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El Papa reclama un nuevo orden mundial

ERS25 de diciembre de 2005

Con un llamado a la paz y a la justicia social, Benedicto XVI culminó las celebraciones de su primera Navidad en el trono de San Pedro.

Benedicto XVI imparte su primera bendición "urbi et orbi".Imagen: AP

El mensaje navideño que acompañó la primera bendición "urbi et orbi" de su pontificado, Benedicto XVI puso el dedo sobre las principales llagas de este incipiente siglo XXI. Junto con el ya tradicional llamado a la paz en las regiones en conflicto, con énfasis en el Medio Oriente, resonó esta vez en la Plaza de San Pedro también la exhortación a los cristianos del mundo a tener más valor para luchar contra la pobreza y construir un orden mundial más justo. Un orden que, según subrayó el Papa, debe basarse en "relaciones éticas y económicas justas".

Ecos en Alemania

El llamado papal se remite, lógicamente, a los valores espirituales de la cristiandad y subraya el imperativo de la solidaridad. Pero tiene una connotación especial en estos tiempos en que la globalización está mostrando su cara oscura, con cambios estructurales que afectan a millones de personas no sólo en el Tercer Mundo. También la Iglesia Católica alemana se hizo eco de las palabras de Benedicto XVI. El cardenal Karl Lehman, presidente de la Conferencia Episcopal germana, criticó el hecho de que la brecha entre los países más ricos y los más pobres se vuelve cada vez más amplia.

En Múnich, el cardenal Friedrich Wetter exhortó a incrementar la preocupación por las personas necesitadas, recordando que también en Alemania podrían producirse disturbios como los que sacudieron a los suburbios franceses en noviembre. Advirtió que tal escenario podría hacerse realidad "si no controlamos la creciente pobreza infantil, la desocupación juvenil y los problemas de integración de los extranjeros".

Responsabilidad social

También en el ámbito evangélico se pronunciaron mensajes que apuntan en la misma dirección. El presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica de Alemania, el obispo Wolfgang Huber, dirigió claras palabras al mundo empresarial. Por ejemplo, instó a empresarios y ejecutivos a no sentirse sólo responsables de multiplicar el capital y resguardar los intereses de los accionistas, sino a tener mayor conciencia de la responsabilidad que tienen para con sus trabajadores. Una exhortación que resulta muy actual considerando que este año hubo empresas con balances más que satisfactorios que, no obstante, anunciaron masivos despidos, en aras de la racionalización.

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