1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
SociedadGlobal

Francisco se lamenta por el mundo, pero tiene esperanza

14 de enero de 2025

Por primera vez, un papa publica una autobiografía en vida. El libro se presenta como programático, pero a menudo también como un legado testamentario.

El papa Francisco se asoma a un balcón junto a otros altos cargos de la Iglesia Católica.
Así se dio a conocer al mundo por primera vez el papa Francisco, el 13 de marzo de 2013, tras su elección, en la logia de la Basílica de San Pedro.Imagen: Michael Kappeler/dpa/picture alliance

Las palabras suenan como una declaración de guerra de un joven revolucionario católico. Debemos "barrer la ‘cultura cortesana' en la curia y en otros lugares de forma aún más decisiva”, dice. Porque: "La Iglesia no es un tribunal, no es un lugar para camarillas y nepotismo... No es en absoluto la última corte europea de una monarquía absoluta”.

Sin embargo, el autor de estas líneas vive en el Vaticano, tiene 88 años y es el jefe de la Iglesia católica. El papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, que lleva casi doce años al frente de la Iglesia católica, publica su autobiografía. Es un libro lleno de recuerdos y visiones, una historia de una tristeza no exenta de ternura, y una conexión íntima con todo lo humano, de ira juvenil y gran esperanza.

Es la primera vez que un líder de la Iglesia católica escribe en vida un tratado tan personal. La obra, de 385 páginas, se publica actualmente en numerosos idiomas y, según la editorial, en unos 100 países de todo el mundo.

"Peregrino de la esperanza” en el Año Santo 2025

En realidad, el deseo de Francisco era "que su autobiografía se publicara como legado después de su muerte”, explica en el epílogo el coautor Carlo Musso, que trabaja en el libro con Francisco desde 2019. Sin embargo, el Año Santo 2025 y las "exigencias de nuestro tiempo” lo habían impulsado a publicarlo antes.

"Peregrinos de la esperanza” es el lema del Año Santo. El título del libro del obispo de Roma, "Esperanza”, parece, por tanto, una ayuda a la lectura. Y Musso resume: "¡Adelante! Un hombre nacido en 1936 que sólo mira hacia atrás para seguir mirando hacia delante”.

Francisco aborda temas candentes y cita sus ya conocidos grandes lemas: por qué "la economía mata”, o que el mundo lleva mucho tiempo "de a pedacitos" en la Tercera Guerra Mundial. Critica que muchos siguen considerando la "migración” como a una "invasión”: "Estamos jugando al ping-pong con la gente”. Para él, Europa es "el Viejo Continente”. Para él, el campo de refugiados de la isla mediterránea de Lesbos, que ha visitado dos veces, personifica "la vergüenza de la Unión Europea”.

Denuncia la catástrofe mundial del cambio climático y la "destrucción de ecosistemas enteros”. Ante ello, "no hay más tiempo que perder”, alerta. Habla de la agresión rusa contra Ucrania, del terror de Hamás ("barbarie”, "matanza”) y de la guerra de Gaza. Califica de "terror” algunas de las acciones militares de Israel.

Y, por supuesto, el sumo pontífice aborda el estado de su Iglesia. "El dolor de las víctimas es un lamento que sube al cielo”, explica sobre los abusos sexuales. Francisco se opone al tradicionalismo eclesiástico, que convierte la liturgia en una cuestión de ideología. Habla de "exhibición desnuda de clericalismo”, de "disfraces, de perturbaciones emocionales”. Y menciona el debate sobre la ordenación de mujeres como diáconos, que lleva años, "una cuestión abierta que todavía requiere una clarificación profunda”.

En 2017, el papa se encontró por primera vez con la yazidí Nadia Murad, exprisionera de la organización terrorista Daesh, autodenominada Estado Islámico.Imagen: L'Osservatore Romano/dpa/picture alliance

Sacudido por el sufrimiento de la gente: "Santos de la puerta de al lado"

Los héroes y heroínas de su gran relato no son los poderosos, sino las personas que han experimentado el sufrimiento. En estas declaraciones, Francisco aparece simplemente como un pastor que se estremece ante el dolor de los afectados. Deja que una niña y otros compañeros de sufrimiento del Congo, a los que conoció durante su último viaje a África en 2023, tomen la palabra. "Un muestrario de escenarios de horror, asesinatos, violaciones, destrucción”, escribe, un "abismo de dolor”: así describe su encuentro con un superviviente de un campo de concentración durante una visita a Auschwitz, en 2015.

Habla con gra detalle de sus encuentros con Nadia Murad, la joven yazidí a la que conoció en 2017 y que fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2018. Le conmueve su destino, típico de muchas mujeres yazidíes, un camino de sufrimiento que incluye secuestros y violaciones. Su historia contribuyó a su decisión de viajar a Irak. "Viví tantos testimonios valientes de fe en este viaje. He conocido a tantos santos de la puerta de al lado... Irak me acompañará siempre el resto de mi vida”.

Francisco confía en personas así. Personas que, incluso en situaciones desesperadas y de guerra, no se rinden. En ellos deposita su esperanza: "No puede haber futuro si no está enraizado en el realismo, en la razón, en la práctica de personas que siembran semillas de paz y esperanza".

(gg/cp)

Ir a la siguiente sección Descubra más