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El Papa ora por las regiones en conflicto

Redacción DW-WORLD/eu16 de abril de 2006

El Papa Benedicto XVI hizo un llamado a favor de la paz en el mundo en su primer mensaje pascual, que coincidió con su 79 aniversario. Condenó los secuestros en América Latina y pidió solución a la crisis iraní.

El Papa Benedicto XVI impartió su bendición "Urbi et Orbi" el día de su cumpleaños.Imagen: picture-alliance/dpa



El Papa Benedicto XVI impartió su bendición "Urbi et Orbi" -a la ciudad y al mundo- ante unos cien mil peregrinos que se congregaron en la Plaza de San Pedro este domingo de Pascua. La festividad más importante del calendario litúrgico de la Iglesia Católica, cuando los fieles celebran la resurrección de Cristo de entre los muertos, coincidió con el 79 aniversario del pontífice alemán, que envió mensajes en 62 idiomas, incluyendo el hebreo y el árabe.

En italiano se refirió a la actual situación tras las elecciones en Italia expresando a los italianos su deseo de que se tomen las cosas con calma y serenidad y a los políticos a que piensen en el bien de la colectividad. En alemán dijo "a todos os deseo una bendita y alegre fiesta pascual, que la paz y la alegría del señor resucitado esté con vosotros". Sus palabras en su lengua materna fueron recibidas con júbilo por los peregrinos.

Fuentes de conflicto

El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, al anunciar que su país ya es una potencia nuclear.Imagen: picture-alliance/dpa

El primer mensaje pascual de Benedicto XVI tuvo como epicentro las tensiones provocadas por la crisis iraní, la situación en el Medio Oriente y la amenaza del terrorismo. Haciendo una alusión a Irán, que la semana pasada anunció que se había convertido en una potencia nuclear, el Papa llamó a la comunidad internacional a hacer un esfuerzo para superar la crisis con "la potencia nuclear" a través de serias y honestas negociaciones que lleven a una "solución honorable" para todas las partes.

Desde el mismo balcón central de la Basílica de San Pedro, donde apareció ante el mundo por primera vez como pontífice tras su elección, Benedicto XVI defendió el derecho a existir de Israel, un pasaje de su discurso que pareció una crítica indirecta a las declaraciones del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que ha reiterado que el Estado judío debiera ser eliminado.

Ruinas y resentimiento. Una mujer palestina llora sobre los escombros de lo que era su vivienda.Imagen: AP

Estado palestino

Sin embargo, en su mensaje también pidió el establecimiento de un Estado palestino. "Que la comunidad internacional, que reafirma el derecho justo de Israel a existir en paz, pueda ayudar al pueblo palestino a superar las precarias condiciones en las que vive, y a construir su futuro avanzando hacia la constitución de un Estado que sea verdaderamente suyo", dijo, haciendo un llamado a la paz en Medio Oriente.

Como ya lo ha formulado en anteriores ocasiones, el Papa expresó su preocupación por el terrorismo y rezó por que la paz pueda prevalecer finalmente sobre la trágica violencia que continúa cobrándose despiadadamente víctimas. Benedicto XVI vestía hábitos blancos y dorados al pronunciar su homilía que destacó que la resurrección de Cristo no debe ser considerada un acontecimiento del pasado porque sigue enviando un mensaje de esperanza a la gente.

América Latina

Dolor y desesperación en Colombia.Imagen: AP

Refiriéndose al "continente de la esperanza", como llamaba Juan Pablo II a Latinoamérica, Benedicto XVI condenó la práctica del secuestro calificándola de "plaga detestable". También abogó por la mejora de las condiciones de vida de sus ciudadanos y la consolidación de las instituciones democráticas. "Que el Espíritu del Resucitado suscite un renovado dinamismo en las condiciones de vida de millones de ciudadanos, se extirpe la execrable plaga de secuestros de personas y consoliden las instituciones democráticas, en espíritu de concordia y de solidaridad activa", dijo el Papa.

Sus palabras fueron acogidas con aplausos por los numerosos fieles latinoamericanos presentes, que hicieron ondear banderas de sus países, entre las que se vieron de México, Argentina y las de naciones centroamericanas. Concluido el mensaje, el Papa impartió la bendición "Urbi et Orbi". Se trata de la primera temporada pascual para los 1.100 millones de católicos en el mundo desde la muerte del Papa Juan Pablo II, quien el año pasado sólo fue capaz de realizar breves apariciones entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Pascua. Juan Pablo II murió el 2 de abril, una semana después de Semana Santa.

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