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El paraíso veraniego de Einstein se abre a futuros Nobel

22 de mayo de 2005

La casa de verano de Albert Einstein ha reabierto sus puertas en el cincuentenario de la muerte del genial físico, para ponerse a disposición del ciudadano de a pie y de premios Nobel de hoy y de mañana.

Coincidiendo con el "Año Einstein", la casita en que el padre de la teoría de la relatividad pasó sus veranos, hasta que se exilió huyendo del nazismo, recuperó su apacible función de lugar de encuentro para paseantes e investigadores ansiosos de paz.

La finca en cuestión se encuentra en la pequeña localidad de Caputh, vecina a Potsdam y fue un regalo de la ciudadanía a Einstein cuando cumplió sus cincuenta años, en 1928, en reconocimiento a su ya por entonces alto prestigio internacional.

Se trata de la única "residencia Einstein" en su país, puesto que la vivienda donde tenía su domicilio fijo, en Berlín, fue destruida por los bombardeos de la II Guerra Mundial. La casa que habitó en Princeton, en su exilio en EEUU, está ahora habitada por otros inquilinos.

En Caputh pasó apenas unos pocos veranos, puesto que Albert y Elsa Einstein se fueron de la Alemania nazi poco después de la llegada de Adolf Hitler al poder, en 1933, y dos años después les fue expropiada.

La casita, construida a principios de 1900, ha sido restaurada y este domingo fue oficialmente abierta al público por la ministra alemana de Educación y Ciencia, Edelgard Bulmahn.

A partir del próximo jueves, recibirá visitas concertadas tres veces por semana y luego, en junio, se abrirá a seminarios de científicos reconocidos y también estadías de tres meses para jóvenes becarios.