"La reconciliación, difícil pero indispensable, es una condición para un futuro de seguridad y coexistencia pacífica en todos los sitios", dijo el pontífice de la iglesia Católica en su bendición "Urbi et Orbi" ("A la ciudad y al mundo"). Ésta "sólo puede ser alcanzada a través de nuevos y sinceros esfuerzos para resolver el conflicto israelí-palestino".

El Papa, que también mencionó su reciente visita al continente africano, recordó en su mensaje en lengua italiana a "todos los que sufrieron por el terremoto", en alusión al sismo en la región de los Abruzos italianos el pasado lunes, que ha dejado hasta ahora un saldo de 293 muertos.

Frente a las cámaras de televisión, Benedicto XVI envió sus felicitaciones de Pascuas en 63 distintas lenguas, entre ellas en español, árabe, chino, swahili y en su lengua materna, el alemán. Asimismo, el pontífice mencionó su próximo viaje a "Tierra Santa", en alusión a su visita a Jerusalén planeada para mayo.

Mensaje de esperanza

En tiempos marcados por la escasez de alimentos, los problemas financieros, la pobreza y el cambio climático, el Papa -que cumplirá 82 años el próximo jueves- señaló que es "necesario abrir nuevas perspectivas, que vuelvan a transmitir esperanza". La violencia y la miseria obligan a muchos a abandonar sus hogares, apuntó también el pontífice, que advirtió sobre las amenazas del terrorismo en el futuro.

Como en años anteriores, en la plaza frente a la Basílica de San Pedro en Roma se acopiaron feligreses de todo el mundo. La noche del sábado el papa había celebrado ya en la basílica la vigilia de Semana Santa, durante la cual encendió el cirio pascual. Cristo "nos precede y nos acompaña por todos los caminos del mundo", dijo Benedicto XVI recordando las creencias del Cristianismo, que celebra ahora la resurrección de Jesucristo. "Él es nuestra esperanza y la verdadera paz para el mundo", agregó el Papa. "Felices Pascuas para todos ustedes", dijo también a los miles de peregrinos cristianos.

Las celebraciones de Semana Santa coinciden este año con la fiesta del Pésaj judío, que evoca el éxodo histórico del pueblo hebreo de Egipto, así como el fin de su esclavitud. En Jerusalén, el nuevo patriarca latino celebró hoy también su primera misa de Pascuas.

DPA