El Papa Francisco finalizó este lunes (18.08.2014) a un viaje de cinco días a Corea del Sur con una misa en la Catedral de Myeongdong, en Seúl, frente a unos 1.000 invitados. Durante la celebración, el papa dijo que “todos los coreanos son hermanos y hermanas, miembros de una sola familia, un solo pueblo”. Además, llamó a la reconciliación de “esta familia coreana”, y exhortó a los coreanos a unirse, “sin vencedores ni vencidos”.

A la misa asistió la presidenta surcoreana, Park Geun Hye. Por su parte, Corea del Norte rechazó una invitación de la Iglesia Católica surcoreana para que los miembros de su Asociación Católica de Corea asistieran a la celebración. En su declaración de rechazo a la invitación, las autoridades norcoreanas citaron el comienzo de unos ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que también comenzaron este lunes.

La Guerra de Corea de 1950 a 1953 terminó en una tregua, que mantiene a Corea del Norte y Corea del Sur en un estado técnico de guerra.

Primer visita en varios años

Antes de la misa, Francisco oró con un pequeño número de “mujeres de confort”. Así se conoce a las entre 150.000 y 200.000 mujeres coreanas que sirvieron como esclavas sexuales para los soldados japoneses que ocuparon Corea antes y durante la Segunda Guerra Mundial.

A la misa también fueron invitados un grupo de desertores de Corea del Norte, así como familiares de surcoreanos secuestrados por el régimen norcoreano.

Francisco había iniciado su visita al Corea del Sur el pasado 14 de agosto. Esta fue la primera visita papal a Asia en 15 años.

HDCA (dpa, rtr)