El papa pide en 'Fratelli Tutti' un "mundo más justo"
4 de octubre de 2020
La tercera encíclica de Francisco, firmada ayer en Asís y publicada hoy, denuncia que con "la pandemia se evidenció la incapacidad de actuar conjuntamente" y espera que aprendamos de ella para alcanzar más "fraternidad".
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El papa Francisco denunció en su nueva encíclica "Fratelli Tutti" ('Hermanos todos') publicada este domingo (04.10.2020) que "la fragilidad de los sistemas mundiales frente a la pandemia ha evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado" y que existe la necesidad de "rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas". Francisco firmó ayer en la ciudad italiana de Asís la encíclica, en su primera salida de Roma en siete meses por la pandemia.
Al término de la sobria ceremonia de ayer en la cripta de la basílica donde se encuentra el sepulcro de San Francisco de Asís, el papa argentino dio las gracias a los traductores del texto, escrito originalmente en español, pero con el título en italiano (idioma en el que se mantendrá invariable en la traducción de la encíclica en todas las lenguas).
Antes de llegar a Asís, fuera de programa, el papa visitó el monasterio de la monjas clarisas, en Spello, y luego la basílica de Santa Clara, para orar en la tumba de la primera discípula de San Francisco, fundadora de la orden y la primera y única mujer en escribir una regla de vida religiosa. Un gesto que resulta una suerte de respuesta a las críticas al título de la encíclica por parte de un grupo de teólogas que acusaron al papa de dejar de lado a más de la mitad de los miembros de la iglesia católica, es decir a las mujeres, las "hermanas".
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Redacción interrumpida por la irrupción de la pandemia
La tercera encíclica del papa, que toma el título de una frase de San Francisco de Asís, explica que cuando estaba redactando esta carta, "irrumpió de manera inesperada la pandemia de COVID-19 que dejó al descubierto nuestras falsas seguridades". Este documento, explica el papa, es una respuesta "para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno en sus relaciones cotidianas, en la vida social, en la política y en las instituciones".
Y cuando se habla de la pandemia, Francisco señala que "más allá de las diversas respuestas que dieron los distintos países, se evidenció la incapacidad de actuar conjuntamente". El papa explica que "el dolor, la incertidumbre, el temor y la conciencia de los propios límites que despertó la pandemia, hacen resonar el llamamiento a repensar nuestros estilos de vida, nuestras relaciones, la organización de nuestras sociedades y sobre todo el sentido de nuestra existencia".
Advierte que "pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta". Y pide que esta pandemia "no se trate de otro episodio severo de la historia del que no hayamos sido capaces de aprender". "Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que murieron por falta de respiradores, en parte como resultado de sistemas de salud desmantelados año tras año. Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros", añade.
Contra "el dogma de fe neoliberal" del mercado
Francisco destaca además que "la crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia", pero que "no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo". "El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal", agrega.
"Se trata de un pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente. El neoliberalismo se reproduce a sí mismo sin más, acudiendo al mágico "derrame" o "goteo" -sin nombrarlo- como único camino para resolver los problemas sociales", asegura. Francisco aboga entonces por "volver a llevar la dignidad humana al centro y que sobre ese pilar se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos".
lgc (efe/afp)
Cinco años de papado de Francisco (2018)
Desde que asumió en 2013, Jorge Mario Bergoglio ha tratado de presentar una nueva imagen de la Iglesia católica dando un ejemplo de humildad. Algunos apoyan sus esfuerzos, mientras otros lo consideran mera pose.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Lingria
'¡Buona sera!'
El 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio saludó a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro, en el corazón de Roma, con un sencillo "buenas tardes", poco después de que el cónclave lo eligiera como nuevo papa. De esta forma, dio una señal y comenzó su mandato con el tono más cercano que ha marcado su liderazgo de la Iglesia católica.
