningún cambio decisivo. Pero, sin duda, se trata de un suceso único que no se repetirá tan pronto. Una visita papal de este tipo se produce una vez en cien años. Por eso, se la aguarda con una expectativa marcada por la curiosidad”, dijo el obispo.
 

Desinterés y alejamiento de la Iglesia

Sin embargo, sólo una minoría de los ciudadanos de Erfurt siente esa expectativa y esa curiosidad. En la plaza de la Catedral de Erfurt, no hubo demasiado interés en dar una opinión sobre el viaje del Papa Benedicto XVI. “Por mí, no tiene que venir”, dijo un hombre mayor, al que se unieron otras personas. “No lo necesito y no me beneficia en nada su visita”, agregó el anciano.

Joachim Wanke, obispo de Erfurt.Imagen: DW

En vista de la distancia existente entre la Iglesia y la gente, Joachim Wanke pìensa que el Papa deberá traducir su mensaje cristiano al lenguaje de la gente común. Y para ejemplificarlo, utilizó la imagen de una sala de espejos del barroco. “Si se cierran todas las puertas y ventanas, uno sólo se ve a sí mismo. Esa es, para mí, una imagen de que en la época actual a menudo ni siquiera se sospecha que detrás de los espejos que reflejan permanentemente nuestra realidad podría haber otro horizonte”, metaforizó el religioso.

Es por eso que, según Wanke, hay que abrir todas las puertas y ventanas hacia el horizonte de Dios. “Considero que esa es la tarea fundamental del mensaje eclesiástico”, añadió el obispo. Además, la visita del Papa podría ser un nuevo impulso, dijo Joachim Wanke.
 

Se espera gran afluencia de creyentes

Plaza de la Catedral de Erfurt.Imagen: DW

A pesar de la reticencia de los habitantes de Erfurt, la plaza frente a la Catedral Mariendom y la Iglesia ''Severi-Kirche'' estarán muy concurridas el 24 de septiembre, cuando el Sumo Pontífice celebre allí la eucaristía. Se espera la llegada de 30.000 personas. Una cantidad mayor aún podría reunirse el 23 de septiembre en Etzelsbach. Allí, en Eichsfeld, el único enclave católico de los estados germano federales del Este, el Papa celebrará una liturgia en honor de la Virgen María, tal vez en reconocimiento a los habitantes de Eichsfeld por su fidelidad durante el régimen de la ex República Democrática Alemana. Eichsfeld, por su parte, espera ansioso la llegada del Papa.
 

Un hito ecuménico

Desde la perspectiva ecuménica, el punto culminante del viaje de Joseph Ratzinger a Alemania tendrá lugar, sin duda, en la capital de Turingia, donde se espera que el Papa asista a una reunión cumbre con los representantes de la Iglesia Evangélica Alemana. El obispo de Erfurt, que no ve otra alternativa que el ecumenismo, se encargó de bajar el nivel de expectativa con respecto al Papa. “No se puede esperar que el Papa, como una especie de Deus ex machina, obre milagros", dijo.

Monasterio de los Agustinos en Erfurt: allí vivió y estudió Lutero.Imagen: DW

"Él es fiel a la tradición de la Iglesia Católica”, subraya Joachim Wanke. Sin embargo, Benedicto ya marcó una diferencia cuando insistió en celebrar un oficio religioso con los representantes de la confesión fundada por Martín Lutero. Tal vez para paliar un poco el daño ocasionado, ya que, desde el año 2000, el Vaticano confirmó dos veces en sus documentos que la Iglesia de la Reforma no era una Iglesia plena, en el sentido de la religión católica-romana.


La magia del lugar

El lugar donde se reunirá el Papa Benedicto XVI con los representantes de la Iglesia Evangélica de Alemania tiene una significancia histórica. Se trata del Monasterio de los Agustinos, en el que vivió y estudió Martín Lutero desde 1505 hasta 1511. Allí fue donde maduraron las ideas de reformación de Lutero, que condujeron, más tarde, a la división de la Iglesia. Y la elección del lugar define el aprecio mutuo de los participantes del encuentro, según el obispo Joachim Wanke. “Creo que, en ese sentido, sí iremos dispuestos a escucharnos. Y me alegra que los representantes de la Iglesia Evangélica Alemana y el Sumo Pontífice no sólo hablemos, sino que también oremos juntos. Eso podría ser un verdadero impulso para seguir, en la oración, apelando a la unidad de los cristianos”, concluye el obispo.

Habitación de Lutero en el Monasterio de los Agustinos.Imagen: DW

Autor: Klaus Krämer/ Cristina Papaleo
Editora: Emilia Rojas-Sasse

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