El papa reabre el debate sobre las mujeres diácono
8 de abril de 2020
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El papa Francisco anunció el miércoles (08.04.2020) la creación de una nueva comisión de estudio para reflexionar sobre la posibilidad de ordenar a mujeres diáconos, con lo que reactiva así un controvertido debate en el seno de la Iglesia. Tras haber recibido recientemente en audiencia a la dirigencia de la Congregación para la doctrina de la fe –guardiana del dogma– el papa "decidió crear una nueva comisión de estudio sobre el diaconato femenino", indica un comunicado de la Santa Sede.
El comité estará presidido por el cardenal Giuseppe Petrocchi, arzobispo de la ciudad italiana de L'Aquila, e integrado por por doce personas, incluidas cinco mujeres, entre ellas la teóloga francesa Anne-Marie Pelletier y la suiza Barbara Hallensleben. En mayo de 2019, el papa había indicado que los miembros de una primera comisión de estudio, instituida en agosto de 2016 para examinar el papel de las mujeres diácono al inicio del cristianismo, tenían opiniones muy divergentes como para poder llegar a una conclusión.
El diaconato está actualmente reservado a los hombres en la Iglesia católica. Los diáconos son ordenados para pronunciar el sermón en la misa, celebrar bautizos, bodas y funerales. La idea fue reactivada en octubre por obispos de nueve países de la Amazonía, reunidos en "sínodo" regional en el Vaticano para hallar soluciones a la penuria de sacerdotes itinerantes en esta gran región. (afp/efe)
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Quinientos años del nacimiento de Santa Teresa
Mística, escritora, doctora de la Iglesia... fue una mujer polifacética que fundo conventos, reformó su orden religiosa, se codeó con la alta nobleza y los grandes intelectuales de su tiempo y cuya voz sigue muy viva.
Imagen: public domain
Santa Teresa vista por Rubens
El 28 de marzo de 1515 nació en Ávila (posiblemente en la villa cercana de Gotarrendura) Teresa de Cepeda y Ahumada, posteriormente conocida como Teresa de Ávila o Santa Teresa de Jesús. Fue la primera mujer nombrada doctor de la Iglesia. Y es una de las cumbres no sólo de la mística europea, sino también de la literatura española. Autora, entre otras cosas, de la primera biografía moderna.
Imagen: public domain
"La educación de Santa Teresa"
Su padre, comerciante de origen judío, disponía de muchos libros en romance para que sus doce hijos pudieran leer sin saber latín. Santa Teresa recibió cierta instrucción en su casa (como intenta reflejar este cuadro del siglo XVIII), en una época en la que a la mayoría de las mujeres ni siquiera se les enseñaba a leer. Se aficionó pronto a las biografías de santos, que leía con su hermano menor.
Imagen: Museo Nacional del Prado
Muero porque no muero
En el relato de su vida que le mandó escribir su confesor recordaría que, por “gozar en tan breve” los bienes del cielo: “Concertábamos irnos a tierra de moros, pidiendo por amor de Dios, para que allá nos descabezasen”. Y lo intentaron, pero no llegaron muy lejos. Un familiar frustró su escapada y ambos se dedicaron entonces a construir ermitas en el jardín con piedras “que siempre se nos caían”.
Imagen: Museo de Bellas Artes de Valencia
Tentaciones de juventud
Se especula con que el propio Papa Francisco pueda acudir a las celebraciones por el aniversario de Santa Teresa. Ella también tuvo una juventud desligada del camino de la santidad. Las malas compañías lograron que olvidara su precoz vocación. Por eso la llevaron a un convento. Allí decidió consagrarse a la vida religiosa. Después de veinte años, empezó a tener visiones y arrebatos místicos.
Imagen: picture-alliance/dpa/Ettore Ferrari
"El éxtasis de Santa Teresa"
La sospecha de que esas visiones pudieran tener origen demoníaco, como pensaban sus confesores, la atormentaba. En una de ellas, un ángel le clava una flecha ardiente, en lo que no pocos han querido ver un simple sueño erótico. La escena la recoge esta escultura de Bernini, en la iglesia de Santa María de las Flores de Roma, famosa por aparecer en "Ángeles y demonios", del escritor Dan Brown.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Visión del collar"
En otra de esas visiones se le aparecía la Virgen: la cubría con un manto de pureza y le colgaba un collar con un crucifijo. La escena, aquí representada por el pintor Andrea Vaccaro en 1642, dio a entender a la santa, que contaba entonces 42 años, que debía emprender la refundación de la Orden Carmelita con la que soñaba. Un año más tarde, en 1562, levantó el Monasterio de San José en Ávila.
Imagen: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid
Piedra a piedra
Santa Teresa reformó la Orden del Monte Carmelo para fundar los Carmelitas Descalzos. El monasterio fundado en Ávila sería sólo el primero. Le seguirían los de Medina del Campo, Malagón, Toledo… y así hasta diecisiete. Recorrió, para ello, cientos de kilómetros, a pesar de una grave enfermedad que padecía. Y acabaría muriendo en uno de ellos: el convento de Alba de Tormes, el 4 de octubre de 1582.
Su obra llegó aún más lejos
El bastón con el que recorrió muchos de esos caminos llegó hace unos meses donde ella nunca llegó, a Paraguay, para acompañar a las congregaciones locales en la celebración su quinto centeneario. Y es que la orden que fundó junto a San Juan de la Cruz, los Carmelitas Descalzos, siguió creciendo hasta extenderse por los cinco continentes desde Filipinas a Latinoamérica, pasando por Tierra Santa.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cristaldo
Denuncia de la Princesa de Éboli
El manuscrito en el que daba cuenta de su vida a su confesor pasó de mano en mano. Quien podía, lo copiaba. Y más, ante la posibilidad de que la Inquisición lo prohibiera, como había hecho con los de otros místicos. Cobró gran notoriedad entre la alta nobleza. La intrigante princesa de Éboli se encaprichó en leerlo, tras lo que denunció a Teresa, con la que estaba enfrentada, ante la Inquisición.
Imagen: picture-alliance/dpa
Biblioteca Real
Después de muchos interrogatorios, la Inquisición concluyó que nada en la vida de Teresa era contrario a las Santas Escrituras. Antes bien, al revés. Felipe II, por si acaso, había ordenado llevar el manuscrito original de su autobiografía, para preservarlo, a la Biblioteca Real del Monasterio de El Escorial, entonces todavía en construcción, donde aún permanece como uno de sus grandes tesoros.
Imagen: imago/Reporters
Patrona de los escritores
Contaban sus coetáneos que Santa Teresa escribía, arrebatos de inspiración divina aparte, a una velocidad extraordinaria y sin necesitar correcciones. Escribió, además de sus obras, multitud de cartas, como esta a Doña Isabel Osorio, fechada en 1580, dos años antes de su muerte. Un conocido análisis grafológico, del italiano Jerónimo Moretti, define su letra como la de un “espíritu superdotado”.
Imagen: Biblioteca Nacional de Espana
Exposición "La palabra de Santa Teresa en imágenes"
Además de los actos en memoria de la santa organizados por la Iglesia, destaca la exposición que, hasta el 31 de mayo, se puede ver en la Biblioteca Nacional de España. Se han programado también reposiciones de "La lengua en pedazos", obra basada en la autobiografía de Santa Teresa por la que Juan Mayorga recibió el Premio Nacional de Literatura Dramática 2013. Prueba de que su voz es muy actual.