Imagen: Reuters
Comité reformista
El nuevo pontífice de inmediato abordó temas que la Iglesia había estado discutiendo desde antes de su elección. Por ejemplo, estableció un comité de nueve personas para reformar la organización y dirección de la Iglesia. El principio guía: la Iglesia Católica Romana no es un fin en sí misma, sino que debe divulgar las enseñanzas de la Biblia y acercar el Vaticano a los fieles.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/L'Osservatore Romano
Apoyo a los débiles
Las muertes de migrantes que cruzan desde África a Europa son una "espina en el corazón", dijo Francisco en su primer viaje a Lampedusa. Al momento de su visita, en el verano de 2013, miles de inmigrantes estaban en esa isla italiana esperando recibir los permisos legales para seguir su travesía hacia el continente europeo.
Imagen: AFP/Getty Images
Símbolo de humildad
En perfecta concordancia con su mensaje de la "iglesia pobre", la imagen del papa Francisco con el treinteañero Renault 4, que recibió de regalo de un pastor en Verona, dio la vuelta al mundo. El pontífice supuestamente quería manejar él mismo el automóvil, pero no le fue permitido por razones de seguridad. El símbolo de la modestia ha perdurado.
Imagen: Reuters
Francisco, la celebridad
El estilo de Francisco rápidamente lo convirtió en un ícono para los católicos más progresistas. Incluso los no cristianos han aplaudido al papa y se frotaron los ojos con asombro ante el fuerte contraste con su antecesor, el conservador y poco carismático Benedicto XVI. Tras 10 meses en el cargo, Francisco se convirtió en el primer papa en aparecer en la portada de la revista "Rolling Stone".
Imagen: picture alliance/dpa/ROLLING STONE
Polémico constructor de puentes
Francisco se toma muy en serio su trabajo como pontífice. Ha hecho de mediador en conflictos en África Central y Colombia, y también ayudó a distender las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Con la mirada puesta en la frontera de México con EE.UU., llamó al presidente Donald Trump a construir puentes en vez de muros.
Imagen: picture-alliance/dpa/Agentur Andina/J. C. Guzmán
Unidad religiosa
Francisco también ha tratado de construir lazos con distintas confesiones y religiones. Oró en el Muro de los Lamentos en Jerusalén y se reunió con el gran muftí Mohammad Hussein. En Egipto, visitó al jefe de la iglesia copta, Tawadros II, y al gran imán Ahmed al-Tayeb. En Myanmar, habló con monjes budistas y en La Habana se reunió con el líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kyrill I (en la foto).
Imagen: Getty Images/AFP/A. Roque
Cercano al pueblo
Francisco casó espontáneamente a una pareja durante un viaje dentro de Chile, en enero de 2018. Los dos miembros de la tripulación estaban viajando con el papa entre la capital, Santiago, y la ciudad de Iquique, en el norte del país. Durante el trayecto, le contaron de sus planes de casarse por la iglesia, ocasión que Francisco aprovechó para unirlos en matrimonio.
Imagen: Reuters/Osservatore Romano
Escándalos de abuso sexual
Francisco tropezó en Chile. Allí, la Iglesia ha vivido tiempos difíciles, especialmente desde que se conocieron numerosos casos de abusos a menores. El obispo Juan Barros (a la derecha en la foto) supuestamente estaba al tanto de estos abusos, pero guardó silencio. Francisco negó las acusaciones contra el obispo y las calificó de "injurias". Luego debió disculparse, pero no ha removido a Barros.
Imagen: Getty Images/C. Reyes
Críticas internas
El curso reformista de Francisco ha sido demasiado extremo para algunos. Esta imagen en Roma acusa al papa de no mostrar misericordia dentro de la misma Iglesia. Algunos católicos piensan que su giro es demasiado secular, su humildad demasiado audaz y su despliegue, demasiado mediático. La esencia de la religiosidad -la espiritualidad-, podría perderse del todo, temen algunos.